39: Estado crítico

1.1K 92 10
                                    


A pesar de los avisos que nos dieron nada más cruzar las puertas, Max corrió por los pasillos del hospital nada más salir del ascensor, en busca de Ellen. La vio a pocos metros de nosotros al girar una esquina, ella corrió hacia él echándose a sus brazos, rompiendo a llorar al instante. Me partía el corazón verla así, tan angustiada, al igual que estuvo Max a los pocos segundos de que nos llegara la noticia.

- Ellen cálmate, ¿qué ha pasado?- dijo Max, separándose de ella. Habló con un tono calmado.

- Yo...- trató de seguir, pero las ganas de llorar no la dejaban. Se tapó la boca con las manos, todo su cuerpo temblaba.

Miré a Max, me acerqué a ella y la abracé con afecto, meciéndome y acariciando su espalda. Limpié las lágrimas que corrían por sus mejillas con ambos pulgares. Max se sentó junto a ella en las sillas de la sala de espera, que a esta hora, estaba vacía. Me quedé de pie frente a ambos, y cuando Ellen pareció calmarse prosiguió:

- Ed y yo habíamos ido a comprar un par de cosas, como era rápido me pidió que me quedara en el coche esperando. Me... me quedé ahí, mirando el móvil. Pasaron unos cinco minutos cuando escuché gritos y jaleo.- cerró los ojos con fuerza apretando sus manos para aguantarse.- Salí del coche y caminé rápido hacia la entrada... e-empecé a escuchar disparos y gente gritando. Cuando llegué le vi... tirado en el suelo, envuelto en un charco de sangre... ahí en medio.

- ¿Qué pasó después?- preguntó Max.

- Me acerqué a él, ¡no me atreví a moverlo! Desde dentro escuché las sirenas de las ambulancias y las autoridades. Sin darme cuenta ya lo estaban metiendo en la ambulancia, y yo iba a su lado sin saber qué hacer y... mirando sus ojos abiertos y vacíos.

Me senté a su lado, consolándola. Max se levantó y secó sus lágrimas mientras caminaba de un lado a otro. El tiempo pasaba lento, no sabía cuánto llevábamos allí, esperando; el rostro de Ellen era completamente inexpresivo, al rato decidió levantarse e irse de ese maldito pasillo, según ella necesitaba tomar algo y estar sola.

- Max...- susurré. Por un momento dejó de caminar de un lado a otro y, aun con los brazos cruzados me miró.

- Ven aquí.- dijo, extendiendo sus brazos y acercándose a mí.

A igual que a ellos dos vivir esto me dolía, ¡Edward era mi amigo al fin y al cabo! Odiaba tener que vivir esta sensación de nuevo, al borde de saber si perderemos o no a alguien importante para nosotros. Max ocultó su rostro en el hueco de mi cuello, acaricié su espalda cuando escuché su sollozo; ya le conocía, y sabía que se estaba aguantando para no derrumbarse delante de Ellen.

- Oye, shh...- susurré.- Sabes que va a salir de esta, tú y yo lo sabemos.

- Lleva hora y media en quirófano.- contestó.- ¿Por qué...? ¿Por qué son las personas como Edward las que siempre sufren esto? Con Cole pasó igual...

- Max, eso pasó hace mucho tiempo ya.- dije, sabía que le era duro pero debía superarlo. Habían pasado cinco años dese aquello.- Ed solo estaba en el sitio equivocado en el momento equivocado, y ya nos han dicho que han arrestado a los tres involucrados en el tiroteo.

Sentí cómo me abrazaba con más fuerza, se separó y besó mi frente. Al sentarnos de nuevo vimos a Ellen girar la esquina del pasillo con un vaso de plástico, se sentó a mi lado, bebiéndose el café de un trago.

Una hora más tarde, al fin, las puertas se abrieron y los enfermeros sacaron la camilla. Sin siquiera pararse y sin dejarnos ver nada recorrieron el pasillo hasta desaparecer. La cirujana, quitándose los guantes y la mascarilla se acercó a nosotros con un aire no muy alegre.

- Hemos hecho todo lo que hemos podido. Había recibido tres disparos, uno en el hombro, otro en el pecho y... el último de ellos en la cabeza.

- ¿Qué...?- dijo Max, atónito.- ¿Está bien?

