Capitulo 62

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Emily

Tomo un sorbo de mi café mientras leo el mensaje de mi hermano y guardo mi celular al finalizar. Vuelvo a tomar de mi café y entro en el salón, el cual está completamente vacío. Sabía que había llegado temprano, pero era mi segundo día y seguía teniendo algo de nervios, aunque los mensajes de Liam y de Niall ayudaron un poco a tranquilizarlos, pero no los habían hecho desaparecer.

Me siento en el lugar de siempre y me pongo los auriculares. Pongo el playlist de Ed Sheeran y sonrío al escuchar This. Unos minutos después, un chico entra en el salón, y al mirarme, sus labios se curvan en una sonrisa, dejándome ver unas preciosas arrugas alrededor de su sonrisa.

Me giro de nuevo hacia mi celular y me concentro en la canción. Siento una mirada puesta en mí y me giro hacia dónde el chico está, pero él mira a través de la ventana. Frunzo el ceño. Tal vez me estoy volviendo loca.

Unos minutos después, el profesor, seguido de varios alumnos, entran por la puerta. Guardo los auriculares y apago mi celular, no sin antes echarle un vistazo al chico, y me toma por sorpresa al ver que él también me está mirando.

Seguramente pensando que me parezco demasiado a mi hermano.

Una hora después, cuando la clase se da por terminada, salgo del salón de clases y no dudo en volver a ponerme los auriculares. Antes de poner siquiera la canción, una voz inunda mis oídos.

—Así que los rumores son ciertos—dice y cuando levanto mi vista, me encuentro con una familiar sonrisa—la hermana de Niall Horan viene a esta Universidad

Lo sabía.

—Debo de parecerme mucho a mi hermano—bromeo y él ríe levemente, volviendo a mostrar sus arrugas. Creo que me acabo de enamorar de ellas.

—Pues si, el mismo cabello, bueno, no sé si tú te lo pintes pero...—dice y yo rio negando con la cabeza. Él sonríe ampliamente—y los mismos ojos azules...

Me mira directamente a los ojos, donde puedo ver que sus ojos son de un café oscuro, más oscuro que el color de ojos de Liam, y su cabello parece negro, pero puedo ver que es café en algunas partes...

—Si, bueno, somos mellizos, supongo que debe ser así—digo con la voz lo más firme que puedo. Él vuelve a sonreír. Mierda, su sonrisa está distrayéndome.

—¿Quieres que te lleve a casa?—pregunta y yo niego con la cabeza.

—Ni siquiera conozco tu nombre, puedes ser un violador o algo así—bromeo y él vuelve a reír.

—Soy Jonas—responde tendiéndome la mano, que no dudo en tomar y sacudir—tu eres Emily ¿no?

Asiento con la cabeza.

—Ahora que conoces mi nombre, ¿puedo llevarte a casa?—pregunta y yo niego con la cabeza.

—Tengo un coche propio, pero gracias—le digo con una sonrisa.

—¿Puedo llevarte a tu coche?—pregunta y yo vuelvo a negar con la cabeza, esta vez riendo.

—No te rendirás, ¿cierto?—le pregunto mirando sus ojos café oscuro. Él vuelve a sonreír.

—Conociéndome, no querrás siquiera preguntarme eso de nuevo

Por alguna razón, su repuesta hace que el vello de mi nuca se erice, pero ignoro el sentimiento. Jonas y yo comenzamos a caminar mientras que él me explica su vida: tiene un hermano menor de doce años llamado Dylan, sus padres trabajan en una editorial y él está estudiando fotografía. Eso explica la cámara profesional que tiene alrededor del cuello.

Amigos por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora