El miedo se colaba en cada parte de su cuerpo, por tercera vez miro el cielo rojo, tan rojo, casi como la sangres que se derramaría en unos días.
Los rostros tensos, demacrados por la inseguridad de lo que pronto pasaría. El miedo reinaba entre ellos, Damien estaba encerrado con sus altos líderes en su estudio privado planeando estrategias para la lucha contra Itzar.
Los demás estaban con el nudo en la garganta, Guen por más que intentaba estar tranquila no lo estaba, Orión estaba más sobreprotector con ellas, parecía no querer dejarla sola ni un solo instante, no se quejaba pero ella no era ni estúpida ni débil y odiaba que la tratara así.
- Todos están tan... -ni sabía cómo describir las emociones que circulaban ahí.- el ambiente es tan gris que me dan ganas de correr.
Saharat le dio una pequeña sonrisa mientras abrochaba el capote de Nick que se iba un tiempo a Vancouver con sus abuelos mientras todo esto pasaba, mucha gente estaba dejando el pueblo desde humanos a lobos que nunca fueron entrenados y solo eran civiles.
- es normal, nadie sabe de lo que es capaz de hacer Itzar –Saharat la miro con un deje de preocupación, agarro a Nick entre sus brazos, ella se los quedo viendo-
- deberías irte a donde están tus padres... Nick te necesita mas que...
- me gustaría... -la voz de saharat se entrecorto- Damien necesita toda la fuerzas posibles para luchar con la puta reprimida de Itzar
No pudo evitar reir ante el insulto sumamente ofensivo a una deidad, camino hasta donde estaba su amiga y las dos se abrazaron, asi aplastando al pequeño Nick.
- cuando se acabe recuérdame ponerme al sol desnuda –las sonrisas de saharat y Nick le hicieron sentir mejor de lo que estaba-
- dalo por hecho, si vivimos, ten por seguro que te lo recordare
- no lo dudo, no cambias –nego riendo- vamos te acompaño a dejar a Nick al auto.
Las dos salieron del cuarto y bajaron a la planta principal de la mansión, entraban y salían hombre, todos con una expresión indescifrable que le ponía los pelos de punta. Salieron al patio principal, ahí estaba Orión con Ether hablando sobre unas cosas cuando la vio le sonrió y ella le regreso la sonrisa toda roja, él le hacía sentir muchas cosas que no lograba entender ni acomodar, revolucionaba todo sus ser.
Un trueno resonó por todo el exterior, las aves comenzaron a gritar y a volar lejos, el bosque se sentía vacío y lúgubre.
Los brazos de Orión la rodeaban y la protegían del frio de la noche, toda la manada estaba afuera hablando, bebiendo cerveza, riendo alrededor como si no hubiera un mañana, se pegó más la fuerte pecho de Orión para sentirse seguro.
- tengo miedo –susurro. Sintió los fuertes brazos de Orión contraerse y apretarla más.- me imagino que tu no sientes miedo...
- lo tengo, tengo miedo a perder todo lo que amo y más quiero –sus palabras le detuvieron el corazón- hasta los dioses tenemos miedo algunas veces, Guen.
Girándose entrelazo sus brazos sobre el cuello de él, se miraron diciendo todo lo que con palabras no se podía decir. Poco a poco se fueron inclinando uno sobre el otro hasta que sus alientos se entremezclaban, suspendidos a unos centímetros de la boca del otro, ninguno se movió para cortar la distancia que se paraba sus bocas. Y es que era como si el tiempo se hubiera detenido por unos segundos donde el quedarse asi era primordial como lo era respirar y amar.
- Te amo, Guendolin. Cada fibra de mi ser te anhela y te desea, haces que todo parezca más fácil de llevar, le das sentido a mi vida y a mi existencia, era como una flama en mi pecho que calienta mi corazón –las manos masculinas le rodearon el rostro y por un momento se sentía a morir- no sé qué haría sin ti. Te amo.
El beso. Oh... aquel beso fue como ninguno, se podía saborear los sentimientos, la entrega y el amor.
