Tarde

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Ya era media noche y yo no podía dormir, últimamente mi horario biológico estaba hecho un lío, mi tío me obligaba a hacer mucho ejercicio, ahora también tenia a mi disposición por 2 horas un mini gimnasio que se encontraba en una habitación a lado de la mía, no sé bien cómo está formada la casa, cuando salí para ir al baile no pude ver nada saliendo de la habitación. Después de tener pesas y ejercicio con equipo me podía a bailar, después a tocar algún instrumento y después practicar una coreografía... todo era muy cansado, luego me daba un baño, comía y me hacía tomar una siesta cuando despertaba usualmente quería que hiciera algo con él o con el señor, hacía mucho que no estaba con el señor, y sinceramente ya lo extrañaba, era raro pero mi tío era sumamente asfixiante, todo el tiempo quería que estuviera con él y para él y si no lo obedecía me castigaba, el vestido, el cual se encontraba en la esquina de mi cuarto, recordándome que en cualquier momento yo podía volver a usarlo... éste tenía como alfileres pequeños, los cuales se encajaban en mi piel si me movía aún que sea un poco, era difícil incluso respirar y muy doloroso, me lo había ganado por decirle tío cuando le dije que ya estaba cansada... jamás me he vuelto a equivocar, y hay veces que incluso pienso en él como mi papá, aunque él prefiera que le diga papi, le gusta que me comporte como las niñas bobas y consentidas que soporte cuando era pequeña... lo cual ya había pasado hace un tiempo.

Mi vista se volvía borrosa, mi primo se encontraba gritando mi nombre, pero solo se escuchaba como un eco, había otros gritándome, cuando por fin llegué a una habitación me doy cuenta que se encontraba mi tía, mi primo, Ken y su hermana sentados, todo estaba oscuro, solo se les veía a ellos, atados a una silla cada uno de ellos...

—¿Por qué te tardaste tanto?—dijo Ken cuando un cuchillo le cortó el cuello, luego la mano apareció en el cuello de su hermana, yo estaba gritando pero no surtía ningún efecto, la mato frente a mi, lo mismo paso con mi tía y mi primo, la mano se acercó a mi...—

Y en ese momento me desperté llorando—Shhhh mi pequeña, tranquila mi amor...

—Pa- pa- papi y-yo yo... abrázame más por fa-vor papi... y-yo—estaba temblando y él me abrazaba mientras acariciaba mi cabello lentamente...lo abracé fuertemente hasta que me volví a quedar dormida, al despertar a mi papá acostado viéndome mientras me despertaba — Buenos días papi... lamento lo de la noche... yo no quería preocuparte.

—No te preocupes mi princesa, entiendo que al ser una señorita puedes ser más sensible que nosotros los varones pero tu tranquila mi chiquita, ahorita el señor te traerá el desayuno y todos podremos comer a gusto— me dolía un poco mi espalda pero quizá fue por la mala postura al dormirme... — o ¿prefieres algo más?

—¿mande papi? Lo siento estaba perdida en mis pensamientos...

—No te apures se que te va a gustar...
Estábamos desayunando los tres tranquilamente, no me sentía muy bien... me dolía la espalda y además tenía asco, pero no quería decir nada porque en realidad no es como que pueda ir al doctor... así que... no tiene ningún chiste, me levante rápidamente para ir por unos zapatos al armario porque si no lo hacía mi tío me iba a regañar...
—Mi amor... no quiero que te lo tomes a mal ni nada pero... ve al baño y ahorita te mandamos un poco de ropa— mi ceño se frunció, así no se manejan las cosas aquí, primero me hacen buscar un montón de conjuntos y después los más "bonitos" eran los que usaba, aunque claro muchas veces yo marcaba la diferencia, el señor y mi tío se veían algo incomodos... y yo no entendía nada—hija estás manchada...—su voz era suave pero sentí como el color me abandonaba para después ponerme toda roja—ya tenía aquí un mes y me habían visto manchada, que mal momento para que me bajara, no podía ser antes o mejor aún después de que alguno de los dos no se encontrara viéndome...— Tranquila mi amor, respira... — sentía como el calor estaba en mi cabeza, y cubría hasta mi cuello y pecho, el señor me miraba entre nervioso y preocupado y mi tío solo estaba preocupado...

—¿Podrían salir unos minutos? Por favor...— Se fueron lentamente y estaba sumamente avergonzada, pero no podía hacer otra cosa que ir por ropa limpia, bañarme y esperar a que me trajeran toallas sanitarias... estaba en la bañera con la protección de tan solo una cortina de plástico, cuando mi tío se asomó por la puerta, antes me molestaba pero sinceramente ya me había acostumbrado un poco a la falta de privacidad y realmente él no me veía de una manera sexual, como el señor, aunque era más un joven que un señor... es un lío, yo soy un lío hay ocaciones donde los odio y deseo salir pero muchos otros momentos donde me encanta estar aquí, me sentía protegida, querida y escuchada...
Mi tía había sido la que más se había encargado de mi junto a mi primo pero al final yo estaba en un segundo plano, mi tía tenía muchas cosas que hacer, comidas con las señoras de mi escuela, haciendo contactos para mi primo, y él muchas veces se concentraba demasiado en sí mismo, como si los demás no importáramos, el trato que me daba a mi era diferente, más amable, más sincero pero al final él siempre parecía estar en otra burbuja, bueno en general creía que era yo quien estaba en otra burbujas.
Mi tío dejo las toallas junto con la ropa que querían que usara. Una de las cosas malas acá, la falta de libertad y privacidad, a veces fingía estar dormida solo para sentirme sola un momento, tocaron la puerta, tenía que apresurarme... salí de la tina, moví la cortina para agarrar la toalla y secarme, ya tenía una rutina establecida para la ducha... por primera vez desde que estaba acá mi ropa interior era de algodón, simple y sencillo, tenía una falda short negra, la cual era mucho más corta de lo que me gustaría junto con una playera muy sencilla lila, parecía ser de una banda o algo así... tenía unas calcetas lilas y botines negros, la verdad no se que chiste tenía que yo estuviera como muñequita pelos les gustaba a los 2. Bueno al menos se que con mi tío todo es más fácil el estar acá, nada sexual, solo cumplir sus deseos, mientras que con el señor todo era más complicado, con él eran sus caprichos y además ver la reacción de atracción que generaba, su respuesta, la cual era casi nula con mi tío presente, porque "Tenemos que tener respeto por tu papá presente" era como si él fuera mi novio perfecto en una reunión con mi familia, como un domingo familiar. Era la fantasía de ellos de cierta forma y lo malo, lo malo era que me gustaba, todo era tan fácil, tan hermoso en ciertos momentos, una parte de mi piensa que debo encontrar la manera más rápida de salir de ahí, y la otra solo quiere quedarse y disfrutar. Empecé a llorar, ¿habrá alguien que me siga buscando?

La puerta se abrió lentamente y me encontré al señor viéndome con lastima... se acercó a abrazar,e y dame besos en la frente-¿Me quieres?- sonaba débil y lastimosa, como si una niña pequeña se acabara de lastimar,

—Yo te amo mi pequeña—el abrazo que nos dimos fue largo y poco después me besaba, tan tiernamente, como si me fuera a evaporar.

Esto estaba mal, pero podía disfrutarlo un poco... solo un poco.

Mi vida desastrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora