Triste comienzo.

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Miré el calendario de nuevo, falta una semana para que me vaya a Boston y comience a estudiar la universidad, todo mi verano fue aburrido, me la pasé en casa de Meghan, visitando a Flora, siendo acosada por Max y bebiendo alcohol de vez en cuando.

Ahora mismo estoy castigada y encerrada en mi cuarto, ¿la razón?, bueno desde que Ian me dejo perdí mucha comunicación con James, bueno ahora ya no hablamos para nada, el punto es, que ya no le seguí pidiendo que pagara por las necesidades de Flora por su enfermedad, entonces yo estoy pagando todo y bueno mi papá vio el estado de mi cuenta y se enteró que gastaba mucho dinero, me pidió que le dijera en que lo gastaba y le mentí diciendo que en cosas sin importancia, como zapatos o ropa, obvio me castigó y me quito mi dinero, ahora Ray paga por todo, le pesa un poco pero en su trabajo ya le pagan muy bien entonces no se le complica mucho.

Suspiré y me levanté de la cama, camine hacia la salida de mi cuarto, tengo hambre y no eh comido nada desde ayer en la noche, abrí la puerta de mi habitación y escuche la voz de Ray y la de mi padre, oh mierda. Baje corriendo las escaleras y los vi en la puerta principal, Ray estaba tratando de entrar y Jonathan no lo dejaba.

-Ray, ¿Qué haces aquí?-dije y me acerqué a donde estaban.

-¿De donde conoces a este muchacho Emma?-preguntó Jonathan con nerviosismo.

-¿Qué sucede?-le pregunte a Ray ignorando a mi padre.

-Emma, Flora quiere verte- habló Ray con la voz entrecortada.

-¿Está bien?-pregunté preocupada.

Ray solo negó, para mí eso fue suficiente. Salí de la casa junto con Ray y subimos a su auto, Ray ya tiene una vida mejor y tiene más comodidades.

-¿Qué le pasa?-pregunté.

-Esta muriendo- murmuró.

Mi corazón se aceleró y mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. ¿Por qué siempre a las buenas personas les va mal?

Llegamos al hospital y entramos corriendo ganándonos unos regaños por parte de enfermeras, doctores y guardias, Ray entro al elevador, al parecer ya había estado aquí antes con Flora.

-¿Desde cuando está aquí?-pregunté mirando al frente.

-Hace dos días- respondió.

Me giré para verlo molesta, ¿por qué no me dijo nada?

-¿Por qué...

-No es momento para reproches Emma- me interrumpió, asentí levemente, tiene razón.

Salimos del elevador y caminamos con paso apresurado a una habitación, entramos y vimos a Ros sentado en el sofá del cuarto mirándola fijamente, me acerqué a él y lo abracé. Ray se acercó a Flora y tomó sus manos.

-Se quedó dormida cuando te fuiste- habló Ros después de varios minutos en silencio.

Miré a Ray, él se veía tan triste y vulnerable al igual que Ros, nunca los había visto así, sentí como mi corazón se hacía pequeño con esta imagen.

Flora comenzaba a despertar así que Ros y yo nos acercamos a ella, cuando abrió los ojos sonrió.

-Que bueno que llegaste Emma- nunca sabré cómo es que puede saber todo lo que pasa a su alrededor si es ciega.

-Hola Flora- murmuré y tomé su mano, ella sonrió más.

-Chicos, salgan necesito hablar con Emma a solas- Ros y Ray me miraron y luego salieron dejándome a solas con Flora-  Sabes Emma, tú eres como una hija para mí- dijo, mordí mi labio y oprimí algunas lágrimas- Cuando yo estaba con Jonathan y supe que te iba a tener, lo deje ir porque sabía cuánto anhelaba tener una niña- sonrió.

Siempre fuiste tú | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora