Capítulo 29

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Ya había pasado navidad y todas esas fechas, durante ese tiempo me la pase con los chicos, fueron dias agradables que disfruté demasiado, más por el hecho de estar junto a Jong.
Pero tenía que volver a mi vida y ellos a la suya.
Subí a la oficina del jefe, la recepcionista me había dicho  que él me llamaba.
—¿Señor?— me asomé por la puerta.
—Adelante, _______— me dijo con una sonrisa, pase e hice una reverencia—. Toma asiento— me dijo señalando el asiento frente a su escritorio—, vera, usted no es de aquí, ¿verdad?
—No, soy mexicana, nací allá, pero mis papás decidieron venir a vivir aquí cuando tenía cinco años— explique.
—Muy bien, bueno eh escuchado que los mexicanos son muy alegres y cálidos— siguió. Yo me encogi de hombros sonriendo—, mire, saldré de viaje de Corea, para una junta importantísima en Japón, mi pequeña hija de siete años se quedará sola, queria saber si podría usted quedarse con ella durante esos días.
—Claro— dije.
—Salgo desde mañana, durare en Japón tres días, mi chofer la dejará y vendrá por usted esos días, mañana sólo traiga su maleta y en la mañana él se la llevará. De la comida no se preocupe, los cocineros se encargarán, usted sólo debe cuidar y acompañar a mi hija— explicó y yo asenti.
—Oh y como es 14 de Febrero, mañana debemos llevar los cosméticos que se entregan cada quince dias y que son elaborados por el laboratorio del hospital a las empresas inscritas a nuestro contrato. Y como usted es dermatóloga, usted las llevará, y así si le preguntan algo, usted sabrá contestar.
—Okey— dije.
—Eso se le aumentará a su sueldo, además de usted también iran los otros dermatólogos, sólo que como es nueva pensaba en comentarcelo desde hoy. Eso se entrega mañana también.
—Esta bien, pero expliqueme algo, si estoy trabajando aquí desde Diciembre, ¿por que no fui a entregar cosméticos en las quincenas?— pregunte.
—Porque no habían sido muchas las empresas que nos solicitaban el maquillaje, ahora ya son varías y necesitamos que nos ayude con eso— explicó.
—Bueno— respondí.
—Ya puede retirarse, recuerde que mañana tiene que ir con mi hija y entregar cosméticos.
—Sí— respondí poniendome de pie y haciendo reverencia.
Salí de la oficina y suspire. «Esto será difícil, no soy muy buena con los niños, ni siquiera soy carismática, las personas no deberían dejarse llevar por los estereotipos» pensé. Pero, me hara bien, tal vez podría juntar dinero para las próximas vacaciones visitar a mis papás.

La mañana siguiente llevaba una maleta, el chofer me esperaba después de haber traído al jefe.
—¿Usted es _______?— me preguntó.
—Sí, soy yo— respondí sonriendole.
—Permítame ayudarle— me dijo al momento en que tomaba mi maleta para guardarla en la parte de atrás del auto.
—Gracias— agradecí.
—De nada. Iré por usted a la última empresa a la que vaya a entregar los cosméticos, ya que tengo que llevar al señor a la casa por sus maletas y luego debo llevarlo al aeropuerto— me explicó.
—Esta bien— dije.
—Mi nombre es Myung— se presento.
—Okey, Myung, gusto en conocerte.
Me despedí del chofer y fui a firmar en la recepción, luego fui a mi consultorio. Al abrir la puerta un olor a flores llegó a mi nariz. Me dirigí hasta ellas y las olí, eran rosas, tulipanes, margaritas y todas olían delicioso. Encontré una tarjeta que decía:

Para una chica frágil
Como las flores.
-Jong

Sonreí como una boba al saber que eran de Jong.
—¿Y esas flores?— preguntó Yora entrando a mi consultorio, ella era una enfermera que no era muy buena conmigo. Gracias a tantos rumores malos que ha hecho de mí, nadie quiere hablarme, sólo el jefe no le cree ni media palabra.
—Me las envio un amigo, Yora— dije sentándome en mi silla.
—¿Dongwoo? Creí que sabía quién eres realmente, obviamente lo enredaste con tus mentiras de niña buena— dijo con tono burlón.
—No es de Dongwoo, además, ¿Qué problema tienes conmigo?
—Dongwoo es mío, no entiendo que te vio, pero de todas maneras, huyó de ti.
—Ni siquiera sabes la razón por la que se fue— murmulle.
—Deberías de irte, no eres de este lugar— dijo para darse la vuelta, pero antes de que ella abriera la puerta, Ren entró.
—Lo siento— dijo haciendose a un lado para que Yora pasará. Ésta puso los ojos en blanco, si algo odiaba era que le estorbaran. Paso junto a Ren dejando su aire de superioridad y fastidio por donde ella pasaba. Ren enarco la ceja mirándola visiblemente confundido. Después entró al consultorio y se sentó frente a mí.
—¿Quién era ella?— preguntó.
—Yora, una enfermera— explique, aunque realmente pensaba en lo que ella había dicho—. Ren— pronuncie su nombre.
—¿Qué sucede?
—¿Tú crees que deberia de irme, porque no pertenezco aquí?— pregunté.
Él puso una cara de gracia.
—Si fue Yora quién te metió esa idea en la cabeza, ni preguntes, ella esta loca. Mira, ________, desde pequeña has vivido en Corea y por más rechazos que hayas sufrido, eres una persona muy valiosa, no todos terminan la Universidad con una especialidad en medicina. Y ahora, te han contratado en la ciudad más importante de Corea del Sur, Seúl. A puesto a que tu jefe esta más que orgulloso de tenerte trabajando para este hospital.
Sólo sonreí como respuesta, los alagos o comentarios como esos siempre me hacían sentír apenada.
—Bueno, sólo queria visitarte, ¿Cómo te ha ido?— me preguntó.
—Bueno, pues ayer mi jefe me pidió que cuidará durante tres días a su pequeña hija, porque él irá a una importante junta en Japón. Y tambien, hoy ire a unas empresas a entregar cosméticos elaborados por el hospital— explique.
—Vaya, estarás muy ocupada— mascullo.
—Ustedes tambien— dije.
—Es verdad— dijo sonriendo—, hoy se lanzó el single de Hello y desde hoy estaremos organizandonos para el MV de la canción.
—Ya escuche la canción, me gustó mucho— dije sonriendo—, me encantó el rap de Jong.
—Ya decía yo que no podías estar sin decir un comentario sobre JR.
Yo sólo reí.
—Y la tonadita también es muy linda— dije—, una canción triste pero que me encantó. Sólo, creo que es alguien muy masoquista o algo así.
—De hecho la historia es real, el compositor tenía una novia y la vio con otro hombre, así que él la llamó por teléfono para saber si estaba ahí, pero como era muy fuerte terminar, él sólo dijo cosas normales. Él dijo: ¿has comido?  ¿Qué estás haciendo?*
—Vaya, que triste— dije cabizbaja en voz baja—. Aunque por más que quieras a esa persona, si ella te engaña es porque no te ama y por lo tanto, no es feliz contigo. Además, esa persona debería de sentirse realmente mal por engañar a aquel que la ama aún después de saber que lo engaña.
—Cuanta filosofía— me dijo con una sonrisa— ¿Y estas flores?— preguntó observando el ramo tan hermoso que había en mi escritorio.
—Me las envió Jong— respondí sonriendo.
—Uh, con que Jong, ¿eh?— inquirió con una sonrisa pícara.
—Ay, cállate— le di un ligero golpe en el hombro.

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*Entrevista de JJANG!

Overcome. JR y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora