Capítulo 51

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—¡_________, cariño!— exclamó la mamá de Jong al verme.
—Hola, Sra. Kim— la salude dándole un abrazo. Aquí en Corea no es muy normal abrazar o el contacto físico, pero aún sigo siendo mexicana y mis papás así me educaron, y la familia de Jong se acostumbro a eso conmigo.
—¿Cómo estás?— me preguntó cuando nos separamos.
—Muy bien, ¿y usted?
—Bien.
—Él es Ren, compañero de Jong— lo presenté.
—Buenos días, señora Kim— saludo haciendo reverencia.
—Gusto en conocerte, Ren— respondió ella con una sonrisa y una reverencia.
—¿Y el señor Kim?— le pregunté.
—Salió a hacer unos pagos— respondió—, ¿Jong no vino?
—No— respondi triste—, tendría una entrevista y sesión de fotos muy importantes, deseaba venir, pero se le atravesó eso a última hora, pero me dijo que les mandaba muchos saludos y que los extraña demasiado— le dije.
—Y nosotros a él— dijo ella con tono triste—, ¿Y qué los trae aquí?
—Quería venir a mi casa— respondí.
—Pero tus papás regresaron a México— dijo—, ¿no te dijeron nada?
—Sí, pero no creo que nadie haya comprado ya la casa— respondi.
—Bueno, ¿gustan comer algo?
—Sí— dijimos Ren y yo a la vez. Reímos y le dijimos a la señora Kim lo que queríamos, ella fue a prepararlo y nosotros nos sentamos.
—Es muy agradable— me dijo Ren.
—Sí, ellos son muy buenos— contesté sonriendo—. Aquí trabajaba de mesera junto con Jong.
—¿En serio?
Asenti.
—Por eso éramos tan unidos, él y yo pasábamos casi todo el día juntos, aunque después hubo un tiempo en el que Jong no venía a trabajar y era porque estaba preparándose para ser parte de NU'EST.
—Oh.
—¿Quieres que ayudemos a la señora Kim?— le pregunté.
—¿Cómo?
—Como meseros— le dije. Ren asintió con una sonrisa.
La señora Kim nos llevó los platos de nuestro almuerzo y acepto nuestra propuesta.

Estuvimos toda la tarde apoyando como meseros, jugando y riendo.
Se veía que Ren se la estaba pasando bien y muchas chicas también, ya que lo reconocieron y pidieron fotos y autógrafos de él.
Al final nos despedimos de los papás de Jong y salimos con dirección a mi casa.
—Con razón eras mesera, es muy divertido— dijo Ren con una linda sonrisa.
—Asi fue hoy, porque estabas tú. Era divertido cuando estaba Jong, pero cuando él se fue, se convirtió en otra cosa. Los clientes que siempre nos veían reír juntos, me preguntaban por él y yo no sabía a donde había ido.
—Eso es triste, tener que recordarlo todos los días cuando lo único que quieres es olvidarlo.
—Sí, pero nadie es indispensable, así que me hacía la fuerte, pero lamentablemente sólo era una máscara, ya que, cuando estaba sola en mi habitación me la pasaba llorando.
Ren hizo una mueca y caminamos en silencio hasta mi casa.
—Aquí es— le dije señalando la casa, se veía tan triste y desolada con el letrero de "se vende" en la puerta. Camine con Ren hasta la puerta y la abrí, dentro el aspecto no cambiaba en absoluto, los muebles ya no estaban y el piso estaba lleno de polvo.
—¿En serio esperas encontrar alguna respuesta?— me preguntó Ren cuando cerré la puerta— pudieron llevarse todo.
—Ren, ni siquiera sé que podría entrar en la categoría de "respuesta"— respondi encogiendome de hombros—, vamos.
Lo guíe hasta mi habitación, ésta estaba intacta.
—¿No se llevaron tus muebles?— preguntó sorprendido.
—No, de hecho me sorprende que se hayan llevado los demás, aunque probablemente los vendieron para obtener dinero para el viaje— admiti—, si quieres sentarte, ire a verificar si tenemos luz y agua para ducharnos.
Ren asintió y yo dejé mi mochila en el suelo, junto a mi escritorio, mire atenta la mesa recordando los días en que me sentaba frente a ésta para hacer mis tareas y miraba afuera esperando ver a Jong, tonterías de niña que ahora me dan risa, pero que añoro tanto.
Suspire y baje para ir a donde estaban los switchs (creo que se escribe así xd) de la luz, los subí y la casa se iluminó.
Luego subí nuevamente hasta el cuarto de baño, observe que estaba hecho un asco, todo lleno de polvo y sucio. Abrí la llave del fregadero y el agua salió oxidada al principio hasta tomar un color claro.
Me sentí bien al saber que la casa aún contaba con esos servicios.
Busque algo para recoger mi cabello y encontré una liga, me mire en el espejo y con mis manos me hice una coleta. Salí del baño y baje por una escoba, un trapeador, un bote, cloro y cosas de limpieza para el baño. No podía tenerlo tan sucio cuando Ren estaba aquí, además es antigienico.
Comencé a limpiarlo hasta que quedó presentable. Después regrese las cosas a su lugar y fui a la habitación, Ren estaba dormido en la cama.
—Ren— repetí su nombre suavemente para despertarlo, él abrió lentamente sus ojos—, ya está listo el baño, para que vayas a ducharte. Voy a pedir una pizza por teléfono para cenar, ¿okey?
Él asintió, se puso de pie y tomó su mochila para ir al baño.
Llame a la pizzería e hice mi orden.
Me senté en la cama y observe mi habitación, aún iluminada estaba tan triste y fría. Supongo que es porque nadie ha estado aquí desde hace mucho tiempo.
Luego de golpe recordé que debí haberle dicho a Ren cual era la llave para el agua caliente.
Así que salí con dirección al baño y toque la puerta.
—¿Mande?— preguntó Ren desde adentro.
—Ren, ¿encontraste la llave para el agua caliente?
—No, de hecho esta muy helada— se quejó.
—Bueno, ponte la toalla para ponerte el agua caliente.
—Ya— dijo despues de un rato.
Abrí la puerta y vi que tenía la toalla envuelta en la cintura, evite mirarlo y que notará mi sonrojo y me fui directo a la regadera, abrí lo que fue necesario las llaves para que estuviera adecuada.
—Listo— le dije—, si necesitas algo, sólo gritame.
—Sí, gracias— agradeció mirándome, se veía nervioso y su rostro estaba encendido.
Salí del baño justo en el momento en que tocaron el timbre de la casa.
Abrí la puerta y después de pagar volví a entrar y lleve la pizza a mi habitación. Lo genial de la oferta de las que pedí es que venía con una soda grande, el problema es que no habían vasos.

Overcome. JR y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora