Tonta nostalgia

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Nostalgia, yo estaba nostálgica, no lo podía negar, iba a ser mi primer día de clases en la prepa, volvería a estar en el mismo lugar para estudiar aunque no era el único familiar en esta escuela que tenía, la diferencia es que los evito y me evitan, Alejandro era distinto, el me comprendía en ciertas cosas como algunos miedos, el que nos toquen, mi miedo a las cosas tiernas y el suyo al desorden y suciedad, bien a mi me incomoda que estén las cosas fuera de orden o sucias pero lo toleraba mil veces mejor que el.

Pero éramos distintos, el esta cómodo con otros a su alrededor si no lo tocan o algo similar, pero yo trabajo mejor sola, no me gusta la compañía, los envidiaba demasiado para estar a gusto con ellos. Los envidiaba porque viven en la ignorancia y como dicen "Vivir en la ignorancia es vivir feliz" y en eso tienen razón.

Hoy me había levantado muy temprano, prepare todas mis cosas casi con regla milímetro a milímetro, tenía todo lo necesario que bueno no era mucho y mi ropa por suerte era un uniforme, me perfume después de salir de bañarme e hice un peinado con trenzas dejando parte de mi cabello castaño suelto, era liso y largo, me llegaba a la cintura, me puse humectante de labios y estaba lista antes de tiempo. Me vi en el espejo, las medias blancas no tenían ni una mancha, los zapatos eran negros y de charol, la falda negra de tablas me llegaba a las rodillas, la blusa blanca con su listón rojo mi suéter blanco no se notaba, el chaleco negro con costuras rojas y su saco rojo, era un uniforme poco usual, pero la verdad no me importaba, de hecho lo prefería, su lleváramos ropa normal tendría un problema ya que no me gusta la ropa de una chica normal y así evito sobresalir al ser rara, preferiría que utilizarán otros colores porque siento que esta diseñado para mejorar ciertas cosas que yo quiero ocultar la blusa sin mi suéter marcaba donde estaban mis pechos que aunque no son súper grandes preferiría que no estuvieran y la falda en la parte de atrás se mostraba mas corta que de adelante además de que todos teníamos que llevar un uniforme a medida y la falda era ajustada en la cintura así que si no usara suéter todos podrían ver mi trozo y no me gusta que nadie me vea.

Llegue al salón, los pocos que habían estaban dispersos, yo suelo ser la típica nerd del salón, lentes, ropa grande, tímida, con asma y con muchos datos, pero prefería que este año cambiaran la perspectiva que tenían de mi, me senté dos asientos detrás de la primera fila y tres asientos a lado del profesor así no estaba ni lejos ni cerca del maestro o de la pizarra, no era ni revoltosa ni sabelotodo, lo que estaba bien.

Vi que un chico que se parecía mucho al señor Adams, no pude evitar comprimir una risa, a lado de mi se sentó un chico que parecía ruso, bueno según las películas de malos, era blanco como la leche, cabello negro y tenía el ceño fruncido, parecía disgustado de todo y aunque parecía enojado no evito las miradas de ciertas chicas, al parecer las impresiono con sus músculos.

El chico Adams se sentó cerca de esas chicas, de los Adams yo prefería a Merlina, era mi favorita, su sarcasmo, su rapidez mental y el coraje para decir todo lo que quiere decir sin importar a quien puede dañar, como me gustaría decir lo que quiera, bueno tenía que aguantar hasta octubre para poder sacar un poco de veneno sin consecuencias, por una promesa no podía discutir con nadie o renegar nada.

Cerca de mi se estaban levantando para presentarse, como se suele hacer cuando nadie se conoce, diantres, me toca-Mi nombre es Estrella Narváez Blanco-me senté rápidamente.

-¿No quiere decir nada mas?- negué con la cabeza, muchos daban hasta su tipo de sangre en sus presentaciones yo prefiero seguir mi lema " Simple, sencillo y elegante "

-Soy Víctor y no quiero que se me acerquen- dijo con un marcado acento ruso, tenía razón y eso me encantaba, además todos se quedaron callados, parecía alguien peligroso, pero en realidad no creo que lo sea.

Las tontas presentaciones siguieron clase con clase hasta el receso, yo buscaba a mi primo, el había prometido mostrarme la escuela y hasta el momento no estaba cumpliendo con su promesa.

La escuela era aburrida en estos días de presentación, por lo que esperaba que no se prolongarán mucho, todo había sido predecible y patético justo como una película de terror... Excepto, excepto Víctor, después de que el salón se quedo callado no pude evitar aplaudir lo que hizo que ganara una mirada de desaprobación por parte de todo el salón, lo que sinceramente no me importaba en lo más mínimo. "Sinceridad, compañeros, eso es lo que paso, deberían aprender un poco de el" dije aplaudiendo " Ya quisiera que todos fueran así"

El problema con eso es que mi tía prefería que fuera mas abierta a conocer a nuevas personas, pero yo estaba bien así.

-¡Cuidado!- gritaron varios a la vez, me di vuelta y me encontré con un balón que se dirigía a mi cara, antes de que pudiera razonarlo logre agarrar el balón, casi suspire de alivio, pero no pude porque todos me estaban viendo con claro asombro, entonces vi a Víctor y otro chico alto con cabello negro y de piel morena con una sonrisa. Regrese al salón e intente ponerme a leer un poco. Esto era incomodo, sentí la mirada de varios en mi, y eso no me gusta, alguien carraspeo frente a mi, alce la vista y me encontré a Barbi y a Ken.

-Estoy leyendo ¿se pueden ir?- lo admito sonó forzado y parecía que buscaba pelea pero ellos eran un buen material para molestar.

-No, no puedo y te tengo una propuesta- la voz de ella era suave pero firme, ella a pesar de parecer una muñeca plastificada y su cabello rubio y lacio con ojos azules me recordaba a mi madre, que era abogada, podía parecer dócil pero era una buena depredadora, baje el libro lentamente.

Mi vida desastrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora