capitulo 13

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Por milésima ves se pasó la mano por el rostro con frustración, no podía dormir. Dormir era una tortura para él ya que los sueños eran sobre su pasado que últimamente lo atormentaba pero a la vez lo llenaba ya que recordaba cuando estuvo con Alan.

Se acomodó más entre las sabanas y se colocó una mano entre los ojos, contó varias veces las puñeteras ovejas con la intensión de conciliar el sueño, por último se las imagino comiéndoselas. Enojado golpeo el colchón con fuerza, se levantó y fue al baño para lavarse la cara a ver si con eso despegaba la frustración y la ansiedad, necesitaba saber que Alan estaba bien o moriría de la angustia.

Se lavó la cara con agua fría a ver si eso funcionaba, se miró al espejo y lo que vio lo dejo sorprendido estaba cambiado sus rasgos eran más definidos y adultos, sus ojos verdes diferentes a los de su hermano destilaban ira y sed de venganza, quería matar todo aquello que le había arrebatado a su compañero; tenia barba de unos días se pasa la mano y sintió lo rasposo ya era hora de rasurarse a Alan nunca le gusto la barba, buco una navaja entre el cajón de artículos de higiene, saco la crema para la depilación y comenzó, minutos más tarde estuvo con el mentón a piel libre.

Sin pudor alguno observo con detalle su cuerpo desnudo desde el espejo, sus hombros eran un poco más fibrosos que antes, su abdomen estaba más trabajado y no diría lo que iba más abajo ya que sería decirlo de una forma arrogante. Sin más salió del cuarto de baños para volver a lanzarse a la cama pero el llanto de Alondra comenzó a escucharse, Damien y Alexa estaban discutiendo por quien le tocaba ir, irritado se puso un pantalón de pijama, y salió de la habitación, grito que él iba a cuidar  Alondra hasta que la pequeña retomara el sueño, con la esperanza de que lo contagiara.

Sus pisadas eran amortiguadas por la alfombra de los pasillo, sus pies podían sentir la suavidad de la tela persa, pero él no deseaba sentir esa suavidad, Darius quería sentir la piel de su amante y compañero, enojado consigo mismo apretó los puños y soltó el aire para relajarse, llego a la puerta de caoba clara con el nombre de la pequeña, abrió la puerta y entro, su sobrina lloraba a todo pulmón pero cuando lo vio dejo de llorar.

- hola mi hermosa cachorra –la tomo en brazos y la niña pareció gustarle porque le regalo la sonría llorosa pero la más hermosa de todas- aquí esta tío Darius...

La recostó entre sus brazos y comenzó a arrullarla para adormecerla, Alondra lo miraba con eso hermosos ojos azules con motas doraditas, sus enormes pestañas aumentaban su belleza, su cabello un poco rizado de color castaño, su sobrina era hermosa, se había enamorado de ella de tan solo verla, la protegería de cualquiera que quisiera hacerle daño, rio cuando la pequeña manito fue a su boca y comenzó a jugar con su nuevo piercing, hizo una mueca cuando la pequeña se lo jalo con fuerza.

- eres igual a tu madre –le dijo alzando una ceja. Después decidió darle un montón de besos en esos redondos cachetes que hizo reír a su sobrina- veo que no te dormirás rápido Alondra.

Fue a la cama que había en el cuarto, Damien solía quedarse a dormir ahí con sus dos hijos, Andrew era el menos rebelde, era muy tranquilo cuando dormía pero le gustaba molestar a su tío Darius, a Alan le gustaría más el pequeño Andrew por molestarlo a él. Suspiro lleno de tristeza y se puso a jugar con Alondra mientras su hermano seguía en el mundo de los sueños, pero se levantó al escuchar el grito de su hermana, fue a cargarlo y lo beso en la frente el pequeño le regalo una sonrisa, jugo con los dos hasta cansarlos, vio como dormían tan plácidamente que le dio envidia, los dejo a cada uno en su cuna y salió del cuarto, entre el camino a su habitación a bostezo un par de veces, cuando llego se quitó el pantalón de pijama para después lanzarse a la cama. El sueño lo reclamo llevándolo a la primera vez que había hecho el amor con Alan.

2° DULCE TENTACIÓN. (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora