Capítulo 62

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~11 DE AGOSTO~


Me removí incomoda sobre la cama antes de incorporarme rápidamente con la respiración agitada y el corazón acelerado.

-¿Olivia? ¿Qué pasa?

-Yo... Tú... –Comencé a llorar tapándome la cara con las manos sin poder evitarlo.

-Hey, cariño... –Dylan me atrajo hacia él estrechándome entre sus brazos. –¿Tuviste una pesadilla? –Asentí sorbiendo por la nariz intentando controlar las lágrimas.

-Fue horrible... Los niños y tú... Y yo no podía hacer nada... Y... –Callé enseguida al darme cuenta que en la cama solo nos encontrábamos nosotros dos mientras que durante la noche habíamos sido tres. –¡¿Dónde está Elyssa?! –Dylan me miró confundido como si hubiera olvidado que nuestra hija había dormido en medio de nosotros preocupándome aún más.

-¿Pipita? –Se levantó de la cama para mirar en el baño, pero su negación de cabeza al salir no me había transmitido nada bueno.

-¡Elyssa! –Me levanté de la cama para dirigirme a la suya con el corazón en un puño descubriendo que allí tampoco estaba. Acto seguido, bajé las escaleras hacia la planta inferior para buscarla en la cocina y en el comedor, pero tampoco había nada ni nadie.

-A lo mejor está en el jardín, Livvy...

-¡¿Ella sola?! –Ambos nos dirigimos al jardín trasero descubriendo a Anna y a Elyssa desayunando en la mesa de cristal tranquilamente. –¡Elyssa!

-¿Qué pasa, mami? –Corrí hacia ella para abrazarla fuerte completamente aliviada.

-¡¿Qué haces aquí fuera tan temprano?!

-La niña llegó a la cocina diciendo que tenía ganas de comer y decidimos venirnos al jardín. –Respondió Anna mirándonos confundidos. –Lo siento si la asusté por...

-No, no te preocupes, nana. Todo fue un malentendido. –Respondió Dylan mientras que yo no pude contener las lágrimas.

-¿Por qué lloras, mami?

-No pasa nada, princesa. Sólo me asusté al no verte en la cama, es eso...

-Lo siento... –Murmuró acercando su nariz a la mía en un beso esquimal. –No llores más, mami.

-No lo haré... –Besé su frente antes de ponerme de pie para mirar a Anna severamente. –No quiero que se vuelva a repetir algo como esto.

-Lo siento, señora. Avisaré la próxima vez antes d salir a desayunar al jardín. –Asentí seriamente dándome la vuelta para volver al interior de la casa seguida por los pasos de Dylan. Tenía que borrar aquella horrible pesadilla de mi cabeza o me volvería loca. Anna no se merecía que la tratara así ni mucho menos, pero despertar y pensar que algo malo le podía haber pasado a mi hija...

-Livvy. –Frené en cuanto la voz de Dylan me había traído de vuelta a la realidad. –¿Qué fue lo que soñaste?

-Que te habían secuestrado junto a los niños para hacerme daño...

-Cariño...

-No quiero volver a hablar de ello, Dylan. Por favor...

-Está bien, Olivia. ¿Te apetece desayunar? –Me encogí de hombros sin saber que responder. Muchas ganas de comer no tenía, pero... –Son solo las ocho y cuarto. Podemos ir...

¿Me adoptas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora