Mi vida desastrosa

Sin saber

Estaba llorando, no sabía bien porque, mi mente era un completo desastre, no había nadie en casa, lo que me encantó así no tenía que darle explicaciones a nadie, fui a mi cuarto y me encontré con una caja con dulces, estaban muy ricos eran de cereza, ya me había comido media caja, me estaba atragantando, mientras lloraba, me quedé quieta mientras vi una carta que estaba en el escritorio, era del acosador, la vi, tome en mis manos, temblaban, tenía que leerla.

Te has portado muy mal y te tocará un castigo por eso mi pequeña.

La deje y baje a cerrar todo con seguro, cuando estaba por cerrar la ventana de la cocina tocaron la puerta.

—¿Quién?

—Buenas noches se encuentra el joven Daniel Narváez Vázquez.

El señor era joven, mi primo no estaba, y no podía dejarlo así nada más.

—Disculpe señor pero mi primo no se encuentra, si gusta venir el...—mi vista se empezó a nublar, mi cabeza me daba vueltas—se...—mi lengua se sentía extraña, mi vista se nublaba, mis piernas perdían la fuerza y sentí como me tomaban en brazos poco antes de que todo se tornaran negro.

—Vamos a casa pequeña—fue lo último que pude escuchar.

-----------Víctor---------

La habían besado y fue lo mejor que pude haber hecho, me gustaba y la quería, pero ella había salido corriendo. ¿Que había hecho mal?

Diablos por eso no tenía novias pero ella... era perfecta y quería que supiera que había sido especial, que la quería, tenía que ir a su casa.

—¿Y Estrella?—la voz de mi tío llego cuando junte todas las cosas—¿Que hiciste?—su pregunta estaba con ese tono acusatorio perfecto para sentirme culpable aunque realmente no sabía que había hecho bueno que había hecho mal.

—La bese, nos besamos y se fue—caí rendido y di el suspiro más grande que he tenido.

—Y no sabes porque se fue ¿verdad?—negué con la cabeza—es lógico, sabemos que el contacto piel con piel es un problema para ella, y si eso a sido así toda su vida es lógico que nunca tuviera un noviazgo, si a eso le sumas la muerte de su familia es 99% seguro de que nunca hubiera besado a otro chico.

Diablos eso contaba sentido, había sido su primer beso, mi mano tocó mis labios, pero todo había sido tan hermoso y perfecto, su beso no parecía inexperto. O tal vez por eso se movía lentamente...

—Diablos, ¿y si ella no me quiere?

—Si no te quisiera no te habría besado.

—Pero... no entiendo nada.

—Tienes que hablar con ella.

—Te veo después tío.