Mi vida desastrosa

Señor

A lo largo de toda mi vida he tenido convivencia con diferentes personas, familiares, amigos de mi familia, socios de trabajo y muchos otros, por ese lado yo nunca fui fan de estar rodeada de esas personas, nunca fui como mi familia, que se desenvolvía muy bien en cada una de las fiestas, yo me quedaba en la mesa probando algunos bocadillos o mejor aún debajo de la mesa de los bocadillos, solo tenía que estirar mi bracito para tomar algo. Aunque también me gustaba asistir a las fiestas porque mi madre me ponía más atención, era una contradicción.

Y ahora estoy aquí, frente a uno de los señores que conocí en ese entonces, el mejor amigo de papá, su hermano, mi tío, realmente pocas veces lo veía, casi siempre estaba de vacaciones, mi tía y el se habían divorciado hace unos años, él había intentado quedarse con mi custodia junto con la de mi primo, pero siempre hay cierta preferencia por la mujer en estos asuntos, aunque bueno el si era el encargado de manejar la empresa y mis activos mientras yo cumplía con mi mayoría de edad, iba a ser bastante complicado ahora si yo intentaba hacer algo. Pero... ¿realmente estaría dispuesto a matar a su hijo y a su ex esposa? Realmente no lo sé.

-Hola princesa, ¿no me vas a saludar?- cuando era pequeña siempre me decía eso y tenía que ir a darle un abrazo y un beso en la mejilla, me acerqué lentamente y le di un pequeño abrazo y el beso en la mejilla.

-Hola tío...-mi voz apenas se podía percibir.

-Oh no, mi princesa, me puedes decir Papi o papá, no me gusta que me digas tío...- antes ya habíamos tenido esa conversación, o al menos sentía eso, era como un eco en mi memoria- ahora dime así...- su mirada me estaba poniendo muy nerviosa, no sabía que hacer, me tomo de las muñecas y me empezó a presionar gradualmente, el dolor no tardó en llegar.

-Pa...pá... me haces daño- rápidamente me soltó y empezó a frotar aliviando un poco de dolor.

-Princesa hoy habrá nuevas reglas, ¿entendido?- dijo levantándose y dejándome sentada en la silla.

-Si-su mirada esa muy pesada, me sentía regañada...-papá...- me acarició la cabeza y se alejó después de darme unas palmaditas.

-Muy bien, me gusta para empezar que tengas ropa linda, si quieres algo, con mucho gusto solo tienes que pedírmelo, ¿de acuerdo princesa?- asentí rápidamente- Muy bien Princesa, no quiero que dejes de bailar o usar tus habilidades, me sentí muy mal cuando dejaste de bailar y de tocar los instrumentos... así que vas a regresar con ello, se que has estado practicando y me encantaría verlo, también siempre me dirás papá, papi, pero nunca tío o por mi nombre, si lo llegas a hacer, tendrás un castigo, aunque sé que eres una muy buena niña que obedecerá muy bien ¿verdad?

-Si papi-no sabía porque había dicho papi, ni a mi padre le decía así a menudo, mis mejillas se sonrojaron cuando me volteo a ver.

—Muy bien mi princesa, aunque se que te has portado un poco mal... cuéntame de la nota...

—Yo no dije nada de por donde estaba o algo así, solo quería que no se preocuparan tanto por mi, solo quería que intentaran calmarse... lo siento de verdad yo... de verdad no quiero que nada malo le pase a mi primo o a mi tía, a nadie menos por mi culpa, de verdad, yo solo no quería que se preocuparan por mi... papá... yo, lo siento mucho, de verdad.

—Esta bien, lo entiendo, y siendo sinceros, no escribiste nada comprometedor, al menos no han averiguado nada, por suerte la policía se siente segura de que te escapaste de casa, pero necesitas un castigo por eso... ¿quieres otra vez el vestido?

—¿Cuál vestido? Ti... papá

—Bueno claramente lo necesitas, en este momento... aunque siendo sinceros no quiero castigarte tan rápido, mi amor, me siento mal de haberme perdido tanto tiempo de tu vida, prácticamente no te veo desde que eres una niña, así que mejor te quitaré algo con lo que te entretienes que es por donde miras videos... y te daría unas buenas nalgadas, pero ya se encargaron de eso... ¿verdad?

-Si papá, ya el señor se encargó de eso...- y lo peor no era eso, era el salir de ahí y encontrar la manera de que mi tía y primo no se enteraran de lo de mi tío.