~12 DE MARZO~
Abrí los ojos despertándome al oír mis tripas rugir como si de un monstruo que habitaba en mi barriga se tratara. Madre mía, creo que fue una mala idea irme a la cama anoche sin probar bocado...
Decidí darme una ducha para despejarme un poco antes de bajar a la cocina, así también podía quitarme todo el maquillaje que me había manchado la cara a causa de las lagrimas pasadas. Qué horror, menos mal que nadie me ha visto...
Pensando aún en lo que había pasado la noche anterior, llegué a la cocina descubriendo sobre la mesa la caja de cartón de la pizza. ¿Será que Dylan me había guardado mi parte?
Y, efectivamente, dentro de aquella caja se encontraba media pizza margarita que tanto me gustaba.
Con un hambre atroz, me senté en la silla para darle un mordisco al primer trozo que cogí saboreándolo como nunca antes. Mmm... Está deliciosa...
Seguí comiéndome de buena gana el resto de la pizza antes de fijarme en el reloj del microondas. ¡Las cuatro de la tarde ya! ¿Pero tanto había dormido? Y lo que era peor, ¿por qué había tanto silencio en la casa?
De pronto, la puerta principal se abrió asustándome y afirmando mis sospechas. Dylan debió de salir con Elyssa a algún lado y ahora volvía. ¿Pero por qué volvía? O sea, no es que quiera a mi hija aquí, que es más que obvio que la quiero, pero ¿por qué volvía él? ¿Y cómo tenía las llaves de mi casa? ¿Habrá cogido las mías?
Oí el canal de dibujos en la televisión y luego los pasos, probablemente de Dylan, acercarse a la cocina con paso seguro.
-Vaya, veo que ya despertaste.
-Sí... –Murmuré tapándome la boca con la mano para poder hablar sin necesidad que viera que estaba masticando.
-Fue buena idea dejarte esa pizza... –Dijo más para sí mismo mientras que yo me encogía de hombros.
-¿A dónde fueron? ¿Y por qué regresaste? Lo mejor hubiera sido que regresaras a tu casa, Dylan.
-¿No querías que regresara? –Rodé los ojos dando por obvia mi respuesta. Después de lo de anoche, claramente no tenía ganas de verlo. –Y respecto a donde fuimos... –Prosiguió pasando por alto mi gesto. –Llevé a Elyssa al parque. Supuse que le vendría bien coger algo de aire. –Asentí de acuerdo con él por una vez recogiendo la caja de cartón y el vaso que había usado al final. –Olivia, yo... Quiero disculparme por lo de ayer. Me tomé el lujo de hablarte y tratarte mal y no tenía porqué hacerlo. Lo siento.
-Oh, gracias por comprenderlo. –Solté intentando que no se notara en mi voz la sorpresa por sus palabras. Al menos había tenido la decencia de reconocer lo que había hecho mal.
Sin añadir nada más por parte de ninguno de los dos, salí de la cocina viendo a Elyssa sentada en el sillón viendo los dibujos muy concentrada.
-Hola, princesa.
-¡Mami! –Besé su cabecita antes de sentarme a su lado.
-¿Me perdonarás? –Preguntó de pronto Dylan apareciendo n mi campo de visión con cara de preocupación. ¿Tan importante era mi perdón para él? Aunque supongo que lo hará por el bien de la niña... ¿Qué mejor para un hijo que sus padres se lleven bien?
-Mira, Dylan... Yo también tengo que disculparme por hablarte de Katherine. Es obvio que cada uno hace lo que quiera con su vida.
-Sí...
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¿Me adoptas?
General Fiction¿Qué pasaría si una madrugada te encontraras con un bebé en la calle? ¿Y si ese bebé tiene una nota en la cual dice "adóptame"? Olivia White era una chica de veintitrés años que adoraba a los animales y estaba totalmente en contra del maltrato anim...