Cansada

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Ya llevaba 2 días en la finca, casa, lo que sea, y estaba harta, había tanto ruido, todo el tiempo, la niña mimada hablaba y hablaba y cantaba, y gritaba, y yo ya no sabia que hacer, solo quería encontrar algún lugar donde esa niña dejara de seguirme y atormentarme con tanto parloteo. La chica parecía niña pequeña, no solo por la ropa, era su actitud, le pedía ayuda a... tío para comer, para tomar agua, para todo, no entendía como era posible que alguien dependiera tanto de otra persona, incluso a veces la cargaba solo porque la niña no quería caminar.

Me estaba cansando de ella siendo tan mimada y escandalosa, simplemente era demasiado, todo el tiempo, al inicio había intentado acercarme a ella, ser una buena niña como me pidió mi señor, pero ella quería jugar y era tan ruidosa... tampoco me ayudaba que mi señor estuviera checándonos todo el tiempo y sentir la amenaza de sus manos como castigo. Ahorita estaba escondida en un armario, solo quería tener un momento tranquilo después de tanto berrinche, me fui de lado y caí en la alfombra blanca...

-Aquí estabas...- tío estaba frente a mi sosteniendo la puerta del armario, sentí como me ponía... no quería que pensaran que había intentado escapar ni nada por el estilo, abrí mi boca para intentar explicarme, pero... ¿le diría que su pequeña me tenia cansada?-¿estas bien? ven aquí, levántate, no queremos que ese lindo vestido se ensucie ¿o si?-un regalo de mi tío era este vestido... similar a los de la niña, el mío me llegaba poco arriba del tobillo y es muy esponjoso y femenino para mi, el señor me hizo usarlo sin brasier y con unas pantaletas rosas con transparencias e iba descalza, al parecer solo la niña tiene permitido usar zapatos y no yo, aunque eso me ha beneficiado cuando me quiero ocultar de ella- muy bien ya que estas levantada y veo que estas bien vamos por algo de comer que es tarde... pero te voy a cargar-mi cara de espanto fue inmediata, el me miraba intentando adivinar que pasaba, soportaba el contacto físico con mi tío pero solo porque había ropa y usualmente era muy corto, tampoco es como que hablara mucho con el, solo algunas silabas-Alza las manos que te voy a cargar.

-No te preocupes tío yo puedo caminar...

-Mira nada mas... puedes hablar fluidamente- me lanzo una sonrisilla molesta.

-Soy muy buena dialogando...

-Bueno señorita, tendrá que alzar las manos para que la cargue, porque no es de poder caminar o no, estas muy pequeña y quiero cargarte.

-Bueno yo quiero usar zapatos pero al parecer no se puede tener todo lo que se quiere tío.

-Bueno no todo se puede tener en la vida... pero yo si que puedo tener todo- me agarro de la cintura y alzo, evite abrazarlo porque traía una playera y si lo agarrara seria del cuello me sostuvo con un brazo y lo tuve que abrazar con las piernas, pero no podía bien porque me quedaba muy largo el vestido así que el señor me alzo el vestido arriba de las rodillas, me quede paralizada.

-Por favor bájame tío... hare otra cosa que quieras... jugare con Pame... p-por favor tío, me pondré los vestidos sin hacer caras...mmm por favor

-Muy bien señorita, eso es un negocio, pero yo soy el adulto aquí y tu eres una pequeña, no tienes poder, me gustaría verte jugar con Pame, claro, pero ella se tiene que ganar tu amistad, y es muy divertido verte hacer caras y ponerte toda roja cuando te van a poner un vestido, jamás había visto que una pequeña rechazara tanto la ropa linda-Siguió caminando y me agarraba de una pierna y de la espalda, evite abrazar su cuello hasta que empezó a bajar escalones y me espante-dime... ¿Qué hacías sola y encerrada en un armario?

-Yo... estaba escondiéndome de Pamela... es que habla mucho y solo quería un momento tranquila y en silencio, no me gusta el ruido...

-Entiendo... ¿Cuántas amigas tienes pequeña?

-¿Amigas? mmm podría decir que una, es mas chica que yo, y bueno en realidad es la hermana menor de un compañero de clases... y no la conozco mucho, quizá es conocida, en ese caso no tengo amigas, ¿Por?

-Nada mas, ¿y otros amigos?-Negue con la cabeza...

-Bueno tenía a mi primo y a un chico de la escuela pero ya no puedo estar con ellos... no me dejan a mi señor no le gusta que este con amigos o compañeros de la escuela.

-¿Qué cosas haces para entretenerte?, que te gusten.

-Me gusta leer, también me gusta dibujar, me gustaría pintar con acuarelas o algo así... pero leer me encanta, leer es mágico... lo siento, no quiero molestarlo...-mis ojos se fueron detrás de la ventana, donde estaba mi señor sonriéndole a la niña... estaba cansada, harta, que ella no se podía quedar con el señor que me esta cargando... mi señor se estaba riendo con ella, riendo, el jamás ríe conmigo, el solo se enoja o me da algunas sonrisas pero nunca ríe como con ella, la niña le empezó a hacer una clase de baile mal hecho el le seguía la corriente, a mi solo me regañaría si me atreviera a bailar así de mal-Yo... quiero ir a mi cuarto... ¿me puede llevar tío?¿por favor? ¿por..

-Si pequeña-mi señor me decía así, mi pecho se empezó a sentir muy pesado, quería llorar- vamos... anda no llores, podemos ir a la biblioteca de la casa, es pequeña pero hay muy buenos libros ahí... sh... tranquila, tranquila...-lo abrace para que no me viera llorar, esto no sería así si esa niña no fuera tan... ahh, inhala... exhala... vamos puedo controlarme, yo... yo... puedo.

-¿Qué le paso a mi pequeña?-la voz del señor sonó a mi espalda

-Nada físico...-dijo tío, lo abrace mas fuerte para evitar que el señor me cargara-creo yo... hace un momento se tropezó pero creí que estaba bien...

-Te ayudo-dijo mientras me jalaba un poco, sinceramente no quería que me viera llorar...

-¡No! ¡No quiero! ¡No me vean!-las manos de tío me tocaron los brazos y no podía controlarme ya... el pánico se juntó con todo, un remolino en mi estómago empezaba a moverse, no podía hablar, mi corazón palpitaba y sentía que se saldría, empece a hiperventilar, yo no podía...

-Cuenta a mismo tiempo que yo...  1,2,3 5,6,7 1,2,3 5,6,7 1,2,3 5,6,7
Empecé a seguir la cuenta, me empecé a controlar poco a poco hasta que la vergüenza llego a mi, me sentía mal por haber hecho una escena.

—Lamentó mucho lo que les he hecho pasar... Discúlpeme Tío, Pamela, no quería ser grosera ni montar una escena, lo lamento mucho. Señor... ¿podríamos ir a la habitación por favor?

—Pequeña, no es necesario que te disculpes, si paso seguro que no fue tu culpa, si sientes que va a pasar de nuevo solo intenta calmarte... llámame, o a tu papá o a tu tío, nosotros te ayudaremos, incluso Pame puede ayudarte ¿verdad Chiquita?

—Si, solo quiero que estes bien...

—Mejor ve a descansar nena, al rato hablaremos nosotros para saber qué pasó.

—Lo siento tío, señor... ¿por favor podemos irnos?—susurre, quería ir a la cama y quedarme dormida un rato.

Mi vida desastrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora