-Vámonos.

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Esto es más que real.

—¿Disculpa?—habló Rose con odio.

Ian soltó un suspiro y me puso detrás de él.

—¿Recuerdas la cena donde te conté cómo salí del castillo?—preguntó Ian, Rose asintió y me miró aún algo sorprendida.

—¿Ella es la humana?—preguntó.

Ian negó con la cabeza.

—Ella es Emma Hills—me volvió a poner adelante de él.

Rose frunció él ceño por unos segundos y después se relajó.

—Lo entiendo, ella te salvó y seguramente lo único que sientes por ella es gratitud— dijo sonriendo en cambio yo fruncí el ceño— puedes estar con ella hasta que te aburras.

Estaba a punto de soltarse un golpe a esa hueca pero Ian habló.

—Lo siento Rose pero lo que siento por Emma es más que gratitud, estoy enamorado de ella.— habló con seguridad.

Si fuera humana mi corazón estuviera a mil por hora.

Rose apretó los puños.

—Esto lo van a saber tus padres.—dijo antes de dar media vuelta y salir por el elevador.

Me giré para encarar a Ian.

—Estás en graves problemas.—dije preocupada.

Ian me miró y sonrió de lado.

—Eso es lo que menos me importa, mañana en la mañana tú y yo iremos a hablar con mis padres— tomó mis manos y me apegó a él— ya es hora de que conozcas a mis padres Emma.

Abrí los ojos como plato.

—¿Ya?—pregunte nerviosa.

Ian asintió con la cabeza divertido.

—¿Ya no estás molesta conmigo my lady?—preguntó.

Me quedé en silencio por unos segundos.

Ian me soltó de las manos y me miró arrepentido.

Sonreí de lado y brinqué a sus brazos como si fuera una estúpida colegiala enamorada.

En realidad lo soy.

—Te amo.—murmuré y bese sus labios.

Ian sonrió y me cargó, enrollé mis piernas en su cadera.

—Te amo Emma.—dijo y profundizó el beso.

Nos seguimos besando mientras Ian caminaba hacia la cama.

—Esta vez no te vas a escapar— gruñó mientras dejaba húmedos besos en mi cuello.

Jadeé y comencé a desabrocharle la camisa, podía sentir todo el deseo de Ian, eso solamente hacía crecer más mis ganas de estar con él.

—Te amo.—murmure entre besos y caricias.

Ian dejó de ser rápido para convertirse en el hombre más delicado del mundo.

—Te amo my lady.—murmuró y plantó un delicado beso en mis labios.

Me quede un poco extrañada cuando dejó de desvestirse y solamente me miró a los ojos.

Esos hermosos ojos azules.

Sonreí de lado pérdida en esos hermosos ojos azules.



••••



Ian entrelazo nuestras manos y comenzamos a caminar por los largos pasillos de la casa de sus padres.

Estoy nerviosa.

Siempre fuiste tú | 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora