Capitulo 36

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Antes que nada, espero que con este capítulo se vea por que cree estas historias (la anterior y está) todo tiene un propósito y espero que se hagan una idea. Hay mucha reflexión en lo diálogos que en mi vida he hecho :)

Surge una nueva interrogante ¿Itzar? Y otra que espero que pregunte por ella. En este capítulo quice plasmar la idea de los lobos y dioses, algo reflexivo entre los personajes y espero que les guste este capítulo como a mi me gusto escribirlo porque centré lo que mi mente planeó para estos personajes y sus aventuras desde que me llego a la mente y me anime a publicarla porque sino sólo estaría en mi computadora sin terminar como las anteriores a estas (novelas no publicadas)
Sin más las dejo leer.

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El sonido reboto por las paredes vacías del templo, alzo la mano y se toco o mejilla golpeada.

Con valor vio la furia en los ojos de su madre, Ether estaba cargando a nizt y a Mithair, el la miro suplicante.

— ¿aceptas el trato o no? —volvió a encarar a su madre— déjalos ir, hazme las cosas a mi...

Por lo menos ayudaría a unos de sus hermanos, Ether había sido un buen hermano para ella tiempos atrás y quería devolverle el favor.

— y crees que con este trato desviaras mi maldición —aspecto su madre— los años te han hecho estúpida Seira.

— no, pero les daré tiempo a enfrentarte matera.

Su madre le reverso otra cachetada más fuerte que hizo saborear la sangre en su boca, escucho los gruñido de sus hijos.

— golpeame hasta cansarte...

Su madre la miro y vio titubear, por uno segundos creyó ver a la mujer compasiva que una ves había sido su madre pero la risa burlesca la golpeo.

— espero que Orion venga a salvarte así los castigare a los dos por su pecados...

Le dio un asentimiento de cabeza a Ether para que saliera de ahí con las dos diosas, su madre la dejo ahí en medio del templo de sacrificios.

Detuvo a sus hijos de ir por Hator. Acepto con gusto la furia de su madre, se lo merecía por todo lo que le hizo en el pasado.

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— ¿ves esas mariposas? —busco las mariposa que Sebastián le indican–

Asintió, había dos mariposas atrapadas en una telaraña, estaban tan quietas.

— eres tu y Orion

Se quedo viendo como el depredador iba rumbo a sus dos víctimas, hizo puño sus manos al comprender que las dos mariposas iban a morir, y en efecto sucedió.

— gracias por decir que vamos a morir —se levantó del pasto para alejarse de el— creo que es estúpido pensar en vivir cuando solo puedo morir

Susurro, observo como el sol cubría todo el pasto y árboles, por el rabillo vio Sebastián caminar hacia ella.

— no se puede controlar el destino, lo que trato de decirte es que arregles todo con Orín, que los dos encuentren su camino. El necesita que lo liberes, Seira, está tan arraigado al pasado que no ve su felicidad.

El aire le alborotó el cabello y dejo que Sebastián le colocará un flor entre la oreja derecha.

— ambos sabemos que ya no es amor lo que los une, sino más bien el hecho del deber, de no defraudares el uno al otro.

2° DULCE TENTACIÓN. (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora