Después de aquel ritual todo fue diferente. Wendy se estaba olvidando poco a poco de su otra vida, al igual que los otros niños perdidos. Cada vez era mejor en los retos que le planteaban, se estaba convirtiendo en una buena inventora gracias a Thomas. Sus acrobacias mejoraban a enormes pasos gracias a los gemelos. De vez en cuando hablaba a solas con Brian. Ademas, ahora ganaba más veces a Jake, el cual poco a poco confiaba mas en ella, pero sin descuidarse. Y algunas veces volvía con Peter a aquel maravilloso árbol donde bailo con el por primera vez.
Una noche, después de un día de trabajo duro, los niños perdidos dormían. Todos menos uno, Peter no podía dormir y decidió ir al club de las sirenas.
Cuando llegó allí el guarda de seguridad le abrió la puerta y le dejó pasar, se sentó en la barra y espero a que Campanilla se acercara a el.
Campanilla: Dichosos los ojos, Peter. ¿Que te trae por aquí? y además vienes sólo ¿Pasa algo?
Peter: No pasa nada ¿Es que no puedo venir a verte de vez en cuando?
Campanilla le miro con sarcasmo y apoyo sus brazos en la barra.
Peter: Vale, Vale. La verdad... es que quería hablar sobre Wendy.
Campanilla: Eso ya es otra cosa. Te escucho.
Peter: Es que es genial que este aquí, lo está haciendo todo bien, es como una de los nuestros. Se está olvidado de su antiguo mundo.
Campanilla: Bueno, lo que dices esta bien, pero sabes que ella es diferente a tus chicos.
Peter: No tanto como crees.
Campanilla: Te aseguró que cuando la conocí, se notaba que era diferente.
Peter: Ella se quedará.
Campanilla: Piensa lo que creas, pero luego no digas que no te avisé... *Se giro para preparar un cóctel que le había pedido otro cliente.*
Peter: Pero además... *Dijo un poco sobresaltado y para llamar su atención*
Campanilla: *Se giro* ¿Si?
Peter la miraba con cara de preocupación, Campanilla se lo noto y decidió que su compañera podía prepararle a el otro cliente su pedido.
Campanilla: ¿Que te ocurre Peter?
Peter: No se si debería contártelo. Nadie lo sabe.
Campanilla: Siempre ayuda contar tus problemas a alguien, y lo sabes. Pero contarlo o no, es decisión tuya.
Peter asintió, respiro hondo y se preparó para hablar.
Peter: Últimamente estoy teniendo una pesadilla que se repite cada noche. Estoy solo en un lugar enorme y oscuro, a lo lejos veo a Wendy malherida, corro hacia ella, pero los niños perdidos no me ayudan, sólo me animan a pesar de que voy desarmado. Cuando la alcanzó todos desaparecen, y me vuelvo a quedar solo, entonces un hombre me dice "Se acabo el juego Peter Pan" y entonces me clava una espada en el pecho lo cual provoca mi muerte, y entonces me despierto.
Campanilla: Baya... Es horrible, pero por suerte, sólo es un sueño Peter. Además, dicen que cuando cuentas a alguien tus sueños, ya no se hacen realidad.
Peter: Eso espero, no quiero que nadie salga herido.
Campanilla: Ni tu ni nadie. *Miro el reloj* Es tarde, deberías ir a descansar.
Peter: Esta bien.
Campanilla sonrió.
Peter: Ha, y gracias Campanilla, me ayuda mucho hablar contigo. Eres una buena amiga. *sonrió*
Campanilla: De nada. Cuando quieras ya sabes dónde estoy. *sonrió*
Peter se marchó al refugio y en cuanto se tumbó se quedó profundamente dormido.
ESTÁS LEYENDO
El autentico país de nunca jamás
Teen FictionHan pasado diez años desde que Wendy Darling jugaba con su mejor amigo y vecino Peter Collins. Ahora Wendy tiene 16 años, va al instituto y tiene nuevos amigos, pero algo va a cambiar, algo que le hará replantearse toda su vida.