Capitulo 41

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— ¿de que hablaron? —la pregunta la tomo desprevenida– Guen...

— no puedo decírtelo —se mordió el labio inferior. La miraba de un manera que le daba miedo– tienes que hablar con ella...

— ¿y que le dijo? Si ni yo mismo se lo que pienso, ni quiero y siento –la exasperación de su voz fue sorprendente–

Se acerco con cuidado, deslizo un brazo sobre sus hombros e inclino la cabeza sobre un hombro.

— cuando estés listo lo harás –acaricio su brazo para reconfortarlo— te ayudare.

— no Guen, no voy a dejar que des todo de ti por una persona como yo, no sabes las cadenas que cargo encima...

— pero es mejor enfrentar todo con alguien a tu lado que hacerlo solo –le acaricio el rostro y vio dolor en ese hermoso rostro– quiero estar a tu lado, te amo y se que no soy una mujer hermosa ni mucho menos bonita pero...

— Guendolin, eres hermosa toda tu, el físico sólo es una cáscara que engaña, se va, en vejeces pero los sentimiento que tienes perduran... Eso fue lo que vi en ti.

Lo miro sorprendida, como no lo iba a amar si era un hombre tan detallista, protector y sexy.

— ¿lo dices enserio? –pregunto temerosa, su autoestima estaba muy baja, no podía seguir engañándose, Aaron hizo malla en ella–

— lo dijo totalmente enserio, no me ves como algo más que sexo, la mayoría lo hace, pero tu... Tienes algo que me hace desear ser un hombre normal, sin pasado, sin mierda alguna, eh deseado no hacer sido un dios..

— pero yo amo eso de ti, no eres como otros que abusan de su poder, eres leal y amas intensamente —pegó sus frentes– no cambiaría nada de ti... Al menos cuando no quieras hacer el amor conmigo... Ahí si te cambiaría.

Su carcajada masculina, era hermosa, adoraba su sonrisa como su ego hacia si mismo.

— tendré que hacerte el amor todo los días... —si previó aviso el la estrecho en sus brazos y reclamo sus labios en un beso apasionado–

Entre besos y besos se olvidaron de que tenían espectadores hasta que los aplausos se hicieron presente.

Avergonzada oculto la cara en el cuello de Orion, su risa la hizo reír igual, escucho a su... ¿Cuñado? No cree que a Ether le gustará ese término.

Los dos hermanos se insultaban, Ether no soltaba a Nitz parecía temeroso de soltarla y la diosa sólo ponía los ojos en blanco mientras se burlaba de Orion.

Era raro convivir con los dioses, deidades que eran divinas entre ellos era sorprendente, ahí vio que la humildad residía entre las clases sociales, todo eran iguales y ninguno menos que otro.

Mora apareció y abrazo a Mithair, nunca había visto tal demostración de efecto entre dioses, y era sorprendente.

Saharat se sentó a su lado con una copa de vino para ella, hablaron de todo y de nada hasta que vio que su amiga miraba al vampiro.

— ¿que pasa Saharat? —agarro la mano de su amiga para que supiera que la escuchaba–

— el... Hay algo en el que me... No se, sólo se que mi loba quiere morderlo y no de la forma para matar.

Abrió los de par en par, volteó a ver al vampiro, parecía estas tensó entro todos los presentes, pero sobre todo no soltaba la mano de la diosa de la muerte, que parecía tan frágil en esos momentos.

— creo que....

— lo se, puedo oler el vínculo entre ellos y eso es lo peor —susurro Saharat, la abrazo fuerte–

2° DULCE TENTACIÓN. (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora