Wendy se levantó de la cama cuando escucho el primer ruido del despertador. Se levantó de la cama con sueño, pero todavía tenía que ir a clase, por desgracia. Encendió la radio y al compás de la música abrió el armario.
Se puso una blusa sin mangas azul clarita, unos pantalones blancos y unas bailarinas del mismo color. Después cepillo su pelo y lo dejó semirecogido con una trenza.
Desayuno con su madre y después cogió una cazadora vaquera, la mochila y se marchó a clase.
La mañana estaba siendo un poco aburrida, así que en clase de matemáticas, Wendy dejo volar su imaginación y empezó a hacer dibujos y a escribir cosas en su cuaderno, hasta que se le ocurrió algo entretenido para esa tarde.
Cuando finalizaron las clases, Jennifer, John y Michael acompañaron a Wendy hasta su casa, no les habían puesto deberes, lo cual les vendría de perlas.
Wendy entró en casa y saludo a su madre que estaba leyendo un libro.
Eran las cuatro y cuarto de la tarde y Wendy decidió empezar con su plan para esa tarde.
Wendy: Mamá, voy a dar una vuelta, volveré pronto.
Madre de Wendy: Esta bien hija.
Wendy le dio un beso en la mejilla a su madre y se marchó.
Caminaba por las calles de Londres hasta que vio una parada de autobús y decidió que sería lo más rápido.
Wendy se bajó en una estación que frecuentaba poco, hasta que vio el cartel que señalaba el nombre de la calle; Abbey Road.
No sabía muy bien donde encontrar lo que andaba buscando, pero su instinto pocas veces había fallado, por lo tanto, se fiaba de el.
Por el rabillo del ojo diviso algo que le llamó la atención, una casa el número 13 de Abbey Road y decidió llamar.
Estaba completamente nerviosa, no sabía con que se iba a encontrar, pero ardía en deseos de saberlo. Tocó el timbre y espero.
En cuestión de segundos una mujer abrió la puerta. A pesar de tener al rededor de treinta años y ser notable que el tiempo había dejado huella en su rostro, era una mujer muy guapa.
Wendy: Hola, ¿Es usted la señora Collins? ¿Moira Collins?
Moira: Si, soy yo, ¿Pero quien eres tu? *preguntó algo confusa*
Wendy: No se si se acordará de mi señora Collins. Me llamo Wendy, Wendy Darling.
El rostro de la señora Collins se iluminó al oírle decir su nombre.
Moira: Wendy... ¡Pues claro que me acuerdo de ti! Adelante, pasa.
Wendy sonrió ante el amable comportamiento de la mujer. Wendy se sentó en el salón mientras su anfitriona traía una bandeja de té y pastas.
Moira: Dime, ¿Que te trae por aquí, querida?
Wendy: Pues vera, es un asunto un tanto complicado.
Moira: ¿De que de trata? *dijo mientras daba un sorbo de su taza de té*
Wendy: Se trata de su hijo, Peter.
A Moira se le noto que su corazón se encogió al escuchar el nombre de su hijo.
Moira: Mi Peter... *dijo con nostalgia* ¿Por que quieres hablar de él?
Wendy: Por que he estado con él y creo que hay ciertas cosas que debería saber.
Moira: ¿Esta bien? ¿Sigue vivo? *Wendy asintió* ¡No sabes lo feliz que me haces, Wendy! ¿Donde esta?
Wendy: Será mejor que empiece desde el principio.
Wendy le contó a Moira todo a cerca de su hijo mientras ella escuchaba con atención. La historia era larga, pero las dos estaba interesadas en ella.
Cuando Wendy terminó, a Moira le rozaba la mejilla una pequeña lagrima.
Wendy: Lo siento mucho señora Collins, pero me dijo que todavía no estaba preparado para crecer.
Moira: No te disculpes querida. *dijo y se limpió la lágrima* Siempre le estaremos esperando. ¿Sigues manteniendo contacto con el?
Wendy: Si, pero es muy importante para los dos que nadie sepa esto, ¿Podría guardarnos el secreto a Peter y a mi? El ni siquiera sabe que estoy aquí.
Moira: Como no. *sonrió* Pero si hay algo que me gustaría que le dieras de mi parte.
Wendy: ¿El que?
Moira: Ven conmigo.
Dejaron las tazas de té en la mesita y subieron las escaleras hasta quedarse frente a una habitación.
Moira: Hacia mucho que no cruzaba esta puerta...
Después de sus palabras, abrió la puerta y dejo pasar a Wendy. Ella no daba crédito a lo que veía. Estaba en su habitación, llena de juguetes, peluches y cosas de niños.
Wendy sonrió mientras Moira cogía un sobre de la mesita que estaba a un lado de la cama.
Moira: ¿Podrías darle esto de mi parte? *dijo y le ofreció el sobre*
Wendy: Por su puesto. *dijo y cogió el sobre*
Moira: Lleva esperándole mucho tiempo y creo que y es hora de que él lo tenga.
Wendy: No se preocupe, yo se lo haré llegar.
Moira sonrió ante el amable comportamiento de ella, después miro el reloj y pensó que debería irse.
Wendy: Muchas gracia por todo señora Collins.
Moira: Gracias a ti querida.
Wendy: Y no se preocupe, su hijo tendrá esta carta, muy pronto.
Moira: *asintió* Gracias, y vuestro secreto también está a salvo con migo.
Wendy sonrió, se despidió de la señora Collins y se marchó a casa.
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El autentico país de nunca jamás
Teen FictionHan pasado diez años desde que Wendy Darling jugaba con su mejor amigo y vecino Peter Collins. Ahora Wendy tiene 16 años, va al instituto y tiene nuevos amigos, pero algo va a cambiar, algo que le hará replantearse toda su vida.