-No me ignores.

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POV EMMA

Podía sentir la mirada de ese chico, no ha dejando de observarme durante cinco largos minutos, me preocupa y es incómodo.

Escuché como su amigo lo alentaba a venir a hablarme, sonreí y me despreocupe un poco; el chico comenzó a caminar hacia mi dirección, yo decidí seguir viendo los pequeños ramos de tulipanes.

—Hola— saludó cuando llegó a mi lado.

Me giré levemente para verle mejor.

No es feo, es de tez a perlada, su cabello es café con rulos y sus ojos son color verde, wow.

—Hola.—saludé y seguí con lo mío.

—¿Te gustan los tulipanes?—preguntó mientras metía sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

Asentí levemente.

—Son mis flores favoritas.—respondí con una leve sonrisa.

—Y al parecer no eres de aquí— afirmó, lo mire divertida— no tienes el acento.

—No, soy de América, Estados Unidos para ser más exacta.—respondí.

—¡Estados unidos!, es un país muy bonito— dijo algo nervioso— ¿y vienes sola?—preguntó.

Solté una pequeña risa.

—Perdona si te incomodo pero es esencial para mí saber que eres una mujer soltera— dijo mientras sonreía.

—No estoy sola—respondí— vengo con la familia de—hice una pausa, ¿qué somos en realidad Ian y yo?— de un amigo.

—Eso me dice que está soltera.—dijo guiñándome un ojo.

—Tal vez soltera pero no disponible.—dije divertida mientras le daba alguna pista de que no estoy interesada en él.

—Me arriesgaré, soy Evan.—se presentó.

—Emma.—dije y me giré para ver las flores.

—¿Quieres unas?—me preguntó Evan.

Lo miré por unos segundos.

Un chico que acabo de conocer quiere comprarme un pequeño ramo de tulipanes, mientras que Ian está en no sé dónde con otra mujer.

—No gracias, mejor cómprame un chocolate caliente— dije mientras nos alejábamos del puesto de flores— hace mucho frío.

Evan asintió.

—De acuerdo, conozco una cafetería que da excelentes chocolates calientes—dijo divertido— lo mejor es que no está muy lejos de aquí y podemos comer algunos panecillos si te apetece.

—Has dado en el blanco.—dije mientras caminábamos.

Más bien, mientras seguía a Evan porque no sé dónde queda ese lugar.

Llegamos a la cafetería y me acerqué al mostrador, la mayoría de las cosas estaban en francés, no soy muy buena con el francés.

Mire algo apenada a Evan cuando la chica del mostrador me preguntó algo y no le respondí.

Evan sonrió y pidió por mí.

—Que bueno que me acerqué a hablarte en inglés, se ve que no sabes nada de francés—dijo mientras pagaba.

—Bueno, estaba estudiando el francés pero no pude seguirlo por problemas en casa— mentí.

En realidad me salí porqué deje la universidad a causa de que me convertí en vampiresa.

Siempre fuiste tú | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora