-Que idiotas.

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Ian tomó mi mano con delicadeza y entramos a casa de Meghan, ya estaban casi todas las damas junto con sus parejas, al entrar no pudimos evitar la mirada de algunas chicas, bueno, solo miraban a Ian, bueno, no lo miraban solamente, sino que se lo comían con esta.

-En unos minutos llegará la chica para medirlos-anunció Meghan con una sonrisa.

-¿Dónde está Ray?-pregunté.

-Arriba, fue a ver a David-respondió la rubia- puedes ir si quieres-sonrió.

-Ahora vuelvo- le avisé a Ian, él solo asintió.

Asentí y solté a Ian para caminar escaleras arriba en busca de mi lobo hermanastro.

-Hola hola- saludé entrando a la habitación de Meghan y Ray.

-Hola-saludó mientras dejaba a David en su cuna con mucho cuidado.

-Te ves tan tierno-dije con una sonrisa.

-Gracias, tú luces horrible- habló acercándose a mí.

-Gracias- dije rodando los ojos.

Ray me abrazó y besó mi cabeza varías veces, sonreí, es extraño tener a un Ray cariñoso, pero cuando lo es hay que aprovecharlo porque difícilmente se ve esto en él.

-¿Dónde está Ros?-pregunté cuando me soltó.

-Salió con una chica- respondió orgulloso de su hermano.

-¿Ros tiene novia?-pregunté.

-Algo así, aún está en eso.

-No tiene mi permiso- dije segura.

Ray rodó los ojos y soltó un suspiro.

-Vamos abajo enana-dijo con una sonrisa divertida.

Asentí y los dos bajamos, ya estaban ahí todas las damas con sus parejas y la chica que tomaría medidas a los hombres  a penas estaba comenzando a hacer su trabajo.

-Sabía que elegirías a Ian como tu pareja- murmuró Ray.

-¿Por qué murmuras?-pregunté- Ian puede escucharte aunque murmures- sonreí.

-No está poniendo atención a nosotros-respondió.

-Eso crees-dije acercándome a Ian.

Ray se fue con Meghan para ayudarla en lo que necesitara.

-¿Estás bien?-le pregunté a Ian mientras entrelazaba mi mano con la suya.

Ian sonrió y depósito un beso en mi mejilla.

-Si, estaba hablando con una chica pero se fue con su pareja hace unos segundos-respondió.

No respondí y esperé a que la chica llamara a Ian para que le tomara las medidas, no tardó mucho en llamarlo, debo admitir que la chica era rápida en su trabajo, la otra que nos tomó medidas a nosotras se tardo mucho.

Tal vez porque somos mujeres.

Cuando la chica terminó con todos los hombres se fue y esperamos a que Meghan nos diera algunas instrucciones, básicamente nos dijo que día iríamos por los vestidos y los trajes.

-¿Iremos con Bárbara?-pregunté cuando subimos a la camioneta de Ian.

-No, ella no está así que te llevaré a tu casa, yo tengo trabajo en la empresa-respondió.

Asentí y no dije nada más.

Cuando llegué a casa Ian no tardó en irse, solo se aseguró de que yo entrara a mi hogar y cerrara la puerta detrás de mí, no me molesta en absoluto que Ian o algún Haye no esté conmigo, sé que ellos tienen su vida y no pueden estar siempre al pendiente de una simple humana.




Siempre fuiste tú | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora