Durante el siguiente día nada cambio, los chicos seguían cansados, pero esta vez estaban algo mas espabilados, Peter seguía con Wendy y todavía había comida. Esa noche estaba sentado en la habitación de Wendy, los chicos no tenían nada interesante que hacer, ya habían cenado y ahora se dedicaban a entretenerse hasta que les entrara el sueño. El Big Ben se hizo notar dando las once de la noche, al día siguiente Wendy se iría si seguía de la misma manera. Peter, cansado del silencio ensordecedor, decidió romperlo por unos momentos.
Peter: Wendy... Se que puedes escucharme, y por eso te pido que por favor, por favor, por favor, despiertes. Te perdí una vez, y no me gustaría hacerlo otra vez. *se arrodillo a su lado y susurro a su oído dejando que un par de lagrimas se escaparan de sus ojos* Por favor... Despierta...
Rápidamente seco sus lagrimas, pero seguía arrodillado. Jake corrió la cortina y entro. Peter no se giro para verle, no le hacia falta y Jake se quedo detrás de Peter.
Jake: Deberías dormir.
Peter: Debería hacer tantas cosas... *dijo con una sonrisa forzada*
Jake: Es posible, pero ahora debes dormir, yo me quedare con ella.
Peter: ¿Y que hay de ti? *se giro* ¿No deberías dormir también?
Jake: ¿Cuanto tiempo llevas tu sin dormir?
Peter no contesto, bostezo y bajo la mirada.
Jake: Pues eso.
Peter hacía un gran esfuerzo por no romper a llorar, se levanto y miro a Jake. No les hacían falta las palabras. Jake sabía que Peter tenia el corazón roto en mil pedazos, pero no podían hacer nada mas que esperar. Después de eso Peter se marcho a su cuarto y según se tumbo en la cama se quedo dormido
A la mañana siguiente Peter abrió los ojos y se quedo tumbado boca arriba. Había llegado el día. ¿El día en el que seria el chico mas feliz de Londres y se arreglaría su corazón? ¿O por en contrario sería el día en el que tendría que decir adiós? No lo sabía ni el, ya no estaba seguro de nada. No sabía cuanto tiempo le quedaba, no sabia si seria un minuto, una hora o una mañana entera. Se levanto y se quedo sentado en la cama. Los niños perdidos ya se habían despertado, lo sabía por que les escuchaba comer. Salio de su cuarto y todos se quedaron mirándolo.
Jake: ¿Como has dormido Pan?
Peter: *Estiró sus brazos por encima de su cabeza* Bastante bien.
Thomas: Se te ve mas descansado.
Luca estiro su mano y le ofreció un bollo relleno de chocolate que este acepto sin rodeos.
Adam: ¿Vas a ir con ella?
Peter: Me gustaría estar a su lado hasta que se baya o hasta que despierte. *dijo con la boca llena*
Jake: Tu mismo.
Peter: Gracias por todo chicos.
Los chicos le sonrieron.
Peter entro al cuarto de Wendy, y sonrió, en cierto modo, le alegraba verla todavía allí.
Peter: Buenos días Wendy.*entro y sentó donde todos los días* Espera, creo que no he elegido las palabras adecuadas ¿no? *rió* Hoy es tu ultima oportunidad. *se acerco a ella y cogió su mano* Se que puedes oírme, y también se que estas luchando por despertar. Por favor, Wendy. *bajo la voz* Te necesito... *dijo casi inaudible y bajando la cabeza hacia su mano que seguía cogida de la de Wendy*
Peter apretaba la mano de Wendy como si esa fuera su ultima oportunidad, su ultima conexión... una pequeña lagrima callo por su mejilla y se le escaparon unos sollozos, cuando de repente...
Wendy: ¿Peter?... *susurro*
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El autentico país de nunca jamás
Novela JuvenilHan pasado diez años desde que Wendy Darling jugaba con su mejor amigo y vecino Peter Collins. Ahora Wendy tiene 16 años, va al instituto y tiene nuevos amigos, pero algo va a cambiar, algo que le hará replantearse toda su vida.