- Puedo decir que está fuera de riesgo, pero se encuentra en estado crítico. La única bala que dejó una herida limpia fue la del hombro, conseguimos con éxito sacar los fragmentos de la bala que impactó en el pecho, y por suerte no dañó ni pulmones y mucho menos se acercó al corazón.- explicó.

- ¿Pero...?- dijo Ellen.

- La tercera bala impactó en el cerebelo, es la parte posterior de la cabeza, la que une con la nuca.- dijo, indicando la zona.- Tuvo la inmensa suerte de que la bala no se fragmentara, la sacamos entera, pero es una herida profunda. Le costará recuperarse, pero al menos está fuera de riesgo. Lo mantendremos en cuidado intensivo y con vigilancia regulada, el horario de visita será escaso debido a su lenta recuperación, pero es lo que hay.

- Gracias doctora.- dijo Max, dando un apretón de manos.

Siguiendo sus indicaciones recorrimos el pasillo hasta llegar a la que era su habitación. Abrimos la puerta esperando lo peor, y así fue. Estaba completamente dormido, con respiración asistida, conectado a máquinas que rodeaban la camilla. Edward estaba irreconocible, tapado hasta los hombros, rapado al cero y con la cabeza vendada debido a la operación. 

Fue chocante verlo así, débil.

Max se sentó a la derecha de la camilla y tomó su mano. Ellen ni siquiera se atrevía a dar un paso, me quedé a su lado sentada en los sillones de la habitación. Estábamos sumidos en un silencio sepulcral, escuchando solamente el incesante pitido de la máquina.

- Nate, llévate a Ellen.- dijo Max, sin despegar la mirada de su hermano.- Me quedaré con él esta noche.

- No... no, no, no. Me niego a dejarle.- dijo Ellen.- Vete tú.

- Ellen no voy a discutir por esto.

- Es mi pareja, Maximus.

- ¡Es mi hermano!- gritó.- Creo que eso es más importante.- dijo, mirándola fijamente. Ellen se quedó callada al segundo, sorprendida me levanté.- Por favor, iros de aquí.

Ellen, enfadada salió de la habitación. No me esperaba que Max reaccionara de esa forma, no me parecía bien.

- Max, creo que te has pasado.- dije acercándome.- No eres el único que está sufriendo esto.

- Lo sé, lo sé...- contestó, con voz quebrada.- Pero necesito quedarme con él. Necesito... necesito cuidarle.

- Mañana hablarás con Ellen y le pedirás disculpas, si es necesario pasareis las noches por turnos, pero me niego a que os enfadéis por esto, porque creo que con lo que ha pasado ya es bastante.

- Hablaré con ella, lo prometo.- contestó, extendió su otra mano para coger la mía.- Nate cuídala, la primera noche nunca es fácil.

Al salir del edificio me vi obligada a parar un taxi y poner rumbo a mi apartamento. Al llegar, Ellen se cambió de ropa tomando prestado uno de mis pijamas y se encerró en el dormitorio. Parecía que hasta Ryuk entendía que el ambiente estaba tenso, ya que se quedó con Ellen sobre la cama.

Al cambiarme me tumbé a su lado, dejando al gato en el centro de las dos.

- Oye Ellen.

- Sé que Max no lo ha dicho con mala intención.- me interrumpió.- Es su hermano, lo quiere. Ahora mismo nos estamos dejando llevar por las emociones del momento. Me ha parecido bien lo que has dicho, eso de turnarnos las noches.

- Aunque sea su hermano no debió decirte eso, estamos pasando por algo grave y sé de primera mano cómo os sentís porque además de que Ed también es amigo mío, ya lo he vivido antes. Y es una mierda. Lo último que necesitamos es discutir entre nosotros.- dije.

Asintió al escucharme, mostrando una sonrisa un tanto triste.

Con el pasar de los minutos, se quedó dormida abrazada a uno de los cojines de la cama, ya era de madrugada y se notaba el cansancio. Ryuk estaba medio dormido entre las dos, pegado a mí, acurrucado, yo solo miraba al techo, pensando. A pesar de que lo peor había pasado y que Edward contaba con posibilidades de salir adelante, aunque fuera una dura recuperación... tenía un mal presentimiento.

_________________

Disfruten del capítulo!!!! :D

Cómo ser la Torpe perfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora