Peter y Wendy seguían sentados en la rama del árbol, habían terminado de comer, pero no tenían ninguna prisa por bajar.
Peter: Buff, no creí que fuéramos a comernos todo. *se froto la tipa*
Wendy: Yo tampoco *rió* te has pasado un poco con la fruta.
Peter:¡¿Yo?! Perdona, pero los niños perdidos me ayudaron.
Wendy: Pero es que ellos comen como lobos.
Peter: Tienes razón. *rió* La próxima vez, la preparare yo solo.
Wendy: ¿Es que va a haber una próxima vez?
Peter: No lo se. Si quieres... se podría repetir...
Wendy: Te pones igual de nervioso como cuando eras pequeño.
Peter: ¡No es verdad!
Wendy: ¡Si que lo es! ¿No lo ves? eres igual que un niño pequeño.
Peter: ¿Y eso es malo? *Dijo con chulería y apoyando la espalda en el tronco y colocando sus manos detrás de su cabeza*
Wendy: En ti, es lo mas normal del mundo. *rió*
Fue entonces cuando una ligera brisa comenzó a soplar, Wendy cerro su ojos y dejo que el viento acariciara su pelo desde la raíz a las puntas, mientras Peter la observaba.
Peter: ¿En que piensas?
Wendy: En el viento. Me recuerda a lo ligera que me siento cuando bailaba con mis amigos.
Peter: ¿Bailar?
Wendy: Si, ¿Nunca has bailado?
Peter negó con la cabeza.
Wendy: Pues ahora voy a romper eso.
Wendy bajo del árbol seguida de Peter.
Peter: ¿Que tengo que hacer?
Wendy: Normalmente en el baile uno se deja llevar por la música, pero como no tenemos, te enseñare un par de pasos y luego nos dejaremos llevar.
Wendy se coloco delante de Peter para comenzar la clase exprés de baile, Wendy cogió la mano de Peter y la coloco en su cintura, los dos sintieron el mismo escalofrió recorriendo sus espaldas, se miraron y se sonrieron. La otra mano de Peter estaba sujeta y levantada con el brazo de Wendy y su otra mano, en el hombro de Peter.
Wendy: ¿Preparado?
Peter: Creo que si.
Wendy sonrió y comenzó a moverse guiando a Peter al rededor del árbol.
Peter: ¡Lo estoy haciendo!
Wendy: ¡Por supuesto que si! pero no mire a tus pies, mírame a mi *Peter levanto la mirada y la fijo en Wendy*
Cuando Peter cogió confianza, empezó a dar vueltas a Wendy, a levantarla por los aires y miles de cosas mas.
Wendy: Lo haces genial.
Peter: ¿Lo dudabas? Yo todo lo hago bien.
Wendy vacilo y Peter rió. Peter la hizo caer agarrándola de la espalda y cuando volvió a subirla, sus caras se quedaron a escasos centímetros entre si. Los dos se dejaron llevar por el momento, Peter quiso besarla, pero de repente empezó a llover. Los dos se separaron y comenzaron a reír.
Peter: Sera mejor que nos vallamos o acabaremos mas empapados de lo que ya estamos.
Wendy: Si, sera lo mejor.
Peter cogió la cesta y después los dos salieron corriendo hacia el refugio riendo bajo la lluvia.
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El autentico país de nunca jamás
Novela JuvenilHan pasado diez años desde que Wendy Darling jugaba con su mejor amigo y vecino Peter Collins. Ahora Wendy tiene 16 años, va al instituto y tiene nuevos amigos, pero algo va a cambiar, algo que le hará replantearse toda su vida.