Capitulo 35

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La calidez que lo rodeaba se volvió fría y fue como si le tirarán agua fría en la cara, se despertó sobresaltado.

Estaba en un cuarto, no era el suyo, ya que este era... Algo sencillo, la cara la tenía mojada por lo que en realidad si le habían tirado agua fría a la cara.

Un risita se escucho detrás de el, volteó a ver y vio a Seira, tenía un cuenco en su manos vacío.

— parecías no querer despertar —algo no concordaba...— ¿pasa algo?

¡Si, se supone que estas en el templo de Hator! Grito mentalmente el, y entonces recordó, este era un recuerdo.

— me estas asustando Orion —sus ojos mostraron miedo— ¿estas bien?

— si —digo.

— muy bien... –ella se dio la vuelta dejando sólo—

Pasado juntos minutos se aburrió de estar Sentado, se paró y fue a fuera para ver. No espera quedarse petrificado ante lo que tenía enfrente.

Seira estaba desnuda, sentada sobre una silla de madera mientras se pasaba un trapo húmedo por el cuerpo, una parte de el se sintió mal, algo le decía que no estaba bien verla desnuda.

Se sentía incómodo así que decidió seguir caminado como si nunca la hubiera visto desnuda.

— ¿Orion? –su nombre lo detuvo, no se giró a verla–

— ¿si? —pregunto.–

— ¿te vas a ir? —pudo notar en su voz cierta angustia– ¿te he hecho enojar?

No, pero era incómodo estar con ella por alguna razón, como si verla así fuera malo y no podía explicarlo. Así se sentía cuando veía a sus dos hermanas menores bañándose, negó y respondió.

— iré al pueblo por algo....

Si, huir eso es lo que quería.

— como gustéis mi señor...

Como odiaba cuando ella lo trataba así, dio media vuelta y fue hacia ella, estaba cubierta por un ligero trapo que sólo enmarcaba su cuerpo de mujer exquisita. Le agarro el rostro con las manos.

— todo está bien, no tienes por que sentirte así ¿si? Todo está bien entre tu y yo...

¿Si? Hay joder! No lo sabía.

Entonces escucho su voz, suave y temerosa, el mundo comenzó a difuminarse, Seira se volvía borrosa y cuando ella lo intentó besar se alejó, ella desapareció de sus manos.

Todo se desmoronaba enfrente suyo, quería gritar y buscar a Seira, el sentimiento de perdida lo desgarro, no,no otra ves no, se había ido de sus manos e incapaz de salvarla.

Ella se había alejado, el le fallo otra vez, lo necesitaba y el fue incapaz de darle consuelo.... ¿Otra vez?

La vio, estaba en el borde del acantilado, a lado de el estaba Hator con su báculo enfrentando se a el y diciendo algo que no podía escuchar, la voz que decía su nombre se volvía más fuerte, la ignoro, intentó correr para impedir que Seira cayera al
Vacío.

— NOOOOOOO —grito desgarrando se la garganta, escucho el frío de Hator al ver a Seira tirarse al acantilado–

Y entonces la realidad volvió a el cuando su nombre fue un grito, la que caí al acantilado no era Seira, era Guen, la agarro con fuerza para que no cayera.

Sentía arder el abdomen arderle por los raspones a tirarse para impedir que Guen cayera. Su mirada de miedo le perforo las entrañas.

— sujétate bien —grito, la sujeto con su otra brazo e intentó subirla–

2° DULCE TENTACIÓN. (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora