Capítulo 21

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~27 DE MARZO~


-¡Charl! –Grité cuando Anna entró en casa con mi querida gata en las manos. –¿Se portó bien?

-Sí, al principio no quiso comer, pero al final terminó haciéndolo.

-No está acostumbrada a alejarse de mí muchos días. –Charlotte maulló como si estuviera corroborando mi respuesta.

-¡Chali! –Gritó Elyssa caminando hacia nosotras para abrazar a Charlotte.

-No le hagas eso, pipita. –La regañó Dylan cuando la niña había empezado a jalarle la cola a Charlotte. –¿Qué tal todo, nana?

-Muy bien. Daniel pasó toda la semana con nosotros.

-Me alegro mucho. Deberías de decirle que pase por aquí de vez en cuando, hace mucho tiempo que no lo veo...

-Lo haré. –Afirmó Anna con una sonrisa en la boca antes de disculparse para salir del salón.

-¿Quién es Daniel? –Pregunté girándome hacia él curiosa.

-El hijo de Anna. De pequeños pasábamos mucho tiempo juntos.

-¿Y ahora no?

-Diferentes estudios. –Se justificó cogiendo a Elyssa en brazos. –Me gustaría presentártelo.

-Y a mí me encantaría conocerlo. –Dije sonriéndole encantada. Dylan me había dejado ver que no tenía muchos amigos de la infancia, así que estaría muy contenta de conocer aunque solo fuera a uno de ellos. –Voy a llamar a Sofía.

-¿Ahora? –Asentí encogiéndome de hombros. –Son las nueve de la noche, Livvy.

-Estoy segura que no le importará. –Saqué el móvil para buscar su número en la agenda.

-¡Olivia!

-Hola, Sofí.

-¿Qué tal el viaje de regreso a casa?

-Bien, aunque la verdad es que tengo sueño. ¿Y tú qué tal? Te llamé, pero nunca me respondiste...

-Sí, ¡lo siento! Debo decir que escuché tu mensaje, pero olvidé llamarte...

-Tú y tu cabecita... –Murmuré negando divertida. Dylan seguía a mi lado jugando con Elyssa.

-Lo siento, de verdad. Por cierto, ¿qué fue el grito que diste en el mensaje?

-No fue nada. Sólo un chico que, accidentalmente, me dio con su pelota de playa.

-¡Oh! Suele pasar... ¿Y qué tal el pie?

-Bueno... Digamos que... ¿Bien?

-¿Qué pasó? ¡Tuviste noches salvajes!

-¿Qué? No. Bueno, sí. Pero solo fue una y no fue salvaje... –Murmuré no muy alto para que Dylan no me oyera.

-¡¿En serio?!

-Sí...

-¡¿Y cómo fue?! ¿Te dolió? ¿Te trató bien? ¿Te...

-Sofía, respira. No somos unas adolescentes para que me estés preguntando esas cosas. –De reojo vi como Dylan me miraba curioso. –Espera, que me voy arriba...

¿Me adoptas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora