~ELYSSA~-Y con ésto... Ya está. ¡Has sido un buen, perrito! –Dije acariciando la cabeza del cachorro al que le había puesto su última vacuna.
Tiré la aguja en su basura correspondiente para hacer lo mismo con los guantes de látex mientras que el propietario del perro lo cogía en brazos agradeciendome por mi trabajo antes de acompañarlo a la salida donde la recepcionista se encargaría de su cobro.
-Gracias, y que pase buena tarde. –Le sonreí antes de verlo salir para girarme hacia Bella. –Y con ésto se acaba el día.
-Buen trabajo, chica.
-¡Gracias! –Le guiñé un ojo antes de colgar la bata en el perchero y recoger mi bolso. –Hasta mañana, Bella.
-¡Adiós, Ely! –Rapidamente, salí del local para dirigirme a mi coche y poner rumbo a casa.
Desde que me había graduado en la carrera de veterinaria, me había propuesto abrir mi propio centro veterinario y así había hecho con todo esfuerzo y sacrificio después de mi boda con Klaus.
-¡Estoy en casa!
-¡Estamos en el salón, hija!
–Fruncí el ceño al oír la voz de mi madre.Olivia Hoffman pasaba muchos días en mi casa ayudándome con los dos bebés, sobre todo cuando Klaus y yo no estábamos en casa por el trabajo.
-¿Todavía estás aquí?
-Ajá. –Me acerqué a ella para abrazarla antes de besar la cabeza de Nick. –La última toma de leche se gastó y Klaus tuvo que salir a comprar.
-¿No me digas que fue a por leche y nunca volvió?
-Algo así. –Rodé los ojos mientras que mi madre reía provocando la risa de Nick también. –¡Pero que hermoso es mi pequeño príncipe! ¿A qué si, bebé? ¿A qué si?
-Mamá... –Murmuré mientras que ella seguía hablando con Nicklaus poniendo ese tono de voz que lo hacía reír. –¿Y Maddie?
-La princesita quedó dormida hace un rato. Haga miedo quien la despierte.
-Lo sé, en eso salió a Klaus...
–Ladeé la cabeza divertida por lo que había dicho.Y tenía razón, Madison no soportaba que alguien la despertara mientras dormía, la ponía de muy mal humor al igual que le pasaba a su padre.
-¡Estoy de vuelta! –Se oyó desde la entrada minutos antes de que Klaus apareciera en el salón.
–Hola, cariño.-¿Querías desaparecer y te arrepentiste? –Bromeé antes de recibir sus labios.
-¿Qué?
-Nada, hijo. No le hagas caso a la loca que tienes por esposa.
-¡Oye! –Me quejé mirando mal a mi madre mientras que Klaus cogía a Nick en brazos. –Bueno, voy a darme una ducha para preparar la cena...
-No, esta noche la cena la preparo yo. –Lo miré sorprendida para asentir.
-Está bien, no voy a quejarme.
–Mamá rió y enseguida me despedí de ella antes de subir a mi habitación.Klaus y yo nos compartíamos las tareas de casa, pero cocinar nunca había sido su punto fuerte. Tampoco teníamos ama de casa, bastante había trabajado ya Anna cómo nana de mi padre, de mi hermano y mía como para que también se encargara de mis hijos.
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¿Me adoptas?
Ficção Geral¿Qué pasaría si una madrugada te encontraras con un bebé en la calle? ¿Y si ese bebé tiene una nota en la cual dice "adóptame"? Olivia White era una chica de veintitrés años que adoraba a los animales y estaba totalmente en contra del maltrato anim...