En ese momento Wendy era la chica mas feliz del mundo. Los chicos la recibieron con aplausos se paso la mano por la cabeza desde la frente para apartarse el pelo de la cara a la vez que la adrenalina inundaba sus venas impidiéndole dejar de sonreír.
Luca: ¡Wendy ha sido increíble!
Adam: Y eficiente, esa cesta tiene una pinta increíble.
Wendy: Gracias chicos.
Thomas: Ha sido genial Wen, pero ¿te acuerdas de lo que te dije antes de que entraras al mercado? Lo de que no te reconocieran.
Wendy: No te preocupes por eso Thomas. Nadie en el mercado lo ha visto,el dependiente no me ha visto bien la cara, te lo aseguro. Y respecto al chaval... se cree que me llamo Emma.
Peter: ¿Se cree que te llamas Emma?
Wendy: *rió* Si, es lo que le he dicho. Es el primer nombre que me ha venido a la mente.
Luca: Que mas dará como se llame, lo ha conseguido ¿No?
Adam: Luca tiene razón, ya es uno de los nuestros ¿no Peter?
En ese momento todos los presentes miraron a Peter esperando una respuesta.
Peter: Mmmm... Pues la verdad es que casi lo es. Todavía falto yo por enseñarle.
Luca: ¡Venga ya! ¿Enserio?
Peter: Enserio.
Thomas: Si tu lo dices...
Adam: ¿Podemos desayunar ya? Estáis alargando esto mucho mas de lo necesario.
Thomas: Tu siempre pensando en comida, Adam...
Adam: Es lo que tiene, mi cuerpo necesita comer.
Todos rieron con el comentario de Adam pero no tardaron en ponerse a desayunar.
La cesta que había robado Wendy tenía cosas deliciosas. Todos estaban disfrutándola, a Wendy le gustaba ver a los chicos disfrutar con ello.
Luca: Esto esta delicioso Wen.
Thomas: Luca tiene razón.
Peter: Podría pasar el resto de mi vida comiendo esto.
Wendy: Me alegró que os guste, cuando era pequeña solía comer esto con mis padres....
Wendy se calló dejando todo en un silencio eterno. Su cara reflejaba tristeza, una tristeza que los niños perdidos no comprendían. Wendy pronto apartó esos tristes pensamientos de su cabeza y intento sacar una sonrisa.
Peter: ¿Mejor? *Preguntó mirándola*
Wendy se limitó a asentir con la cabeza y seguro comiendo.
Cuando terminaron de desayunar los chicos recogieron lo que había sobrado y lo guardaron.
Thomas: Nosotros ya nos vamos, aprovecha esto Wen.
Wendy: Gracias.
Jake: Y tu no te despistes. *Le susurro a Peter*
Peter: Tranquilo. Esta controlado.
Los niños perdidos se marcharon y Peter y Wendy se quedaron solos, seguían sentados en el suelo, sonriendo mutuamente.
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El autentico país de nunca jamás
Novela JuvenilHan pasado diez años desde que Wendy Darling jugaba con su mejor amigo y vecino Peter Collins. Ahora Wendy tiene 16 años, va al instituto y tiene nuevos amigos, pero algo va a cambiar, algo que le hará replantearse toda su vida.