Beautiful Pain

Capítulo 32

Me he liberado de la sombra de tu recuerdo

[Kelly]

Tuve la peor y la mejor experiencia de mi vida, calmar el celo de un alfa dominante como Keith no se compara a nada que haya leído en libros, o mangas alguna vez.

Cada vez que volvía en mí, era penetrada por él sin piedad, fue lo mismo una y otra vez, y siempre terminaba desmayándome por el cansancio y luego me despertaba por el dolor y el placer.

Mientras que Keith... El maldito imbécil no sabía como detenerse.

Siento como si me hubieran golpeado todo el cuerpo, mi garganta duele, incluso mi cuello, el maldito idiota me mordió dejándome una horrible marca de sus dientes, fue el dolor más placentero que he sentido en mi vida.

Maldición, duele por todos lados.

—Buenos días, preciosa, ¿Cómo te sientes?.

—Me duele todo el maldito cuerpo— lo miré mal— Eres un maldito animal, ¿Qué día es hoy?.

—Es normal, es la primera vez que soportas mi celo, después te vas a acostumbrar, te traje algo de desayunar, hoy es el quinto día que te tengo solamente para mí— sonrió.

—¿Y la escuela?, Se darán cuenta de que he faltado, mi hermano ha de estar preocupado por mí.

—Tranquila, por la escuela no hay problema, tenemos un permiso especial para faltar, mi tía ya sabe sobre ti, y en cuanto a tu hermano ni tiempo le ha dado de pensar en ti, con lo entretenido que lo ha tenido Raiden estos cuatro días.

Cierto, había olvidado ese pequeño detalle, Raiden también es un lobo.

—¿Te sientes bien?, ¿Ya no estás en celo?— lo miré.

—Me encuentro mejor que nunca pedacito de cielo, solamente dura cuatro días, me siento como nuevo— beso mis labios— Y estoy feliz de que haya sucedido contigo amor.

—¿Va a ser así siempre?, ¿Siempre vas a morderme el cuello?.

—Puedo volver a marcarte las veces que yo quiera.

—No me vuelves a tocar imbécil —bufé, Keith se rio y se sentó a mi lado, beso mi mejilla, cuando sonríe se ve guapo.

—Come tu desayuno, puedes darte un baño, después te llevaré a tu casa, yo iré a la escuela porque hay un partido de fútbol hoy.

—¿Dónde está mi celular?. Llevo cuatro días desaparecida, Ian ha de estar muy preocupado y mi mejor amiga también.

—Si, vas a hablar con tu amigo, no es necesario, me llamo esta mañana y le dije que nos encontrábamos fuera de la ciudad juntos, que hoy podría hablar contigo, tu celular está en el cajón del velador, regreso después de que termines de desayunar por si necesitas ayuda para levantarte e ir al baño —sonrió.

Keith abandono la habitación dejándome sola, el desayuno se ve delicioso, y tengo demasiada hambre, estos días he comido poco, porque Keith no me dejaba tranquila ni por un segundo, viéndole el lado bueno, he bajado un poco de peso sin hacer ejercicio.

Me concentré en terminarme todo el desayuno, cuando estuve satisfecha, deje la bandeja a un lado y me senté en la orilla de la cama para ponerme de pie, cuando lo hice mis piernas temblaron un poco.

Carajo.

Me duele todo el cuerpo.

Camine a pasos lentos y torpes al baño, cuando ingrese me mire en el espejo que había dentro.

Casi sufro un infarto.

Mi piel se encuentra con chupetones por todos lados, y la mordida en mi cuello tiene una tonalidad azul y amarilla, se ve horrible, espero no me quede una cicatriz.

Me quité la camiseta de Keith que cubría mi desnudez y me metí a la ducha, cuando abrí la regadera sentí un alivio, el agua helada ayudaba a relajar la tensión de mis músculos, comencé a enjabonar mi cuerpo muy bien, después lave mi cabello, cuando estaba lista, salí de la ducha seque mi cuerpo un poco y mi cabello, me puse una bata de baño antes de salir de este, la verdad, es que no tengo ninguna prenda limpia aquí, y mi ropa quedó hecha trizas gracias a ese tonto lobo.

Volví a la habitación principal y comencé a buscar algo que pudiera usar entre la ropa de Keith, supe que era su armario cuando vi un montón de prendas de color negro, varios conjuntos de ropa se los había visto puestos antes.

Elegí una camiseta negra, y una sudadera gris, busque mi ropa y encontré mis pantalones en el suelo, los sacudí y me los puse sin ropa interior, busque mis zapatos y me los puse rápidamente, busque mi celular antes de salir de aquella habitación.

Camine unos segundos por algunos pasillos hasta que di finalmente con las escaleras, comencé a bajar con cuidado afirmándome del barandal, me duele mucho la espalda, y las piernas me tiemblan, cuando llegue al final de la escalera me sorprendí de lo bonita que es la casa.