-Muy bien señor gordo.

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Han pasado cuatro semanas desde que Ian se digno a enseñarme el mundo exterior, por así decirlo, la verdad es que eh tenido avances muy buenos, ya me controlo y digamos, que soy una "persona normal", lo cual me alegra, lo que no me alegra es que aún así no puedo salir sola, y lo entiendo, es difícil confiar en seres como yo, pero ellos son igual a mí, deberían de confiar, o por lo menos entenderme.

—Tierra llamando a Emma.— habló Bárbara sacudiendo su mano frente a mí.

La mire a ella y a Meghan, hace unos días llegó de su luna de miel, llego muy bronceada, de buen humor, y se ve bien, ahora mismo estamos en una cafetería, la misma a la que vengo cuando estoy triste o quiero estar sola, pero hoy no me siento triste, al contrario, estoy feliz porque al fin mi mejor amiga regresó de su viaje y me trajo un regalo de la playa a la que fue, y lo más importante, estoy fuera de la casa de Bárbara.

—¿Y bien?.— preguntó Bárbara.

Meghan y yo la miramos sin entender.

— ¿Regresaste con cachorro?— preguntó de nuevo Bárbara burlonamente.

Sonreí.

—¿Seré tía otra vez?— pregunte.

Meghan se sonrojó a tal punto de ponerse más roja que un tomate.

—No, Ray y yo queremos esperar a que David sea un poquito más grande, porque imagínense tener que cuidar a dos bebés— agito sus manos— sería difícil.

—No lo sé, pero es cansado, bueno tienes razón.— le siguió Bárbara.

Asentí dándole la razón a Bárbara, yo no tengo hijos, pero tengo dos hermanos y son unos pequeños monstruos, y si, es muy cansado lidiar con ellos todos los días, todo el día.

Ahora más que nunca, extraño lidiar con ellos y muestras constantes estúpidas peleas de hermanos.

—¿Y qué hay de novedades chicas?— preguntó Meghan sonriendo.— ¿Ustedes ya tienen algo con alguien?, Emma— me miró y levantó la ceja— Ian.

Bárbara soltó una risita.

—Aún no somos novios— respondí rodando los ojos— ya se tardo.

—Todo a su tiempo Emma.— habló Bárbara.

Meghan y yo la miramos y entrecerramos los ojos.

—¿Tú sabes algo Bárbara?— preguntó Meghan.

—Claro que no.— se defendió la morocha.

La mire con una ceja levantada, ella sabe algo, pero siguió con su posición dura, es difícil sacarle información a Bárbara, por eso es bueno contarle secretos, porque nunca los contará.

—Hasta ahora Ian no me ha contado algo, supongo que aún no está seguro de si eres la correcta.— bromeó.

Pero para  mí no fue una broma, me hizo dudar.

¿Y si en realidad Ian no me quiere por eso no me lo pide?

¿Y si solo está conmigo por pena?

Odiaría a Ian con toda mi alma si él me hiciera algo así, y sé que debo de esperar el momento, pero ese momento ya se tardo una eternidad.

Literalmente.

—Hey solo bromeaba.— se disculpó Bárbara al ver mi rostro serio.

Asentí levemente.

—Deberías de ver a Ray, Emma, esta más moreno por el sol.— habló Meghan mordiéndose el labio inferior.

Siempre fuiste tú | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora