Como la conoci parte 2

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Ya llevaba una semana enseñándoles a los gemelos a tocar el violín y el piano, ambos también tenían clases de baile con su madre, según tengo entendido ella no permitía a la menor aprender conmigo porque todavía no sabía bailar. Creo que la señora era bailarina antes.

Sonó una música y fui al cuarto que estaba más alejado de todos, la puerta estaba entreabierta, una pequeña estaba bailando, y muy bien, mejor que los gemelos diría yo.

—Que bien lo haces—mis palabras me sorprendieron, no suelo alargar a alguien sin recibir una compensación por eso. La pequeña palideció y corrió a esconderse.

—Lo lo siento mucho señor yo no quería molestarlo con mi música o baile. No le diga a mi madre por favor, se enojara si sabe que me ha visto.

—¿Por qué lo haría mi pequeña?

—Porque no bailo bien, mi hermana es fabulosa haciéndolo y yo no hago más que decepcionar a mi madre. Solo no le diga nada, si no se entera no me regañara—La pequeña es hermosa, sin duda es única, su baile es asombroso, he visto bailarinas profesionales con menos técnica, solo le falta crecer un poco para ser estupenda.

—Será nuestro secreto mi pequeña.

No entendía que pasaba era muy buena bailarina, se escucharon unos tacones repiqueteando...

—Salga— no sabía el porque pero le hice caso, la pequeña me empujó hasta otra habitación que resultó ser un baño. Me cerró la puerta e hizo una señal de silencio.

—¿¡Donde estas!? ¡Te he dicho que no puedes salir de tu cuarto en este horario! Si el maestro de tus hermanos te ve... vas a ver cómo te irá, eres una inútil, no sirves para nada, desde que naciste supe que serías una decepción a esta familia... si fueras como tus hermanos otra cosa sería, pero ve, vete en el espejo, solo eres una decepción tras otra.

—Pero mamá...—el sonido de un golpe sonó muy fuerte.

—Te dije que no me llamaras así, estupida, que no se vulva a repetir—Unos sollozos se comenzaron a escuchar levemente—Cállate, no solucionas nada con llorar. Ya casi llega el maestro de tus hermanos así que no hagas ruido.

El mismo repiqueteo sonó alejándose en esta ocasión. Me acerqué a la habitación de la pequeña y me recibió con una sonrisa y los ojos nublados.—Le pido que disculpe el comportamiento de mi madre, no ha tenido un buen día y...—La abrace, la abrace aunque no me agradaban los pequeños, pero ella no era una niño normal, era extraordinaria, su danza, su mente, su fuerza. Ella era distinta a todas. Ella era mi pequeña.

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Sé que es un capítulo corto, y algo confuso junto con el anterior pero todo cobrará s batido mas adelante 😄 bueno espero les guste, me es difícil escribir desde la perspectiva de un hombre/muchacho/varón simplemente no soy buena es eso. En fin trabajo para mejorar esa parte de mi narrativa. Espero les guste el capítulo y cualquier sugerencia escríbanla y con gusto la contestare. Los amo lectores y deseo lo mejor para esta Navidad, sean o no creyentes.

Mi vida desastrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora