A Peter se le descompuso la cara por completo, y seguro que si hubiera llegado a tener algo en las manos se le habría caído, no esperaba oír aquellas palabras en ese momento, bueno, la verdad es que esperaba no oírlas nunca.
Peter: ¿Como? *pregunto confundido*
Wendy: Que creo que quiero volver a casa. *dijo jugando con sus dedos por los nervios*
Peter: Ya, eso me había parecido oír... *dijo desviando la mirada al suelo*
Después de eso, fue como si una bomba de silencio explotara en la habitación, un silencio tan grande que era ensordecedor. Segundos después, Wendy decidió romper aquella calma.
Wendy: ¿Estas enfadado?
Peter levanto la cabeza como si le hubieran asustado, con los ojos completamente abiertos.
Peter: No, no, que va. Es solo que era lo ultimo que esperaba oír.
Wendy no dijo nada.
Peter: ¿Por que quieres irte? ¿Te has enfadado con alguien? ¿Te han echo algo? *dijo alterado y a punto de salir para echar la bronca a los niños perdidos*
Wendy: No, no, no ha sido su culpa. *dijo para tranquilizarle* A sido decisión mía.
Peter: No lo puedo creer. *dijo moviéndose a los lados.*
Wendy: Peter. *dijo poniendo una mano en su hombro, obligandole a parar y a mirarla a la cara* Lo siento, pero tengo que crecer.
Peter: Vale... *dijo asintiendo levemente* Mañana por la noche te llevare a casa.
A la mañana siguiente, Wendy se despertó con los rayos del sol, lo cual era raro, por que siempre la despertaba Peter gritando. Se levanto de la cama y miro por la ventana, el ultimo amanecer que contemplaría desde el refugio.
Wendy decidió que ya era hora de salir y afrontar su último día como niña pérdida. Descorrió la tela y observó a los niños perdidos en frente de ella esperándola en silencio. Peter estaba en medio de brazos cruzados, sonriendo y con el inusual gorro verde con la pluma roja que se puso el día de su iniciación.
Peter: Buenos días niña pérdida. ¿Preparada?
Wendy: ¿Preparada para que?
Peter: Ya lo verás.
Los chicos llevaron a Wendy a un lugar especial para ella, el árbol donde bailo con Peter. Habían preparado un increíble desayuno bajo el árbol para impresionarla.
Wendy: ¡Baya! ¿Habéis preparado todo esto vosotros solos? *Wendy observó con los ojos como platos todo lo que había, fruta, bollos, chocolate, zumos, batidos...*
Thomas: No podíamos permitir que olvidarás este día.
Wendy se giró y se quedó mirando a los chicos.
Wendy: Chicos... Os aseguro que hagáis lo que hagáis hoy, nunca jamás olvidaré esto.
Jake: Esa es nuestra intención.
Los chicos desayunaron tranquilamente bajo el árbol que a partir de aquel día tendría un significado diferente para ella.
Cuando terminaron, pasaron el resto de la mañana jugando por la ciudad, y cuando ya empezaban a tener hambre llevaron a Wendy hasta una de la orillas del río Tamesis, donde estaban esperándoles Campanilla y Tigridia con unas pizzas.
Campanilla: Hola chicos.
Wendy: No pensé que os vería hoy chicas.
Tigridia: ¿Y perdernos este día tan especial? Ni de broma.
Campanilla: Además, traemos la comida. *dijo señalando las pizzas*
Luca: ¿Os he dicho alguna vez que os quiero chicas?
Campanilla: ¿Nos lo dices a nosotras o a las pizzas? *vaciló*
Luca: Son amores diferentes, Campanilla.
Tigridia: Anda, vamos a comer. Supongo que tendréis hambre.
Los chicos se sentaron en círculo al lado del río y comieron las deliciosas pizzas que las chicas habían comprado. Y cuando terminaron siguieron hablando un rato hasta que se empezó ha hacer tarde y se despidieron.
Campanilla: Bueno Wendy, cuídate mucho, te echaremos de menos. * la abrazo*
Wendy: Yo también os echare de menos. *correspondió a su abrazo*
Tigridia: Espero que nos volvamos a ver, pero si no lo hacemos te deseo lo mejor. *la abrazo también.*
Wendy: Muchas gracias Tigridia, pero espero que nos veamos de nuevo.*la abrazo*
Una vez que se despidieron se encaminaron al refugio para la parte más dura del día, despedirse de los chicos.
Llegaron al refugio y los chicos se pusieron en fila para despedirse de Wendy.
Jake: Puede que no sea el más indicado para esto, pero de parte de los niños perdidos me gustaría darte algo.
Jake saco de su bolsillo una muñequera de cuero con las letras NP de niño perdido grabadas y se la entregó a Wendy. Observó la muñequera y después se fijó en las muñecas de lo demás, que también se habían puesto una muñequera igual que la suya.
Wendy: Muchas gracias chicos, me encanta.
Wendy se puso la muñequera y después miro a los chicos intentando retener las lagrimas.
Wendy: Voy a echaros de menos chicos. *dijo generalmente y después de acercó a Jake*
Jake: No olvides lo que te hemos enseñado ¿vale? No dejes que nadie te gane.
Wendy: Lo mismo te digo.*Se dieron la mano y tiro de Jake para decirle algo al oído* Vigila a Peter mientras no estoy ¿vale?
Jake: Okey. *rió*
Wendy le dio un fugaz abrazo a Jake y después de acerco a Thomas.
Wendy: Thomas, gracias por todo, eres un inventor de primera, además de un gran compañero.
Thomas: Gracias, tu también has demostrado que vales para inventar cosas. *vaciló y después abrazo a Wendy*
Wendy: Luca, Adam.*dijo acercándose a ellos* No dejéis de ser flexibles como la goma, pero tampoco os pongáis hasta las cejas de comida que luego no os vais a poder mover, ¿prometido?
Luca & Adam: Prometido. *abrazaron a Wendy* Cuídate mucho.
Wendy: Vosotros también chicos. *cuando término su abrazo se acercó a Brian y se puso a su altura* Brian, ahora que has empezado ha hablar, no dejes de hacerlo, y recuerda: Peter no te va a menospreciar por ser el pequeño ¿vale?
Brian: Vale *dijo con un hilo de voz y después se lanzó a los brazos de Wendy*
Wendy se levantó del suelo y miro a los chicos de caras tristes.
Wendy: Vamos, no esteis tristes, antes de que os deis cuenta estaré aquí de visita *sonrió*
Adam: ¿Enserio?
Wendy: Prometido.
Después de su última promesa, los chicos se fusionaron en un gran abrazo grupal.
Peter: Wendy, siento romper este momento, pero hay que irse. *dijo cuando salieron del abrazo*
Wendy: Esta bien.
Wendy se encaminó hacían la salida después de Peter, se paró, miro por última vez hacia atrás y los niños perdidos la despidieron como uno más de ellos.
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El autentico país de nunca jamás
Teen FictionHan pasado diez años desde que Wendy Darling jugaba con su mejor amigo y vecino Peter Collins. Ahora Wendy tiene 16 años, va al instituto y tiene nuevos amigos, pero algo va a cambiar, algo que le hará replantearse toda su vida.