~30 DE ENERO~
-¡Marc!
-¡Hola, princesita! –Marc se agachó con los brazos extendidos para recibir a Elyssa. –¿Cómo estás?
-¡Muy bien!
-Me alegro mucho, princesa. –Elyssa sonrió de oreja a oreja agarrando su mano para tirar de él.
-¡Vamos a jugar!
-Espera, espera. Déjame saludar a tu madre al menos... –La niña me miró disgustada antes de soltar la mano de Marc y cruzarse de brazos. –Hola, Olivia...
-Hola. –Reí dándole un corto abrazo bajo l atenta mirada de Ely. –Ya me parecía raro que no aparecieras en toda la semana.
-Andaba un poquito ocupado... –Asentí con la cabeza mientras que él miraba a Elyssa de reojo que seguía en sus trece esperando. –Bueno, me voy a jugar antes de que a tu hija le salga humo por las orejas...
-Sí, vete... –Murmuré sonriéndole divertida.
-Oye, ¿y Dylan?
-Supongo que trabajando. –Levantó una ceja al oír ese supongo. –Ya te explicaré luego... –Asintió dándole la mano a Elyssa para subir las escaleras desapareciendo de mi campo de visión.
La verdad era que desde aquel día en el que me había encerrado en la habitación posicionándose a favor de la asistenta social, no habíamos hablado mucho. O mejor dicho, yo no había querido hablar mucho con él...
Suspiré apagando la televisión para salir al jardín a por un baño en la piscina. Me quité el traje de playa dejándolo sobre una de las hamacas antes de ir a sentarme al borde de la piscina.
Había salido antes del trabajo y después de ducharme me había puesto el bikini por si me entraban ganas de bañarme. No hacía frío para que fuera enero, por lo que el tiempo estaba bien para un chapuzón.
Moví los pies en el agua contemplando las pequeñas hondas que se hacían tras el movimiento de éstas dejándome llevar por mis pensamientos. Tenía que solucionar el pequeño conflicto con Dylan más pronto que tarde. No me gustaba estar enfadada con él, a pesar de que lo estuviera con razón, porque no quería que Elyssa se diera cuenta y se culpara a sí misma por ello...
-Livvy... –Pegué un brinco al sentir la voz de Dylan a mi espalda. ¡Joder!
-¿Qué haces aquí?
-La reunión terminó antes de lo previsto. –Asentí para volver la vista al agua. –No me gusta que estemos peleados...
-A mi tampoco...
-¿Y que esperamos para reconciliarnos entonces? –Me encogí de hombros mirándolo de reojo para ver como se quitaba la chaqueta del traje junto con los zapatos y calcetines antes de sentarse a mi lado.
-No lo sé. Los dos somos igual de orgullosos...
-Por eso me gustas tanto. –Apoyó su mano sobre la mía sonriéndome. –¿Te apetece un baño?
-No tienes el bañador puesto.
-Eso no me impide bañarme. –Se puso de pie para terminar de desvestirse quedándose únicamente en bóxers. –Vamos. –Se tiró de cabeza al agua mientras que yo solo me impulsé sin tener que levantarme.
-Por cierto, Marc está arriba.
-Lo sé, vi su coche fuera.
-Creo que a Elyssa le gusta...
-¿Qué? –La sonrisa que había en su cara se desvaneció.
-Bueno, es no lo sé... Cuando Marc me saludó, ella casi que me mataba con la mirada.
-Mira que lo dije... –Dylan comenzó a nadar hacia las escaleras de la piscina malhumorado.
-¿A dónde vas?
-Tengo que hablar con él.
-Dylan, Elyssa solo es una niña. Es normal que se fije en él y más cuando pasan tiempo a menudo.
-Ahora es una niña, pero cuando crezca no lo será.
-Dyl. –Lo abracé por la espalda cuando lo había alcanzado para que dejara de caminar. Por suerte, aún no había salido del agua. –Marc no la va a mirar con esos ojos, al menos, no por ahora. –Dejé un beso en su hombro derecho notando el sabor del agua. Por su parte, se dio la vuelta para mirarme haciendo que pasara mis piernas alrededor de su cintura.
-No me gustaría tener que romper mi amistad con él por eso...
-No lo harás. En el colegio debe de haber muchos chicos guapos en los que Ely se fijará.
-Tampoco quiero que se fije en ningún chico. –Levanté una ceja al oír eso.
-¿Chicas, entonces?
-No, ni chicos ni chicas.
-Pues no sé como piensas tener nietos algún día...
-Bueno, para eso aún, y espero, queda mucho, Livvy. –Reí acomodándome en sus brazos para que me abrazara como tanto lo había extrañado. –Nunca olvides que te quiero...
-Y tú nunca olvides que gracias a ti, tengo una familia... –Dejé un beso bajo su oreja provocando que sus labios buscaran los míos en cuestión de segundos.
-Hacía tiempo que no discutíamos así de fuerte...
-Sí, lo siento. –Murmuré volviendo a pegar mi boca a la suya sin llegar a tocar sus labios provocativamente.
-¿Vamos a la habitación?
-Elyssa está despierta...
-Pero está con Marc. Venga, vamos. –Dylan salió de la piscina arrastrándome con él hacia el interior de la casa antes de que Anna pusiera el Santo en el cielo.
-¡Niño Dylan! Está mojando todo el piso.
-Lo siento, nana. Tenemos prisa. –Mi cara se volvió roja cuando Anna nos miró con una sonrisa pícara a pesar de estar enojada.
-Está bien. Haré como que no he visto nada... –Comenzó a caminar hacia el jardín. –Ah, y en cuanto limpie esto subo con Elyssa y el joven Marc para que no vayan a interrumpiros.
-Te lo agradezco mucho, nana. –Dylan le sonrió antes de que subiéramos las escaleras para encerrarnos en la habitación con llave.
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¿Me adoptas?
General Fiction¿Qué pasaría si una madrugada te encontraras con un bebé en la calle? ¿Y si ese bebé tiene una nota en la cual dice "adóptame"? Olivia White era una chica de veintitrés años que adoraba a los animales y estaba totalmente en contra del maltrato anim...