2° DULCE TENTACIÓN. (Sin Editar)

Capitulo 15

Alan cargaba a Seira para no atrasar el paso, la chica últimamente estaba tan agotada que el temía por su salud. Un que estuviera viva por tiempo temporal el no iba a permitir que le pasara algo, se sentía responsable de ella.

— agarre fuerte de mis hombros —indico mientras bajaban la colina- si caemos....

—caemos juntos -término Seira por el—

— eh... Eso también -río- pero si caemos lo más seguro que acabemos jodidos.

Las horas pasaban y ellos poco avanzaban, la sintió apoyar su cabeza sobre su hombro, con su manos la alzo más ya que se le estaba resbalando.
Sus pisadas sonaban bajo la hierba seca y viva, miro el cielo nocturno, las estrellas estaban comenzó a salir, el aire era húmedo y cálido, por lo que sería una noche agradable, salto un un bache de agua y la risita de Seira le causo gracia.

— no te rías chiquilla —intentó sonar molesto—

— deberías descansar Mi señor —ella intentó bajarse pero el la retuvo–

— ya casi llegamos a la línea divisora —miro el final de los bosques de Kirim- ya casi llegaremos a mercy's Fall...

— estas cansado, lo mejor...

— estas hiriendo mi ego de cazador, Seira –está vez si que estaba molesto–

- lo siento....

Mejor, siguió avanzando con pasos firmes a pesar de que su cuerpo sentía la fatiga del día entero de estar caminado. Escucho un ruido como si el viento cantara y supo que era Seira la que hacia aquel sonido y a preguntar porque lo hacia cuando escucho el chillido de un mounstro más bien como el gruñido.

Sus músculos se tensaron y bajaron a Seira, le hizo señal para que guardara silencio, busco donde esconderla.

– ella nos ayudara –la sonrisa que iluminaba el rostro de la joven lo desconcertó-

Alan miro el cielo y vio a una mujer con alas del tipo de los murciélago, a como se fue acercando la criatura vio que la mujer tenía piel gris no tan gris mas bien cuando estas muerto y la piel pierde ese color de vida que trae, desnuda estaba la criatura.

— es una arpía, mi señor –seria le hizo señas a la arpía— es mi hermana

— ¿tu que? –medio grito— creí que eras humana...

- lo soy, nací siendo humana -miro como Seira vea fascinada a la arpía– fui la única nacida así, mi madre aún así me amo y dejo que viviera como una humana pero...

Asustado vio como se tambaleaba y soltaba un quejido de dolor al tocarse la cabeza, la sostuvo mientras la arpía bajaba del aire y veía desconcertada a Seira.

- ¿Moya Sestra? -la voz de la arpía era suave- ¿Seira?

La arpía era muuuuy feaaaa pero abrió la baca cuando una pelirroja voluptuosa tomo su lugar, un rostro hermoso e hipnotizan te, labios rojos, unos ojos verdes esmeraldas con motas doradas, piel clara, muy hermosa aunque el prefería a las morenas pero no negaría que estaba para comer... Aunque su plato favorito era Darius.

La vio hablar en un lenguaje que no conocía y la arpía asentía para después volver a tomar esa forma fea y aterradora.

— nos llevara hacia tus amigos -y el abrió la boca–

Se iba a mear estando en el aire, tenía una pequeña fobia a las alturas.

— muuuy bien...

Vamos Alan ponte los pañales de chico grande, un poco de altura no ara daño o ¿si?