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Oriana;

Faltaba apenas una hora para que Martin llegará de Amsterdam e iría al aeropuerto a esperarlo. Me puse mi abrigo y mis tenis para salir de casa e ir a buscarlo.

—Nos vemos más tarde mamá. —bese su mejilla y agarre las llaves de su auto para ir a buscar a Martin.

—Ve con cuidado Oriana y vuelve temprano por favor—respondió mirándome, salí al jardín para ir al garaje y sacar el auto.

Llegué al aeropuerto y estacione el auto de mi mamá en la entrada principal, pegue las puertas y active la alarma, caminé hacia el embarque de llegada internacional y saque mi móvil para ver la hora, caminé de un lado a otra desesperada hace dos meses y medio que no lo veo.

Mi móvil sonó y vi la pantalla, era Aspen mi mejor amiga. Contesté al instante.

—Hola Aspen—hablé

"Ori hola, Bueno te hablaba para ver si quieres venir a mi casa los chicos están viniendo y vamos hacer un café, ¿te anotas?" preguntó.

—No puedo, Martin va llegar en unos minutos y quede con él en pasar toda la tarde juntos, lo lamento.

"Bueno, no hay problema, pero si quieren vienen están invitados".

—Bueno, te aviso de todas formas.

"Nos vemos". Colgó

Mire hacia la puerta otra vez y esta se abrió dejándome ver a mi novio salir de ella, al ver de igual manera sonrió y corrí hacia él y lo abrace, hundí mi rostro en su cuello mientras él me apretaba con fuerza, levanté mi rostro para encontrarme con su mirada, sonrió y junto nuestros labios en un fugaz beso.

—Te extrañe tanto mi amor. —sonrió feliz, volví a juntar nuestros labios.

Saludé a los chicos, que habían llegado con Martin.

—Bueno nos vemos más tarde. —Watse se despidió y se fue junto con Louis y José.

Tomé su mano y salimos del aeropuerto, subió su maleta a la parte de atrás y luego subió al asiento de copiloto. Metí la llave en la cerradura y encendí el motor.

—No sabía que iba hacer mucho frío. —Martin frotó ambas manos, prendí la calefacción para que calentará un poco el ambiente.

—¿Qué tal la gira, ¿cómo te ha ido? —pregunté mirándolo.

—Muy bien, solo que me haces mucha falta.

Tomó mi mano y dio un beso en ella, sonreí.

—Me encanta cuando sonríes, tus hoyuelos se hunden y tus ojos brillan. Simplemente me encantas. —dio un beso en mi mejilla.

—Te amo tanto Martin. —suspire enamorada.

—Te amos más mi vida. —entrelazo mi mano libre con la suya y dio un beso en ellas.

~*~

Llegamos a la casa de Gerard y entramos para tomar un chocolate caliente ya que la temperatura era cada vez más fría.

—Huele delicioso mi amor. —Martin llegó a la cocina, olía delicioso se había dado una ducha y estaba más abrigado. Beso mis labios y me abrazo, revolví la cacerola con leche y chocolate, apagué la cocina y me separé de él para poder servirlo en las tazas.

—¿Quieres con malvaviscos o con espuma? —le pregunté.

—Los dos. —gritó desde la sala.

preparé las tazas y las puse en una bandeja junto con la tetera y las demás cosas, saqué unas galletas chips y las puse junto con todo, fui hasta la sala y dejé las cosas cerca de la chimenea me senté al lado de Martin y le di su taza.

—Iré a traer una manta. —se levantó del sillón, busqué una película y la puse en el blue ray, Martin llegó y se sentó.

—Vamos a mirar Los vengadores la era de ultron. — sonreí emocionada

—Quieres ver a Iron man Oriana, no soy tonto. —dijo entrecerrando los ojos, si era cierto, puse play a la película y me senté a su lado metiéndome entré las mantas me acurruque en su pecho y me abrazo. Levantaba mi cabeza cada segundo para besarlo, si había algo que no dejaría de hacer en esta vida era besar esos hermosos labios.

—Te has pasado toda la película basándome. —río en el beso.

—Prefieres que te bese o que diga lo muy sexy que es Robert Downey. —sonreí divertida.

—¿Por qué será que te amo tanto? —me miró fijamente a los ojos, ni yo lo sabía, no sabía cómo él se había enamorado de mí, no sabía cómo lo atraje a mi, no sabía cómo se fijó en mí.

—Será porque...ese día que nos conocimos actúe como una desquiciada y casi te dejó sin hijos—puse un dedo en mi labio pensativa.

—Recordarlo me duele. —hizo un puchero. —Yo iba feliz de la vida con mi pedazo de pizza y me pare para comer el queso y atrás venías tú y chocaste conmigo, hice caer todas tus perlitas para brazaletes me quitaste mi pedazo de pizza y lo tiraste al suelo toda enojada.

—Iba hacer brazaletes para mis mejores amigos.

—Te ayudé a recogerlo, te di mi número porque desde un principio me gustaste incluso aceptaste salir conmigo sabiendo que era famoso y las consecuencias que traía la fama y te agradezco por amarme tal y como soy, como una persona normal y no como una persona famosa. —sonreí emocionada por sus palabras, plantó sus labios en los míos y me dio un feroz beso.

—Te amo como no te imaginas

—Tú no te imaginas como te amo yo, mi amor es lo suficiente que alcanza para los dos y más. —río, sonreí de lado y besé su mejilla. —Eres tan hermosa Oriana, eres la chica más bella que he visto.

Sentí las mejillas arder y me tapé el rostro.

—Eres tan dulce. —suspira enamorado.

—Tú eres el mejor novio que he tenido. —sonrió, junte mis labios con los de él y me subo a su regazo, acarició su cabello profundizando el beso.

—Subamos a mi habitación. —Martin habló en el beso, se levantó cargándome sin dejar de besarme abrió la puerta de su habitación a ciegas y finalmente lo logró, me tumbó en la cama y comenzó a besarme apasionadamente, cerré los ojos al sentir sus labios en mi cuello y un estremecimiento recorrió mi cuerpo haciendo que mi espalda se arqueara debajo suyo. —Te amo y te voy amar como nunca he amado a alguien.

¿Dónde está papá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora