Capítulo 55

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~10 DE JUNIO~


-Oye, Dylan...

-¿Sí?

-Entonces el estudio de tatuajes está cerca de aquella cafetería antigua, ¿no?

-Sí, ¿era hoy cuando ibas a acompañar a Kysha? –Asentí guardando el móvil dentro del bolso.

Kysha me había preguntado unos días antes si conocía algún estudio de tatuajes cercano porque le gustaría hacerse uno. Sinceramente, yo no conocía ninguno, pero Dylan me había sugerido al que él siempre iba y ese mismo le había dicho a ella. Con gusto me había ofrecido a acompañarla y a contarle algunas cosas que Dylan me había dicho sobre el tatuador o el local.

-Nos vemos luego. Cuida bien de los niños.

-Para eso está Anna. –Golpeé su cabeza con mi mano dándole una colleja antes de acercarme a la puerta de entrada oyéndolo quejar. –¡Eh!

-Te la mereces por idiota.

-Vale, vale... ¿Dónde están?

-¡Por favor, Dylan! –Volví a girarme hacia él mirándolo ofendida. ¿Lo decía en serio o solo bromeaba?

-¿Qué? –Rodé los ojos negando con la cabeza antes de abrir la puerta.

-Alex está durmiendo y Elyssa jugando en el cuarto de los juguetes.

-De acuerdo. Enseguida subo con ella. –Asentí poniendo un pie fuera de casa antes de que volviera a llamarme. –¿No se te olvida mi beso de despedida?

-No, no hay beso. –Dicho esto, cerré la puerta para dirigirme rápidamente a mi coche por si a Dylan le daba por seguir retrasando mi salida con sus bromas pesadas. De verdad, a veces creía que tenía tres hijos en vez de dos...


☼☼☼


-¿Por qué quieres hacértelo? –Pregunté una vez que nos habíamos bajado del coche y habíamos echado a caminar hasta detenernos frente a la puerta del local.

-Por Damián. No me lo ha dicho ni pedido, pero sé que él le da importancia a estas cosas. –La miré levantando una ceja, pero no quise nada para no querer ofenderla. Si alguna vez quisiera hacerme un tatuaje, lo haría porque yo quisiera y no porque una segunda persona le gustara, ¿no? Aunque yo no era nadie para juzgarla ni mucho menos.Sé lo que estás pensando...

-No, no lo sabes. Al menos que tengas poderes, claro... -Medio sonrió por mi intento de broma antes de suspirar.

-Me gustan los tatuajes, y estoy más que emocionada por llegar a casa con uno que siempre me recuerde a mi familia...

-Y estás en todo tu derecho, Kysha. –Asintió volviendo la vista hacia el escaparate del lugar. –Bueno, ¿entramos? Te veo muy segura como para que te eches para atrás ahora...

-Sí... –Ambas entramos al lugar escuchando el tintineo de la campanilla que había colgada de la puerta anunciando nuestra llegada. –Hola...

-¡Hola! –Saludó alegremente la chica que había detrás del mostrador rojo caoba a juego con las paredes. –¿En qué puedo ayudarlas?

-Tengo hora para hacerme un tatuaje...

-¡Ah! Eres... –Consultó, lo que supuse que sería una agenda, antes de volver a hablar. –¿Kysha? –Mi amiga asintió. –¡Muy bien! Seguidme por aquí, chicas. –Se levantó de su asiento haciéndonos señas para que la siguiéramos a una sala continua a la que estábamos. –¿Ya sabes lo que quieres?

¿Me adoptas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora