Mi vida desastrosa

Recuerdos

"-Levántate, tienes que hacerlo, vamos....

-Me duele mucho, señor... Si me deja descansar-un empujón me tiro al piso-disculpe-las lagrimas empezaron a caer por mis mejillas.

-Esta bien pequeña, lo lamento mucho... Pero tienes que bailar más, un poco más, casi lo logras... Además no quieres que nada le pase a mami ¿o si?

Mi madre estaba en donde había estado desde que llegamos... Su cabello estaba alborotado y se veía sucio, sus ojos estaban rojos por tanto llanto, no se podía entender lo que decía, tenía una cinta en su boca, el señor se la arrancó.

–¡Déjanos en paz, si la quieres quédatela!-comencé a llorar, el señor le dio una cachetada-Es por culpa de ella que estamos aquí.-mamá tiene razón, de no ser por mí no hubieran estado aquí, papí no estaría en la otra habitación con mi hermano y mi hermana no hubiera...no hubiera ido con Dios. Mis lagrimas eran más espesas y empezaba a sentir mi ropa mojada. Escuche como el señor volvió a pegarle a mi madre.

-No le haga nada por favor, haré lo que quiera.

-Ven pequeña, ven-mis pies estaban muy lastimados, sentía mucho dolor cada vez que los presionaba pero fui hacia él-muy bien pequeña, vamos a bañarte, me tomo en brazos y me llevó a mi habitación, la mía era a parte de la de todos, primero me puso la cadena atada a mi tobillo. Al inicio yo había intentado escaparme, como papí me dijo, pero no pude, y ahora... Ya ni siquiera quería hacerlo, no quería moverme, quería dormir y no despertar jamás, quería solo que todo fuera un sueño, cuando regresó me mostró una toalla y todas las cosas para bañarme, comenzó a quitarme el tutú, después me fue bajando el leotardo, estos eran rosas y las medias eran negras, ocultaba mejor mis moretones y raspones que las otras, cuando vio mis pies estaban sangrando y bastante morados, los comenzó a dar un masaje con una pomada, poco después donde había estado la cadena me comenzó a frotar la pomada también, empezó a darme un ardor, pero ya no me quejaba de este, me quito mis calzones y la bañera ya estaba lista, me mojo toda y comenzó a lavarme el cabello, continuó con mi cuerpo y cuando termino de bañarme me envolvió en una toalla rosa muy suave, me puso ropa interior con princesas y una pijama con ositos-Mira que guapa estás, solo falta cepillar ese cabello.

-Si señor.

-¿Te dolió lo que tu mamá te dijo?-baje la vista a mis pies, estos estaban con unas pantuflas blancas.

-Ella tiene razón...¿Por qué están ellos, si usted me quiere a mí? ¿Los quiere a ellos?

–¡No! Ellos tiene que ver que eran malos contigo y que no te valoraban...

-Mis hermanos me trataban bien igual que mi padre...

-¿Y tú mamá?

-Ella... A veces me trata bien, si me porto bien ella es buena conmigo, cada vez que me sale algo bueno en el baile es buena conmigo... Y este... Ella estaba ocupada antes... Tenía que hacer muchas cosas...

-Ella no te quiere-Ella no me quiere, ya me lo había dicho antes, pero a pesar de que mi papá todos los días me decía que mi mamá si me quería solo que no lo expresaba ella nunca lo dijo, no, nunca...-Yo te quiero.

-¿Sí señor?- mi voz era frágil, lo abrace y él me rodeó con sus brazos.

-Si pequeña, vamos a dormir..."

"Estaba en una habitación oscura, me puse el vestido que el señor me dijo que usara, me pica, me lastima, me duele moverme, así que intento no moverme y no respirar.

-Así quédate hasta que regrese

Ya había pasado mucho tiempo me dolía el cuerpo por estar en la misma posición mucho tiempo, me sentía entumida enfrente de mi apareció mi papá, estaba sucio y sus ojos se veían tristes.

-Mi preciosa hija... Estás tan... Quieta, ven, abraza a papá.

-No puedo, el señor no ha regresado, si me muevo se enojara conmigo... No quiero que se enoje conmigo..."

"-Papá el señor me dijo que los puedo ver y que les puedo dar bien de comer, si yo cocino y hago otras cosas, hermano el señor me dijo que ustedes se van a poder ir si me dejan con el..."

" Mi familia estaba sentada, mis hermanos y mi papá, mi mamá no estaba, todos estaban dormidos y después un guante blanco comenzó a inyectarles algo a cada uno. La única que no estaba ahí era mi madre. Me quede viéndolos por muchas horas, sus rostros de ponían pálidos y no despertaban, tal vez no habían descansado bien, el señor me tomo en brazos y me metió al auto, estaba en la parte de atrás cuando vi la casa encendida en fuego, mi familia estaba ahí, no podía dejarla ahí, les iba a pasar algo a mis hermanos, a mi padre...."