Peter seguía mirando a Wendy como si de un ángel se tratara, sin parar de enseñar su agradable sonrisa.
Wendy: ¿Por que me miras así? *dijo entre risas*
Peter: Por nada. Simplemente me alegra estar aquí, contigo.
Wendy: ¿Seguro que estás bien? Hoy estás un poco raro.
Peter se echó a reír y seguidamente se levantó.
Peter: Anda ven, demos una vuelta.
Wendy se levantó y empezó a caminar al lado de Peter.
Peter: Y dime, ¿Como es tu mundo?
Wendy: ¿Mi mundo? *suspiro* mi mundo...
Peter: Si, como es el instituto, como es quedar con tus amigos... esas cosas.
Wendy: Bueno, tengo que decir que mi mundo es bastante sostenible gracias a mis amigos. Jennifer es la mejor chica del mundo, me consuela cuando lo necesito, me defiende, me hace reír... es genial. Y luego están John y Michael, que son como mis hermanos. Los quiero mucho a los tres.
Peter: Seguro que ellos también te aprecian tanto como tú a ellos. ¿Y como es el instituto?
Wendy: El instituto, la verdad es que es algo que no extraño. *rió* Las clases, los deberes, los exámenes... es un poco estresante. Y luego están los chicos como Jake Parquer, aagg, como le odio.
Peter:¿Quien es ese tió?
Wendy: Es un tipo que de cree el más guapo, listo y atlético, y ¿sabes que? no lo es. Siempre anda detrás de mi, intentando ligar.
Peter: Baya, por como lo describes parece un increíble idiota.
Wendy: No lo parece, lo es.
Los dos rieron con su comentario mientras caminaban sin rumbo fijo, a la deriva por las calles de Londres.
Wendy: ¿Solo vamos a caminar o tu también vas a enseñarme algo?
Peter: *se metió las manos en los bolsillos* Me pica la curiosidad, nada más.
Wendy: Mi mundo no es tan maravilloso como este.
Peter: Este mundo no es perfecto. Aunque hay cosas que lo mejoran...
Peter coguió de la mano a Wendy y un escalofrío recorrió su espalda de principio a fin. Llevo a Wendy por un pasadizo que parecía oculto para mucha gente, pero no para el, Peter parecía conocer todos y cada uno de los rincones de Londres.
El pasadizo daba a una pequeña plaza rodeada de cerezos en flor y en el centro de ella un enorme árbol.
Wendy: Peter... esto es precioso.
Peter: Lo se. Esta es la clase de cosas que mejoran mi mundo.
Wendy: Me encanta.
Peter: *sonrió* Anda ven.
Peter, que no había soltado la mano de Wendy, la llevó hasta el gran árbol central.
Peter: Subamos.
Wendy: ¿Que? Yo no sé escalar un árbol.
Peter: Ves, ya voy a enseñarte algo.
Peter empezó a subir al árbol como si de un mono se tratara, Wendy no imaginaba esa habilidad de Peter.
Peter: Vamos, ¿A que estás esperando, una invitación formal?
Wendy río pero empezó a escalar, aunque iba más lenta que el, lo hacía bastante bien. Y cuando alcanzó a Peter este estaba sentado en una rama esperándola.
Peter: Que bien, has llegado, creí que tendría que bajar a buscarte.
Wendy vaciló. Peter empezó a soltar una cuerda que había amarrada a una rama más alta y empezó a bajar una cesta hasta que llegó hasta ellos.
Wendy: ¿Que es esto?
Peter: La comida, ¿No tienes habré?
Wendy: Un poco si, pero ¿Y los niños perdidos?
Peter: No te preocupes, estarán bien.
Peter abrió la cesta que contenía fruta de toda clase. Comieron sentados en la rama de un árbol, algo que Wendy pensaba que nunca haría.
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El autentico país de nunca jamás
Novela JuvenilHan pasado diez años desde que Wendy Darling jugaba con su mejor amigo y vecino Peter Collins. Ahora Wendy tiene 16 años, va al instituto y tiene nuevos amigos, pero algo va a cambiar, algo que le hará replantearse toda su vida.