¿Me adoptas?

Capítulo 15

~11 DE MARZO~

-Hoy te toca con Elyssa, ¿verdad?

-Sí, en cuanto salga de aquí pasaré a buscarla.

-¿Quieres que te acompañe?

-No hace falta, gracias. –Asintió y ambas seguimos con nuestro trabajo.

A las pocas horas de que nuestra jornada laboral llegara a su fin, Maximilian apareció con el pequeño Oliver para recoger a Sofía. Ambos se ofrecieron a llevarme a casa, o en este caso, a casa de Dylan, pero yo me negué cortésmente.

-Hola. –Dijo el susodicho al abrirme la puerta una vez que había tocado. Sin verlo venir, me dio un abrazo que enseguida rechacé incomoda. –¿No te alegras de verme? Llevamos días sin vernos...

-No. –Contesté notando el brillo de sus ojos apagarse por momentos. –Solo... –Carraspeé aclarando mi voz después de aquella mala jugada que me había hecho. –Solo vine a por Elyssa.

-Está bien. Anna la baja ahora. –Sin añadir nada más, dio media vuelta para subir las escaleras enfadado. ¿Pero qué creía? ¿Qué iba a recibirlo con los brazos abiertos después de haberse ido con esa?

-Señora.

-¡Hola! –Cogí a Elyssa en brazos para besar su mejilla. –La traeré el domingo como siempre.

-Sí, por supuesto. Una cosa, señora... –Asentí para que continuara. Ella y su manía de llamarme señora. –¿Mi niño y usted pelearon?

-¿Tan obvio es?

-Digamos que si... –Soltó una risilla contagiándome. –Bueno, no te entretengo más. Adiós, Elyssa. –La niña movió la mano diciendo adiós y después de despedirnos, pusimos rumbo a mi casa caminando tranquilamente. Hoy hacia un día esplendido, por lo que se me había antojado ir a trabajar en taxi y así regresar caminando a casa. La niña merecía también coger algo de aire fresco de vez en cuando y no estar siempre encerrada en casa.

☼☼☼

Una vez llegadas a casa, dejé a Elyssa sobre el sillón para encender la televisión y ponerle un canal de dibujos animados en lo que yo le hacía una rápida llamada a mi querida Sofía.

-¡Hola, hola!

-No estoy para juegos, Sofía.

-Vaya, ¿y ahora qué te pasa?

-Dylan. Eso es lo que me pasa.

-¿Ya lo viste?

-Sí, cuando fui a buscar a Elyssa. ¿Sabes lo que hizo el muy cínico? ¡Me abrazó y encima me pregunta que si no le eché de menos! –Alcé un poco el tono de voz sin darme cuenta.

-No le veo nada de malo...

-¡¿Qué no le ves nada de malo?! ¡¿Estás loca o qué te pasa?!

-Hey, cálmate. –Respiré hondo varias veces antes de disculparme.

-Lo siento...

-Bueno, lo que yo pienso es que tú le gustas y...

-Ya dije que te olvidaras de eso, Sofía.