El chico del iba agarrada Wendy de la mano la llevaba por un montón de calles diferentes para perder a sus perseguidores, pero a pesar de que estuvieran borracho no les perdían de vista.
Wendy: Todavía nos persiguen.
*Dijo asustada*El chico no giro la cabeza, le bastaba con sus palabras para saber que era verdad, y al instante aceleró el ritmo. Wendy no entendía muy bien por que, la única conexión que tenía con ese chico eran sus manos, el sujetaba la suya y ella no le soltaba.
El chico de repente dio un giro a la esquina de un edificio que daba a un callejón muy oscuro, el de apoyo en la pared y colocó a Wendy delante de el, sin soltarle la mano.
Wendy: ¿A que se supone que... *El chico la hizo callar tapando la boca de Wendy con su mano*
¿?: Shhh.
La mano de Wendy no le dejaba de temblar,estaba muy, muy nerviosa, pero el chico la calmó con la suya, la hizo sentir protegida, en compañía, a salvo.
Por un momento Wendy olvido todo lo que estaba pasando con un sólo gesto de cogerle la mano que la hizo transportarse a un lugar donde estaba completamente a salvo, donde estaba en casa.Pero esa calma se rompió cuando los chicos que les perseguían aparecieron por la calle; el no parecía nervioso, estaban escondidos en la oscuridad, y el ir vestidos con tonos oscuros ayudaba.
Hunter: ¿Donde se han metido?
Oliver: No lo se.
Hunter: Será mejor que volvamos a ver si Chad se ha despertado.
Los chicos se marcharon y Wendy respiro aliviada. Para asegurarse de que ya no estaban asomaron sus cabezas por la pared, y efectivamente se habían marchado.
Wendy: Creí que no nos dejarían en paz nunca.
¿?: Y yo.
Wendy: Gracias por salvarme, pero ¿Quien eres?
El chico no respondió, sino que se quitó la capucha.
Wendy exclamó sorprendida, era la única persona que no esperaba ver en esos momentos.
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El autentico país de nunca jamás
Genç KurguHan pasado diez años desde que Wendy Darling jugaba con su mejor amigo y vecino Peter Collins. Ahora Wendy tiene 16 años, va al instituto y tiene nuevos amigos, pero algo va a cambiar, algo que le hará replantearse toda su vida.