Capitulo 4

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Acostado desnudos en la cama Orion miraba el techo lleno de joyas, desde rubíes hasta diamantes. Acaricio el lomo de bastet y está ronroneo, esbozó una sonrisa.

- ¿te gusta? -pregunto a su gata mientras le hacia mimos en la oreja-

Bastet ronroneo más fuerte y se estiraba sobre su pecho, dejo que pasara su lengua rasposa sobre su mentón, no le gusta pero ese era una muestra de cariño de bastet hacia el.

Comenzó a reír cuando su gata comenzó a jugar con su cabello, le Hizo cosquillas en su pequeña barriga.

Beso su frente peluda y la dejo en la cama, salió de la cama sin importarle lo desnudo que se encontrab.
Estiro los brazos para des tensar los músculos, camino hasta la ventana, hizo a un lado la cortina, desde su departamento metropolitano observo pasar los carros de lujos, la nieve se acumulaba a las orillas de las carreteras. Desde el piso veintiuno podía ver la vista de la ciudad, Moscú era su lugar favorito en esos tiempo modernos.

Sin necesidad de que Kitzer hablara, el sabía que ella estaba escondida entre el closet. Fue hasta una mesilla, jalo una toalla y se la enrolló en la cadera.

- ya puedes salir -hablo fuerte- al menos que quieras verme otra ves desnudo...

- me gustan donde están mis ojos -replico Kitzer-

- pues metemos que no tengo ganas de tener ropa puesta -contesto-

Fue a la cocina y se sirvió un poco de café, necesitaba despejar el sueño. Los últimos acontecimientos lo estaban agotando, la búsqueda del maldito grial.

Ver como Mithair se iba marchitando lo tenía mal, el aura que cada dios tenía era una esencia que demostraba la vitalidad del dios, Mithair se estaba apocando, se vía más frágil    Y marchita. Verla recostada en la cama de dosel con una leve respiración, tenía que encontrar esa maldita copa.

- Mathera se ve más débil -susurro Kitzer- han intentado entrar en el limbo...

Apretó la taza con fuerza haciendo que explotara, no le importo sentir lo caliente del líquido escocer su piel.

- manda a dos krothers a resguardar la entrada -ordeno a su hija-

La vio desaparecer, chasqueo los dedos para limpiar el desastre del café, se metió a bañar.

Se puso un albornoz y dejo la tina llena con agua caliente para que bastet tomara un leve baño. 

Estaba comiendo un cóctel de frutas cuando sintió el aroma a bosque y nieve, ¿no podían déjalo sólo un día?

Alzo una ceja a modo de interrogación para que Alexa se las diera, la chica ya tenía abultado el vientre, un poco más llenita por el embarazo y no negaría que dicho concepto la estaba madurando, entendía por que el Alpha la sobre protegía y la cuidaba.

- por la cara que tienes...me imagino que no estas en tus días felices

Rodó los ojos, tomo otra taza y se sirvió café, tomo un sorbo que lo ayudo a relajarse m.

- ¿que haces aquí? -pregunto-

- vine a invitarte a la fiesta navideña -Alexa le dio un sonrisa dulce-

Se sentó en un banquillo del desayunador, vio como bastet se contoneaba sobre las piernas de Alexa, buscando atención de la diosas hasta que Alexa la cargo e hizo mimos, su gata parecía más feliz que el.

- si no vas tu, ¿puedo llevarme a bastet?

- no

Eso jamás, bastet era su única compañía constante, donde el iba ella iba, nunca se mantenía lejos.
Bastet lo miro con ojos reprochadores el sólo se encogió de hombros, pero tendría que a vérselo imaginado, su "adorada gata" empezó a maullar lastimosamente, removiéndose entre los brazos de Alexa.

2° DULCE TENTACIÓN. (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora