-Es una gran sorpresa el que estés aquí- dijo Meghan entregándome un chocolate caliente.-Si, yo tampoco lo esperaba- murmuré y comencé a beber de mi chocolate.
-¿Estás bien?-preguntó sentándose frente a mí.
No, no estoy bien Meghan el amor de mi vida se está acostando con su ex prometida y me mira como si fuera la peor persona del mundo. Además puede que sea adoptada y no entiendo ni mierda de lo que está haciendo Bárbara a mis espaldas y en serio muero por saber y entender toda esta mierda.
-Estoy bien- respondí- ¿Y Ray?-pregunté cambiando de tema.
-Trabajando, y Ros está en la escuela- Meghan sonrió por unos segundos pero después se puso sería- Emma hace un tiempo Ray me contó algo- habló en murmuró como si temiera que alguien la escuchara.
La miré con atención.
-Tu ya lo sabias y no me dijiste nada- frunció el ceño- pero no te culpo, es algo muy delicado- sonrió levemente.
Miré a otro lado, Meghan sabe que Ray es hombre lobo.
-¿Y no te molesta?-le pregunté y la miré con atención.
-Al principio me desconcertó pero lo acepté, es decir eso no nos impide que estemos juntos.
-Me alegro en serio- sonreí, por lo menos Ray es feliz.
-Además, creo que los hombres lobo son sexys- chilló haciéndome sonreír.
Meghan siendo tan Meghan.
••••
Entré a casa de Bárbara, no quería volver a ese lugar pero James y ella insistieron mucho en que fuera, los dos se quedaron preocupados después de que Ian les dijera que volví, claro que el idiota no les dijo en qué situación se encontraba.
En la sala de estar no había nadie, así que supuse que estaban en la cocina, caminé en esa dirección y sí, en efecto los tres Haye estaban ahí, cuando entré los tres me miraron pero Ian apartó su mirada rápidamente, después se levantó y se fue.
-¿Por qué no te quedaste cuando regrésate?-preguntó Bárbara.
Me senté junto a ellos.
-Ian estaba con Jane- murmuré con cierto dolor en mi voz.
Me sorprende que hasta ahora no eh soltado alguna lágrima.
James se levantó de su lugar y me abrazó, me abrazo muy fuerte, le correspondió el abrazo, estoy siendo fuerte. No quiero llorar por Ian, no aquí donde él puede escucharme. Necesito ser fuerte, ya cuando esté de regreso a la universidad podré soltar todo.
-¿Encontraste algo?-preguntó Bárbara.
Asentí, James se separó de mi pero no se alejó, saqué el sobre que tenía mi nombre con pluma negra. Miré a Bárbara, ella me alentó a que lo abriera, James acaricio mi espalda. Abrí el sobre y...
-¿Vieron donde deje mi bolsa con sangre?-preguntó Ian entrando a la cocina y colocándose al lado de Bárbara.
Suspiré con nerviosismo, James bufó molesto y Bárbara simplemente lo ignoró.
-Ábrelo Emma- Bárbara volvió a alentar.
Ian frunció el ceño pero puso atención a mis movimientos.
Miré el sobre que tenía en mi manos y saque su contenido, son fotos mías de bebé y unos papeles. Suspiré. Tomé los papeles de adopción y comencé a leerlos en voz alta, al terminar de hacerlo baje los papeles y miré mis fotos de pequeña. Mis ojos comenzaron a cristalizarse, Bárbara se levanto de su lugar y me abrazó junto con James, Ian estaba sorprendido, no se movió, no vino a abrazarme o algo, tampoco es como que venga y me abrace así como así. Solté un sollozo y comencé a llorar más fuerte, toda mi vida viví engañada. Me siento tan mal.