Capitulo 22

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Estaba saliendo de la ducha cuando fue llamado con un hechizo, no lo dio tiempo de vestirse. Mataría a quién lo había llamado.

Se vio en el interior de la mansión de los Serovas y con una mierda de gente, alzo una ceja a modo de interrogación a Alpha de los lobos.

— has no un favor y ponte ropa –Damien le lanzó una cabecera para que se tapará su tesoro–

Chasqueo la lengua molesto pero atrapo la cabecera, camino despreocupadamente por quién por diera verle en pelotas, maldijo por lo bajo cuando la escucho. Su vos dulce y apacible lo puso duro, se puso la almohada en la delantera cuando Guen y Saharat salían del despacho de Damien.

— vaya, vaya –Saharat lo miraba con picardía y más abajo de su rostro— un dios al desnudo y bien dotado...

— ¡mujer! Deja de verme ahí —se quejo. Por primera ves en su miles de años estaba incómodo—

Sus ojos se toparon y sintió como una estampida de elefantes lo apaleaba, sus ojos castaños traspasaba sus defensas, las ganas de besara la y estrecharla entre sus brazos se intensificaron pero se recordó que no podía.

— ¿necesitas ropa? —su voz fue como un canto que lo dejo estúpido y sólo la miro como un idiota– ¿Orion?

— no, necesito entrar y....

Los dos se miraban, los dos mostraban lo necesitado que estaban del uno al otro, Orion capto la reticencia se Guen  y lo entendía, la manera en que la trato y la falta de palabras de su parte no eran dulces, merecía su odio, su ira y lo que fuera; pero no la quería ver morir, todo merecía la pena si ella vivía y era feliz aunque no fuera con el.

— admito que tienes un hermoso trasero —rodó los ojos cuando su hermano dijo aquello— pero prefiero verte con ropa.

Alzo una mano y le hizo un gesto obsceno con el dedo de en medio, paso a las dos mujeres y procuro no rozar a Guen, azoto la puerta al cerrarla y escucho la maldiciones de su hermano por que le había roto la nariz.

Lanzó la almohada, coló ropa en su cuerpo con tan sólo pensarlo, Ether entro acompañado con Derek.

— no estoy de humor para tonterías —amenazo sentándose en el sillón de cuero—

— muy bien, entonces saca tu culo de aquí y vete a joder —aspecto enojado Ether— porque la mierda de todo esto nos está reduciendo.

Eso llamo su atención y miro a su hermano.

— ¿a que te refieres? —pregunto–

— oh mira, el está ya interesando —le dijo Esther a Derek—

— dejemos no de puteria señores —hablo Derek—  lauyel está muerta.

El impacto de esas palabras lo golpearon, la diosa menor de la muerte estaba muerta, eso repercutiría, había un desequilibrio y eso triaría consecuencias severas.

— ¿quién lo hizo?

— una arpía, la joven diosa intentó ayudar a Mithair —respondió Derek–

Un grito se escucho, Orion y Ether destellaron hacia fuero, los lobos estaban rodeando el patio, camino hasta llegar más adelante de la muchedumbre y vio a cinco lobos morir de... ¿La apeste?  Pero lo que más sorprendió que después de morir abrieron lo ojos y estos tenían un tono rojo.

— si no hay muerte....

— nadie muere. Están infectados por un virus...

Las hembras gritaron cuando uno de los lobos infectados se lanzó, Orion movió la mano y lanzo al lobo lejos de las mujeres.

2° DULCE TENTACIÓN. (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora