-Pervertida.

149 11 3
                                    




-¿Qué tal ahora?.-preguntó James saliendo del baño de su habitación.

Lo miré con atención buscando algún defecto pero no, todo era perfecto.

-Luces bien.-respondí.

James sonrió satisfecho, quería regresarle la sonrisa pero siendo honesta, no pude.

-¿Sigues deprimida?.-preguntó sentándose en su cama a mi lado.

-No puedo estar feliz.-respondí.

James soltó un suspiro y pasó su brazo por mis hombros.

Hace tres días que desperté y me enteré que ya no era humana, hace tres días que Ian no me dirige la palabra, es como si para él Emma Hills hubiera muerto, aunque para mí esa parte de mí ya murió, ahora solo soy alguien que no morirá y verá morir a todos sus seres queridos.

-Ayer hablé con Ian.-confesó James.

-¿Qué te dijo?-pregunté.

Una parte de mí se emocionó, aún tengo la esperanza de que Ian vuelva a ser el mismo conmigo.

-Que fue muy duro para él esto, aunque para ti también lo fue y lo sigue siendo, pero que te ayudará a salir adelante.- sonrió levemente.

Una parte de mí se tranquilizó por completo, Ian no me está dejando de lado como pensé y espero que las cosas sean como antes.

-Bien, necesito que me ayudes a usar la compulsión.-pedí poniéndome de pie.

James me miró extrañado por unos segundos pero después sonrió con cierta malicia, como si estuviéramos a punto de hacer alguna travesura.

-¿Con quién quieres usarla?-preguntó.

-Con todos mis maestros, ya perdí el semestre con todas las faltas y necesito que....

-Cuenta conmigo.-me interrumpió.

Asentí.

-Esto será divertido.-se frotó las manos como si fuera a hacer algo malo.

Bueno, si es malo lo que haremos, pero es para un bien.

-Me iré mañana a Boston.-dije decidida.

James me miró sorprendido, sé que me dirá que no porque aún no aprendo a controlarme muy bien, además no he salido a lugares concurridos, lo cual es malo.

-No Emma, lo siento pero aún no estás lista.-dijo severamente.

Solté un suspiro.

-Podemos ir juntos.-dije encogiéndome de hombros.

James negó con la cabeza.

-Tengo trabajo Emma, no puedes irte hasta que aprendas a contenerte.

-¡Pues enséñame!.-exigí molesta.

James rodó los ojos.

-Mañana, hoy tengo que salir a una junta.-finalizó seriamente.

Aún no le agrada del todo que quiera salir a lugares con mucha gente pero todos sabemos que tarde o temprano lo tendré que hacer y qué mejor temprano que tarde.


••••


Bárbara apagó la radio del carro y bajamos al pequeño parque.

Convencí a la menor de los Haye en dejarme salir a un lugar en el que hubiera gente, aunque este parque no está repleto de gente y si hay varios niños jugando por aquí, los padres que los cuidaban y una que otra pareja de ancianos.

Siempre fuiste tú | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora