- ¡Venga Natacha!- gritó Ellen desde la cima de una colina.
- ¡Odio las colinas, las montañas y todo lo que vaya hacia arriba! ¡¿Por qué tiene que existir la gravedad?! ¡Joder!- grité desesperada.
Di unas zancadas más y sin darme cuenta, ya estaba justo en el lado derecho de Ellen. Me paré y apoyé ambas manos sobre mis rodillas mientras intentaba recuperar el aliento.
- Decidido,- dije cansada.- quiero ser mosquito.
- ¿Mosquito?- dijo Ellen tras una risa.- ¿No te conformas con águila o golondrina?
- No, mosquito mola más. Así puedo darle el coñazo a la gente aunque me juegue la vida.
- Anda, sigamos mosquito.
- Oye, ¿tu amigo cuidará bien a Ryuk? Nunca lo he dejado solo.
- Sí, tiene una residencia para animales y trabaja de veterinario. Créeme, tiene experiencia.
Ellen y yo seguimos caminando por el bosque, fotografiando y alucinando con cada mínima cosa que veíamos. Eso provocó que estuviera más pendiente de los árboles y el paisaje en sí antes que preocuparme en donde colocaba los pies.
Un hoyo, solo bastó un pequeñísimo hoyo para hacerme rodar colina abajo hacia otro sendero donde caminaban más personas inocentes y que no merecían que alguien se les cayera encima.
- ¡Natacha!- escuché que gritó Ellen.
Veía todo moverse de un lado a otro mientras rodaba, de repente caí, pero no fue una caída dolorosa y eso me extrañó bastante. Tanteé sobre lo que había caído, era duro y puede que algo blando, pero sobretodo duro. De repente noté unas manos en mi espalda, ahí fue cuando abrí los ojos.
Estaba sentada a horcajadas sobre... el ser más fabuloso que habían visto mis ojos, y no era un gatito. Un chico, de pelo castaño oscuro, ojos verdes que me miraron al abrirse y tez algo pálida.
Me incorporé con cierta torpeza y le tendí mi mano para que se levantara mientras decía:
- Oh Dios, lo siento mucho, de verdad. No quise tirarte al suelo ni nada.
El chico se incorporó con mi ayuda, era alto, posiblemente unos diez centímetros más que yo. Se agachó y cogió una cámara de vídeo del suelo, ésta seguía grabando. Se colocó la mirilla en el ojo y me enfocó mostrando una sonrisa un tanto maliciosa.
- Siendo sincero, en mi vida me había topado con una chica tan torpe.
En ese momento la sonrisa se borró de golpe de mi rostro. Ya no me parecía ni guapo, ni atractivo, ni medianamente mono. Ahora, era un ogro.
- ¿Me estás llamando torpe en mi cara?- dije.
- Me llamo Maximus, Maximus Fletcher. Max para los amigos.
- Me da igual tu nombre, responde mi pregunta.
- No decir tu nombre cuando alguien se presenta es de mala educación.
- ¿Me estás diciendo maleducada? Eres un imbécil. Solo por eso y porque eres un gilipollas no te mereces ni una pizca de mi atención.
- ¿Gilipollas? ¿No habíamos quedado en que era un imbécil? ¿Eres bipolar también?
- Se acabó, ¡deja de grabarme!- dije tratando de tapar el objetivo de la cámara.
- No, no. Eso no se hace, enana.- dijo con una sonrisa mientras quitaba la cámara de mi alcance, pero seguía grabando.
![](https://img.wattpad.com/cover/74369273-288-k21050.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cómo ser la Torpe perfecta.
ChickLitNatacha Greens, una mujer sencilla de veintisiete años, como todas algo alocada, enamorada de la vida y su ciudad natal, Florida. Con un apartamento de lujo, un trabajo asegurado y... ¿a quién queremos engañar? Empecemos de nuevo. Natacha Gree...