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Martin;

Después de una larga noche en el hospital, Oriana quedo agotada ya que el labor de parto la dejo mal ahora ella estaba descansando y yo estaba esperando que las enfermeras traigan a Celeste ya que la estaba revisando el pediatra.

—Martin..—la voz de Oriana me hizo apartar la vista de mi teléfono, la miré y ella sonrió.—te veías lindo todo concentrado.

—¿Sí?—me levanté para darle un beso.

—¿A qué hora van a traer a Celeste?—hizo un puchero.

—En un par de minutos,no te preocupes. —sonreí.

—¿Dónde esta Matt?

—Se fue a la casa de tus papas a descansar un poco,dijeron que volverían en la noche.—acaricié su cabello.—¿Cómo te sientes?

—Me duele mucho la cadera cuando hago un movimiento,pero después bien,bien plana.—río.

—Una de las enfermeras dijo que debías usar una faja para sostener todo.

—Sí,eso lo sabia. Cuando Matthew nació las enfermeras me dieron muchas recomendaciones.—suspiro.

La puerta se abrió y entro una chica con nuestra hija en brazos,camino hacia nosotros y s la paso a Oriana.

—Esta todo bien con ella,es una niña sana y hermosa, enseguida vendrá la pediatra a darle los datos de la pequeña.—me sonrió.

—Gracias.

—Seguro.—me guiño él ojo,Oriana se giro y me miró mal,reviso él suero y luego se marcho.

—¿Y mi bebé? ¿cómo se porto mi princesita?—la miré, Celeste estaba apretando la camiseta de Oriana haciendo gestos para llorar.

—¿Tienes hambre verdad?—Oriana levantó la prenda para darle de su pecho,bonita vista,en ambos sentidos.

La puerta se abrió nuevamente y entro una doctora de unos cuarenta.

—Buenas días.—atrajo una silla hasta la camilla,se sentó y miro a Celeste.—aquí tengo los datos de la pequeña.

—¿Está bien?—preguntó Oriana.

—Así es,peso 2.900 kilogramos,50 cm de estatura y de salud se encuentra muy bien.—acarició su brazo.

—Que bueno escuchar eso,¿cada cuanto debemos traerla a los controles?—pregunté yo.

—Cada tres meses,lastimosamente cuando regrese tendremos que ponerle las respectivas vacunas.—hizo una mueca.—a veces me duele inyectar a los niños.

—Cuando traía a mi hijo a su controles,nunca hacia problemas con los doctores incluso me acuerdo la primera vez que le pusieron su vacuna no lloro,al principio se asustó pero estaba calmado.—río Oriana.

—Hay niños que son así, tenía un sobrino que cada vez que le ponían las inyecciones se reía a carcajadas,era como su reacción de los nervios.—nos contó.

—Espero no tener problemas con ella.—reí al ver a Celeste abrazando él pecho de su mamá.

—No creo,estaba tranquila cuando la revise.—dijo la pediatra.—Bueno,voy a darte unos cuidados para la niña,por ahora trata de darle de tu pecho las veces que puedas si no tienes mucha leche puedes comprar la leche Nan 1 y le preparas cinco ml del biberón. Su primer baño se lo van a dar mañana y por si acaso todavía tiene un poco del ombligo umbilical luego caerá solo pero debes limpiarlo bien y ponerle bendas pequeñas.

—¿Le podemos hacer perforaciones?—preguntó Oriana.

—Claro,se le verían lindo unos aretes,creo que eso seria todo.—acarició su mejilla.

¿Dónde está papá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora