Capitulo 12

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Al día siguiente Guen amaneció con el peor dolor de toda su vida y no podía ni si quiera levantar un brazo sin morir de dolor en sus músculos.

Jamás había sido buena en luchar más bien prefería la cocina y leer, un poco de comer chucherías, bajo las escaleras chillando y gritando cuando llego al final soltó un largo suspiro de que por fin haber llegado al final de tal tortura.

Arrastrando las piernas camino hasta la cocina donde encontró a Sam dándole sonrisas a mitzi que se sonrojaba, de ahí vio a Darius tomando café y al verla bajo la vista, rodó lo ojos al captar los pensamientos de Darius, así que camino como si estuviera escaldada cosa que le dio risa a Damien y ella lo fulminó con la mirada.

- no te rías -mascullo yendo hacia Darius- tu Rubio teñido....

El gemido lastimoso que soltó Darius al escuchar su apodo fue cómico, Damien palmeaba el hombro de su hermano mientras iba a fuera para jugar con sus hijos y su compañera.

- dijiste jamás volverías a decirlo -se quejo Darius alzado los brazos-

- eso fue antes de que anoche me dejarán sin huesos -sin pensarlo se dejo caer en la silla cosa que le causo un dolor horrible- dios....

- lo siento -noto arrepentimiento en la voz de Darius y lo abrazo-

- vele el lado bueno...

- ¿cuál?

- no se. -se rio y Sam le lanzó una uva a la cara- ¿que? ¡Darius no es el único gracioso en la familia!

- la mala influencia zanahoria -la diversión en la voz de Darius- aunque deberías ponerte a die...

No término la oración al sentir unas filosas garras en sus muslos y palidecía, Guen alzo una ceja retándolo.

- si una vez pensé que eras sumisa me arrepiento -quitó la mano de los muslos de Darius. Estiro una mano para coger una manzana-

- sabes que no soy muy abierta con los desconocidos -se defendió- además tu eres familia....bueno...te...

- somos familia Guen, eres mi hermana seas o no de sangre -las palabras de Darius tocarán una fibra de anhelos en ella-

Mitzi corrió hacia ellos y los abrazo, Sam se les unía sin antes darle un golpe en la cabeza a Darius.

- todos pensábamos que ustedes dos acabarían juntos -río Sam- yo y Damien hasta hicimos una apuesta.

- ¿QUE? -gritaron los dos-

- ya tiene, me gane trescientos euros -el rostro de Sam parecía soñador- como olvidar el rostro de Damien cuando supo que había perdido.

- Damien no es buen perdedor -todos asintieron-

Guen los dejo y salió a buscar bayas para su tarta, cada paso que daba dolía pero no importaba tendría sus bayas y disfrutaría de su tarta. Encontró los arbustos y fue hasta ellos comenzó a cortar las bayas y meterlas en la canasta, minutos más tarde capto su aroma a canela y aumenta con un toque masculino, lo sintió detrás de ella.

Lo ignoro, siguió cortando sus bayas hasta que una mano masculina le quitó la canasta, se levanto media a dolorida para voltearse a verlo cruzando los brazos.

- dame la canasta -lo miro malhumorada-

- no me ignores -Orion la miraba enojado-

- ¿ahora soy yo la que te ignora? Tu desapareciste una semana y ningún hola -le acuso-

2° DULCE TENTACIÓN. (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora