Emily
3 meses después—¿Qué?—pregunto mirando sorprendida el libro que tengo entre mis manos—¿cómo es eso posible?
—¿Cómo es posible que?—pregunta Rachel mientras yo cierro mi libro, bufando y levanto mi mirada.
—¡A Tessa no le gusta el chocolate!—exclamo ofendida mientras Rachel ladea un poco la cabeza—¡eso es pecado!
Mi amiga comienza a reír y yo oculto mi rostro entre mis manos. Escucho pequeños pasos a mi lado y cuando me descubro el rostro, veo a Rose a mi lado.
—¿Qué tienes?—me pregunta con una ceja enarcada.
—Nada, solo me he enfadado con mi libro—respondo y acaricio la portada de este.
—Pero no tiene vida propia—dice mirándolo con el ceño fruncido y yo pongo una mano en mi pecho.
—Me ofendes, Rose—digo negando con la cabeza—me ofendes
Rachel vuelve a reír, copiando mi gesto al ver la expresión de confusión de su prima.
Tres meses. Han pasado tres meses desde que Rachel y Rose viven con nosotras; ha sido algo genial, debo confesarlo. Estas chicas son diversión pura.
Los chicos se habían ido también, pero eso no había detenido sus constantes llamadas y video llamadas con ellos, sobre todo de Niall, el cual estaba muy preocupado por Rachel y la pequeña Rose.
Me sorprende lo bastante fuerte que Rose es; se acostumbró a vivir con nosotras y al constante desastre que teníamos después de hacer cualquier actividad o cuando cocinábamos cupcakes: no soy muy buena en eso.
Rachel ha entrado a la Universidad hace dos meses, y yo entro en menos de una semana, lo cual hace que me ponga un tanto nerviosa.
—Lo siento—se disculpa y yo niego con la cabeza.
—Está bien, solo jugaba—le digo con una pequeña sonrisa.
Ella me sonríe, haciendo que un pequeño brillo aparezca en sus ojos cafés. Le despeino su cabello castaño y ella suelta una risita.
—Me voy—anuncia Rachel saliendo de la cocina con un pedazo de tocino en su boca—nos vemos en unas horas
Besa la mejilla de Rose y me da un abrazo antes de salir de la cocina.
—¿Quieres jugar?—me pregunta Rose y yo asiento.
—¿Qué jugaremos?—le pregunto y ella me dedica una sonrisa traviesa.
...Cepillo el cabello castaño de una de las muñecas de Rose y me asombro al ver que no tiene muchos nudos; me hace pensar lo mala que era cuidando a mis muñecas de pequeña.
—Tienes buen gusto en ropa, Rosie—le digo y ella me sonríe mientras cepilla el cabello de una de sus muñecas.
—Mi madre solía comprarme nueva ropa cada mes—dice y me detengo cuando lo menciona, pero la tensión desaparece al ver la pequeña sonrisa puesta en su rostro—también me solía decir Rosie
Le sonrío tristemente.
—Lo siento, no volveré a decirte así—digo bajando la vista y continuo cepillando el cabello de mi muñeca.
—No, está bien—me dice y yo levanto mi vista para verla sonreírme—me gusta que me digas así
Le devuelvo el gesto.
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Amigos por siempre
RomanceEmily y Liam. Dos mejores amigos que se conocen mejor entre ellos que nadie más en sus vidas: todos sus secretos y debilidades están guardados en una parte de cada uno de sus corazones. ¿Qué pasa cuando los dos comienzan a sentir sentimientos el u...