2° DULCE TENTACIÓN. (Sin Editar)

Capitulo 20

Frustrado y enojado maldijo al cielo, pateo una pequeña piedra, se pasó una mano por el cabello con frustración.

Se quitó la chaqueta de cuero negro y la dejo encima de la roca grande, hizo lo mismo con la camisa. Aria un poco de ejercicio antes de reunirse con su manager para aplazar la carrera.

Sudado y con los músculos a doloridos comenzó hacer abdominales hasta que dar casi exhausto, se quedo acostado con la respiración acelerada y el sol perforandole la cara.

— el olor a sudor es... —la voz de Ether lo sacó de su auto tormento mental—

— ¿rico? Se qué siempre huelo muy bien, hermano —se levanto y en su mano derecha apareció una botella de agua— gracias

— de nada y no hueles bien —ignoro la mirada de asco de su hermano– ¿has encontrado algo?

— no, cada ves que me acerco la cabeza me estalla en dolor y vuelvo al inicio —se quedo viendo el cielo–

— ah...

Ese "ah" no le gusto nada, miro con detalle a Ether, parecía un poco incómodo y más desgarbado, supuso que estaba desesperado por  encontrar a Nitz. Y eso, le recordó a Guendolin, su dulce loba, la había herido pero estaba mejor así entre más lejos de el estaría a salvó.

Destelló una pequeña toalla, comenzó a sacarse el sudor, ignoro las pullas de su hermano sobre el parecido que tenía con un actor porno, harto destello a bastet sobre la cara de su adorado y querido hermano.

— aaah, eres un hijo de puta Orion —se encogió de hombros— me ha dañado mi hermoso y sexy rostro.

— lo feo lo traes de nacimiento Ether —le dijo. Se acuclillo para acariciar a bastet— ¿mi hermosa chica como esta? 

— un día de estos la despeluzare y la aré en estofado para los niños pobres —la mirada de odio de Ether hacia la gata lo hizo reír–

— yo creo que te compuso la cara —camino hasta su hermano y alzo una mano para acariciar la mejilla llena de rasguñó— no seas un llorón, tu madre estaría avergonzada.

— tenemos la misma madre —refunfuño por lo bajo Ether—

— odio cuando hablas por lo bajo —Orion limpió el rostro de su hermano— listo

— me tratas como una mujer —Ether lo fulminó con la mirada—

— síndrome de hermano mayor —se defendió— ya que no lo puedo hacer con las gemelas....

Su rostro se ensombreció, hubo una ves que fue el hermano mayor de ellas, se había sentido el hombre más dichoso de tener dos hermosas y pequeñas hermanas a las cuales había amado, a pasar que aveces las odiaba por su arrogancia y egoísmo, las quería más que a nada.

— deberías hablar con ellas....

— no, no quiero que les afecté mi maldición

— la maldición....

Ether cayó al suelo cuando un inmenso dolor le traspasó el cuerpo, sentía los huesos rotos y el alma en carne viva. Intentó sopórtalo lo más que podía, cuando Orion puso una mano sobre su piel sintió el tacto como una hoja filosa.