POV IANSolté un suspiro al ver las dos estacas de madera en la pequeña maleta negra, sé que no será fácil deshacernos de Jean y Richard pero no es imposible. Tomé la maleta y salí de la oficina; quede de verme con James y Michael en el bosque que está saliendo de la ciudad, ahí le teníamos la trampa a Jean.
Fruncí el ceño pensando en el plan, no es difícil y si todo sale bien, podremos deshacernos de ellos en menos de dos días; la primera fase del plan fue citar a Jean en el bosque; la pobre esta tan desesperada por tener algo que ver conmigo o con mi hermano que de inmediato aceptó vernos ahí, claro que no nos confiaremos, ella no es de fiar, pero nosotros tampoco así qué hay que estar atentos; la segunda fase es el asesinato de Richard, según mis fuentes él y Jean ya no se llevan bien, muy apenas se soportan, así que no será un problema el que Jean desaparezca ya que Richard no se preguntará en donde se encuentra; nuestra idea para asesinarlo es citarlo mediante el celular de Emma a una pequeña cabaña que está a las afueras de la ciudad, él creerá que hablará con Emma e irá sin siquiera dudarlo, el problema aquí es tomar el celular de mi novia, ella está casi siempre en el así que será un pequeño reto.Bajé del auto y camine por varios minutos dentro del bosque buscando a mi hermano, se suponía que no iría tan lejos pero al parecer las cosas cambiaron.
–Ya era hora Ian, dijimos a una hora y llegaste treinta minutos después.– se quejó James mientras me quitaba la maleta.
–¿Dónde está Michael?— pregunté ignorando su pequeño reproche.
–Está por aquí, no quiero que Jean lo sienta si no todo se irá a la mierda.
Asentí y solté un suspiro. James sacó un paquete de cigarrillos y comenzó a fumar de uno de ellos.
–No sabía que fumabas.– dije mientras metía mis manos en mis bolsas delanteras de mi pantalón.
James se encogió de hombros y soltó el humo por la nariz y la boca.
–Comencé hace poco, es bueno aunque muy adictivo.— comentó.
Deje de observarlo y me enfoqué en otra cosa, no estaba muy interesado en saber cuando mi hermano comenzó a fumar, él es un adulto y sabe lo que hace, además, es inmune a cualquier enfermedad, así que aproveche.
Minutos más tarde Jean llegó vestida como si fuera ir a una fiesta, mi hermano y yo nos miramos por un momento y después volvimos la mirada hacia ella.
–Hola.– saludo con una sonrisa pícara.
–Estás hermosa.– hablo James mientras tiraba lo que restaba de su cuarto cigarrillo.
Jean sonrío aún más y volteo a verme, supongo que espera algún cumplido de mi parte, sonreí.
–Despampanante como siempre.– dije con una sonrisa encantadora.
Si algo se me da fácil es el coquetear y el coqueteo es parte de mi plan, es lo fundamental para tener a Jean y matarla.
–Gracias.– sonrió– debo admitir que me sorprendió mucho la idea de que me citaran aquí.
James sonrío.
–¿Has escuchado sobre los tríos?– dijo sin más preámbulos y con un descaro que me sorprendió demasiado.
Mire a Jean con atención, puedo jurar que por unos segundos se sonrojó, pero no duró mucho.
–Querido, yo los practico a diario.– dijo como si nada.
–¿Quieres hacerlo con nosotros?–pregunte mientras lamia mis labios de manera sutil.
Jane frunció el ceño por unos segundos pero después se relajó.
–¿Y Emma?–pregunto.
No pude evitar ponerme un poco rígido, sé que no la voy a engañar pero el hacer esto me hace sentir culpable.
–Terminamos.–dije sin más.
Ella me miró por unos segundos, estaba inspeccionando que no hubiera alguna señal de mentira en mi. No consiguió nada porque no dudó en acercarse a mi y darme un beso de lengua en la boca. La tomé por la cintura y la pegue más a mi mientras le seguía el beso, puedo jurar que estos besos no se comparan con los de Emma, mi novia es mejor en todo y Jane no le llega ni a los talones. Pude escuchar como James se acercaba por detrás de ella, Jane ni siquiera se inmutó, seguro pensó que él le seguiría el juego, pero no fue así. Jane mordió fuertemente mis labios haciendo que sangrara levemente, poco a poco sentí como si agarre hacia mi se disminuía, me alejé de ella y pude ver cómo se convertía en cenizas poco a poco. Miré a mi hermano segundos después y él me regaló una sonrisa. Esto fue más fácil de lo que esperaba.