Quería gritar a los cuatro vientos lo maravillosa que se sentía, cuando el beso termino los dos unieron sus frentes y se miraron con complicidad.
- eso fue lo más hermoso que me han dicho, te amo –le beso y orion la estrecho entre sus brazos- jamás me dejes
- nunca, moriría antes de dejarte y ni la muerte nos va a separar.
Así estuvieron por unos largos segundos hasta que del cielo cayo un rayo, impactando contra unos árboles que enseguida tomaron fuego, fueron cayendo varios hasta que el bosque casi estaba en fuego, todos miraban con horror todo aquello.
Varios rayos cayeron pero esta vez de diferentes colores, uno morado choco contra la tierra donde la diosa Mora estaba vestida con un vestido blanco y rojo, un corcet de oro sobre su cintura, en su mano derecha estaba una espada y en su otra mano un escudo, una corona de tres picos como los rayos del sol, la expresión de la diosa era firme.
Un segundo rayo cayó de color verde agua, la diosa Nitz apareció enfundada en un vestido verde y un arco, estaba alado de Mora, los ojos de las diosas resplandecían, los ojos de Mora de un plateado tan brillante, los de Nitz eran verdes y destellaban, un tercer rayo cayo y apareció el hermano de Orión.
Montado sobre un semental negro grande, iba vestido de un traje de guerra, enfundado en una armadura de oro, un espada de plata que brillaba por el filo que tenia, Ether era muy guapo como Orión se distinguían por el color de ojos, orion los tenia ambarinos mientras Ether de un verde esmeralda frios y mortíferos.
Un cuarto rayo se estrelló contra la tierra este era negro, una neblina se formó y la diosa de la muerte apareció, plata y seda era el vestido de Mithair, la parte de la cintura para arriba hasta los pechos era un corcet de plata en medio del pecho una joya roja relucía, de cintura para abajo seda, la tela se ondeaba bajo un aire inexistente que solo la rodeaba a ella, su largo cabello negro siempre suelto ahora estaba amarrado en una coleta, sus ojos grises emitían un brillo que solo los dioses tenían y nadie más, la mano derecha de la diosa sostenía un báculo de huesos que en la parte superior estaba un cráneo con dos ojos de rubíes.
Los cuatro dioses estaban en fila uno a lado del otro se podía sentir e inhalar el poder que emanaban cada uno, la guerra estaba por comenzar, su manada empezó a tomar su forma lobos y después aullaban a la luna.
Los únicos en forma humana eran, Damien, Darius, Alexa, Saharat, Sam y ella. Una risita se escuchó y apareció Kitzer, vestida para pelear
Los truenos y relámpagos cubrían el cielo ahora gris, agarro la mano de orion cuando el suelo tomo otra forma que no logro identificar hasta unos segundos después.
Un tablero de ajedrez...
Enfrente de ellos estaban los cazadores, semi dioses que podían casi pelar con un dios; protegidos bajo el poder de Itzar.
La anfitriona aprecio, después de que un rayo rojo cayo impactando con fuerza en el tablero, vestía con una diáfana roja ajustada en la cadera y un cinturón dorado, un top de oro dejando su abdomen plano expuesto, el hermoso rostro de Itzar se plasmaba una sonrisa burlona, su cabello amarrado en una coleta y con una de sus manos agarraba un baculo de madera con una esfera gris sobre la parte superior.
- ¿listos para morir? –Sus voz suave destilaba odio y diversión-
¿Dónde estaba Alieth?
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nuevo capitulo espero que les guste :)
20 comentarios y votitos :3 vamos debatir que va a pasar.
Tengo una hoja donde los puntos claves de los últimos capítulos y posibles.... ?? No diré :3 sólo prepárense para gritar, quizás llorar, odiarme jajaja o quién sabe :3
Sin más harás el domingo haya puto capítulo :3
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2° DULCE TENTACIÓN. (Sin Editar)
WerewolfAveces no puedes controlar el destino, sólo puedes nadar con la marea y esperar el punto final. Ellos dos eran tan diferentes pero se necesitaban el uno al otro hasta el punto de respirar el mismo aire. #2 #segundo libro (sigue después de reclamada...