Las clases terminaron y todos estaban ansiosos por la fiesta de esa noche, pero sobre todo Jennifer, que fue la primera en salir corriendo de clase, seguida de sus amigos para que no pensaran que estaba loca.
Wendy se empezó a preparar hacia las siete y media para estar allí a las nueve menos cuarto.
Se pegó una ducho, y al salir se seco el pelo y se lo rizó, después lo recogió en una coleta y se dejó dos mechones fuera, uno a cada lado de la cara.Después se encaminó hacia el armario y sonrió al ver la ropa.
Empezó a probarse conjuntos, uno tras otro hasta que encontró el conjunto ideal; un mono azul eléctrico de tirantes y una chaqueta de lentejuelas negra de media manga, unas medias de color carne y unos botines negros. Sin olvidarse de adornar sus muñecas con la pulsera que compartía con Peter y la muñequera de niña pérdida que le regalaron antes de irse.Después sacó una cesta que estaba hasta arriba de productos de maquillaje. Se hizo la raya del ojo, se puso colorete, pintalabios rojo...
A las ocho y veinte estaba lista, y poco después John y Michael tocaron su puerta. Wendy abrió la puerta y les miro con una gran sonrisa.
Wendy: Baya chicos, que guapos. *sonrieron*
John llevaba unos vaqueros rotos, una camiseta gris y una camisa negra. Al contrario de el, Michael, llevaba unos vaqueros negros y una chaqueta de cuero roja con una camiseta blanca con dibujos de notas musicales.
Michael: Tu también está espectacular Wen. *sonrió*
Wendy: Gracias. Voy a avisar a mi madre y nos vamos.
Wendy fue a donde su madre para avisarle, después salió de casa con los chicos cerrando la puerta tras de sí.
Los chicos paseaban sin prisa hacia la casa de Jennifer, que no estaba lejos, pero tampoco estaba a la vuelta de la esquina.
Mientras caminaban hablaban de todo tipo de cosas, hacían bromas entre ellos... Hasta llegar hasta casa de Jennifer. Se escuchaba la música desde fuera y las luces se veían a través de las ventanas.
Wendy: Baya... *exclamó*
Michael: Jenni se ha superado.
John: Menos mal que sus padres no están en casa. *rieron*
ESTÁS LEYENDO
El autentico país de nunca jamás
Ficção AdolescenteHan pasado diez años desde que Wendy Darling jugaba con su mejor amigo y vecino Peter Collins. Ahora Wendy tiene 16 años, va al instituto y tiene nuevos amigos, pero algo va a cambiar, algo que le hará replantearse toda su vida.